FÚTBOL SALA

Sergio Lozano: "El doctor me dijo que, si fuera yo, no volvería a jugar"

El capitán del Barça reaparece 319 días después de la cuarta lesión grave de su rodilla derecha en ocho años: "Sé a lo que me arriesgo, pero quiero seguir jugando".

El capitán azulgrana, Sergio Lozano, en el Palau. /FCB SALA
El capitán azulgrana, Sergio Lozano, en el Palau. FCB SALA
Gustavo Muñana

Gustavo Muñana

Vuelve Sergio Lozano. Y el fútbol sala sonríe. El capitán del Barça ha recibido el alta médica de la cuarta lesión grave de su rodilla derecha. 319 días después, el todoterreno madrileño volverá a enfundarse la camiseta y el brazalete azulgrana en el Virgen de la Cabeza de Valdepeñas. "Ahora mismo entrenar cada día y estar con los compañeros es más que una victoria", afirmó el internacional español.

Independientemente del resultado, la afición vinatera le tributará un cálido aplauso. Con el 'Búfalo' no hay colores. Solo admiración a un deportista, que ha demostrado su amor al fútbol sala y una extraordinaria capacidad de superación frente a la recurrente adversidad. "Estoy como un nobel que viene el primer año, quiere hacerse su huequito y quiere ayudar al equipo por encima de todo", explicó.

En una carrera trufada de éxitos y sufrimiento, con cuatro operaciones en la misma rodilla derecha en los últimos ocho años, la reaparición de Sergio Lozano es tan épica como arriesgada. Su vuelta incluso desafía a la medicina. El doctor Joan Carles Monllau le avisó -tras la intervención de la tercera rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha- del peligro que conllevaba un cuarto regreso a las pistas.

"Me dijo que, si fuera yo, no volvería a jugar, ya que me arriesgaba a tener secuelas importantes, incluso a poder quedar cojo o a no poder llevar una vida normal. Sé a lo que me arriesgo. Sé lo que estoy poniendo sobre la mesa, pero mi corazón dice que quiere seguir jugando y quiero exponer lo que tenga que pasar para seguir disfrutando", aseguró el jugador de 35 años.

A pesar de que su mujer, Cristina, le insinuó "Sergio, lo has hecho todo, no necesitas más", él tenía claro que "amo esto. Es lo que he hecho toda mi vida, es lo que me hace feliz, lo que me llena de orgullo, por lo que lucho cada día. Quiero volver a jugar, a disfrutar. Volver a tener esa sensación. No sé si jugaré un minuto o jugaré diez. Me da igual. Yo ya habré ganado".

El capitán del Barça confesó emocionado que su hija, Alejandra, le dice "que a ver cuando voy a vestirme de jugador, que quiere que le dedique un gol haciendo el gesto de las coletitas. Esa es mi mayor motivación. Me daba igual la fecha porque mi objetivo era volver, ponerme de nuevo la camiseta del Barça, disfrutar de mi afición y que mi familia me vea otra vez jugar al fútbol sala".

El fatídico 1 de abril de 2023, Sergio supo al instante que se había vuelto a romper el cruzado por tercera vez. Como el guerrero caído en la batalla, "si existía la posibilidad de que fuese mi último partido, no quería salir en camilla" de la pista del Fernando Argüelles de Antequera. Así fue y se retiró al banquillo, entre lágrimas, ayudado por el fisio y por el médico. "Creo que deseaba que mi última imagen como jugador de fútbol sala no fuese una lesión", explicó.

"Si por fuera estaba roto, por dentro lo estaba todavía más", rememoró. Aquella Copa del Rey fue el título menos celebrado en la historia de la sección del Barça. "Creo que casi todo el mundo creía, intuía, que se acababa la carrera de Sergio Lozano, que hasta aquí había llegado. Pero mira, espero que no haya sido así y que, entre comillas, haya hecho equivocarse a mucha gente", aseveró el mejor jugador del Mundo en 2014.

A diferencia de las tres ocasiones anteriores (2015, 2016 y 2021), la palabra retirada no apareció en ningún momento durante los últimos diez meses. "En la tercera lesión, la segunda del cruzado, sí que pensé que lo dejaba, y le dije al doctor como 15 veces que lo dejaba. Pero en ésta no lo he dicho ni una vez. No me digas por qué, pero desde el primer momento dije que, si todo iba bien y tenía buenas sensaciones, quería volver a intentarlo, a pesar de los riesgos", ratificó Sergio.

El capitán del Barça se ha visto obligado a convertirse en un especialista en rodillas y en dolor. "La primera de cruzados, la segunda operación, fue la más dura. Sufrí muchísimo. Volví a jugar, pero un año y pico después todavía tenía dolor. Fue una tortura psicológica. Me planteé la retirada por primera vez seriamente. Muy poca gente lo sabía, pero dije que no podía aguantar más ese dolor. Pero en la segunda de cruzados, que creía que iba a ser igual y dije que me quería retirar, todo fue muy bien".

Ahora que ve la luz al final del túnel, que ha recorrido hasta en cuatro ocasiones, y "se están quitando las molestias y las sensaciones vuelven a ser positivas", su resiliencia es admirable: "Yo me tomo cada día, ahora mismo, como un regalo". Sergio Lozano admitió con humildad que "creo que soy una persona mentalmente bastante fuerte, pero he tenido altibajos, eso es así. Tuve una aceptación muy rápida de la lesión y rápidamente me puse manos a la obra. He tenido días buenos, días malos, pero no te queda otra que aceptarlos".

"Los precedentes me han ayudado a saber qué me va a pasar, qué fases me voy a encontrar y qué molestias o dolores voy a tener", explicó y sorprendió al definirse como "un privilegiado" a pesar de "la desgracia de lesionarme cuatro veces y operarme la rodilla en todas ellas". Sergio Lozano reiteró que "estar en el Barça seguramente me ha permitido poder volver a jugar, poder volver a tener ese sueño, porque aquí tenemos todos los médicos, recuperadores, fisios, todo lo que necesites. Seguramente en otro club no hubiese tenido tantos medios y quizá no hubiese podido recuperarme de esta manera".

Seis Ligas, cuatro UEFA Futsal Champions League, cinco Copas de España, cuatro Supercopas y siete Copas del Rey le convierten en el miembro más laureado en la historia de la sección de fútbol sala del club barcelonista y el máximo goleador tras 12 temporadas y 328 goles. No hay incertidumbre ni vértigo en su retorno. "No, no tengo miedo de que me vuelva a pasar, de verdad. Y si me vuelve a pasar lo asumiré como cualquier persona".

Acaba contrato en junio y su renovación parece encarrilada, aunque el Team Manager del Barça, Jordi Torras, mantiene la cautela y espera a que todo vaya bien en su reapareción. Sin embargo, Sergio avisa que, en la hora del adiós, él siempre tendrá la última palabra. "No sé si será dentro de unos meses, dentro de un año o dentro de dos, pero quiero poder escoger yo", finalizó.

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Expectación en el Palau para ver al 'Búfalo'

Aunque la reaparición de Sergio Lozano pueda producirse en Valdepeñas, nadie quiere perderse su primer partido en el Palau tras diez meses de calvario. Para el partido del próximo sábado ante el Noia Portus Apostoli se esperan 4.000 personas, superando el récord de la temporada de 3.888 espectadores que asistieron al Barça-Xota del pasado 23 de diciembre. Y también el de la temporada pasada, que fue de 3895 aficionados en el derbi Barça-Industrias.

"Llevo muchos meses, muchos días y muchas noches soñando con ese día. Ha sido como gasolina. Imagínate que durante muchas noches que has estado en soledad, gasolina para ti era imaginarte salir por ese túnel. Ver a mi familia, ver a mi hija, ver a mi mujer, a los Dracs, a toda la afición", explicó Sergio Lozano, que vuelve a mostrar su ambición y agradecimiento. "A nivel de equipo, espero ganarlo todo. Lo que ha hecho el equipo es brutal. Las lesiones han pesado mucho, pero se ha hecho un ejercicio de supervivencia máximo", aseveró tras clasificarse para la Final Four y perder la Supercopa de España.

El 'Búfalo' es le mejor fichaje invernal posible para el técnico Jesús Velasco. "Su vuelta es un input muy grande para todo el grupo. Aparte de lo que nos pueda dar como jugador, que desde luego lo necesitamos, nos da con el carácter que tiene y con la competitividad. Es el primer día que empieza a jugar y no sabemos si será ya o el sábado. Es un día grande para nosotros y para él", dijo el entrenador madrileño.