El Gerard Romero más íntimo: "Con mi mujer hemos tenido momentos muy duros"

717.200 seguidores en Twitch, 1.244.000 en X y 490.000 en Instagram avalan el éxito de Gerard Romero (Vilanova i la Geltrú) desde su salida de RAC1 a finales de 2021. "Ni mucho menos nos pensábamos que esta locura iba a ser así", dice el periodista catalán que bajo la denominación 'Jijantes' aglutina su programa diario de Twitch con información del FC Barcelona y el club de la Kings League del que es presidente, además de impulsor de la propia competición. Este fin de semana está viviendo su primera Final Four. "El día que Gerard en esa famosa comida con Spursito y con Ibai Llanos nos nombraba, yo pensaba que quería hacer una Liga del FIFA, de videojuego", relata simpático Gerard, con quien departimos sobre un cambio de vida laboral y un salto a la fama que le ha llevado a necesitar ayuda profesional.

"La Kings lo acabó de reventar todo. Andar por el centro de Madrid fue un impacto. Te chillada la gente y yo: '¿Qué está pasando aquí?' Nos costó gestionar estas emociones, lo hicimos con ayuda de psicólogos y de coaches que tenemos tanto mi mujer como yo", reconoce el creador de la haka del programa que comparte con Lis, su mujer. "Si Lis no estuviera aquí al lado para frenarme y guiarme en muchos momentos esto sería muy duro", asegura el periodista, que le diría "que sea más paciente y menos impulsivo" al Gerard Romero que empezó en la radio con 16 años y que hoy es líder de opinión en el entorno Barça. Para Relevo también reflexiona sobre Xavi, Laporta o Gundogan, entre otros protagonistas culés. "Algunos días de situaciones complicadas es como que 'buff, vamos a preparar bien lo que vamos a decir, porque cualquier cosa que digamos podemos cargarnos a un jugador o a un entrenador o a un directivo'", confiesa, al tiempo que denuncia "mucha falsedad en el mundo de la comunicación de gente que nunca se identifica con ningún equipo cuando todo el mundo sabe de qué equipo es y hacia dónde tira. Ser abiertamente del Barça provoca un tsunami continuo del madridista que te viene a buscar y del culé que necesita terapia cuando esté jodido". Lo afirma en la previa de El Clásico que compartirá con 200 aficionados culés de fuera de Cataluña en un céntrico hotel de Madrid en un despliegue 'Jijante'.

Es muy complicado y muy mal lo tendría que hacer el Madrid para que se le escapara esta Liga. La mínima opción que el Barça tiene de poder poner un poquito de salsa a esta Liga es, evidentemente, ganando el domingo. Preocupa si el Barça va a ser capaz de reaccionar y de levantarse del duro golpe del martes contra el PSG y veremos si el Madrid tiene esa capacidad para decir: 'Ey, mira, aquí no estamos para jugar, vamos a rematar esta Liga y lo que quede que sea ya un poquito de paseo'. Yo creo que si el Barça gana le puede dar un poquito de: 'Yeh, cuidado, que se ponen aquí a cinco puntos'. Es una evidencia que con la temporada que lleva el Madrid en Liga, que es prácticamente impecable, pensar que en los últimos seis o siete partidos puedan caer en dos partidos más... Pero cosas peores se han visto en la Liga. Creo que tenemos que mantener un poquito la ilusión, porque es demasiado pronto para empezar ya con el 'mercatto', que en Barcelona vamos a estar entretenidos este verano.

Gustará más o gustará menos, pero esa objetividad que siempre se ha pedido en los medios de comunicación, que todo el mundo tiene que ser como muy riguroso... Bueno. Yo puedo entender a lo mejor a unos grandes líderes de programas deportivos de la radio o de la televisión que quieran mantener el decir: 'No, yo no soy del Barça o yo no soy del Madrid, del Atlético, del Valencia, del Sevilla o del Betis', pero creo que nuestro secreto precisamente ha sido agrupar a toda la comunidad Barça que hay en este caso en Twitch, en nuestra plataforma, y decirlo abiertamente.

También creo que hay mucha falsedad en el mundo de la comunicación de gente que nunca se identifica con ningún equipo cuando realmente todo el mundo sabe de qué equipo es y hacia dónde tira. Entonces, a veces, el no quererse posicionar para que no se le cierren puertas provoca que haya falsedad. Oye, yo me he puesto la camiseta y no tengo ningún problema, y lo digo abiertamente. Otros, para que 'ay, que no se me enfade el del Madrid o para que no se me enfade el del Barça, porque si yo ahora digo que soy del Madrid el culé me va a dejar de poner aquí la suscripción y no voy a cobrar de éste, pues yo me voy manteniendo un poco ahí de que no digo de quién soy'. Lo respeto pero no lo comparto, porque al final creo que la gente lo ve, no sé si incluso hay un poco de rechazo a esa gente que busca ese 'soy pero no soy, pero no digo porque no digo'. Evidentemente, cada uno es libre y juega las cartas como quiere, pero a mí no me mola mucho cuando hay ese punto ahí de falsedad.

Bueno, a nosotros nos ha ido bien, para bien y para mal, porque esto provoca un tsunami continuo del madridista que te viene a buscar y del culé que necesita terapia cuando está jodido. Ese punto también perjudica, y te lo voy a contar, porque nuestro canal a nivel publicitario también implica muchas cosas buenas y cosas malas. Vienen marcas que dicen: 'Hostia, no, es que no nos podemos vincular contigo porque eres muy culé y si mi marca viene a tu canal va a provocar que el consumidor de tal cosa no consuma porque estamos dando apoyo al culé y no a otros equipos'. Y entiendo por eso que haya compañeros que siempre vayan con el freno de mano puesto porque dicen: 'Oh, cuidado, que si digo que soy de un equipo a lo mejor no facturo'. Nosotros aquí nos hemos quitado la careta, a lo mejor hemos perdido grandes oportunidades publicitarias para el canal pero hemos ganado en tener la tranquilidad de decir abiertamente que somos culés y que no nos importa decirlo.

Es que yo tengo la sensación de que la gente necesita identificarse con ese periodismo de, sobre todo, sentimiento. El hecho de que seamos muy culés o muy del Madrid o muy del Atlético, muy del Valencia, hace que el seguidor se identifique mucho más con esa persona que está comunicando y que le está explicando las cosas. Le pueden decir el nombre que quieran, a mí no me molesta que me digan que hago periodismo de bufanda, porque yo lo que hago es informar del club que yo quiero, el club del que yo he sido desde pequeño, informo para bien y para mal, y si tengo que pegar una castaña la pego y si tengo que hacer una cosa que no gusta, la hago, y si me tienen que pegar un toque, que me lo peguen porque yo soy libre. Porque yo aquí no tengo ninguna línea editorial que me diga hacia dónde tengo que ir aunque haya gente que 'sí, porque tú desde que está Laporta puedes dar más noticias porque te filtran...'

Estoy cansado de repetir que la junta directiva está cansada de estar ahí pendiente de nosotros cuando hacemos seguimientos a noticias o cuando estamos pendientes en la calle, porque de lo que yo siempre voy a estar muy contento y muy orgulloso es de cómo hemos recuperado, con toda la plantilla que tenemos en Jijantes, ese periodismo de calle que tanto se había perdido y que tú seguramente, Cristina, cuando empezabas, hacías mucha más calle de la que ahora se hace. Ahora todo el mundo está en una redacción pendiente de Twitter, de lo que dice uno, de lo que dice el otro y a partir de aquí estirar el hilo, o estar, como siempre también se ha estado, muy pendiente de que el club te llame y te diga: 'Ey, méteme esto ahí en noticias para ver cómo se reacciona'. Nosotros tenemos dos-tres personas que prácticamente pasan ocho horas al día en la calle: en una oficina del Barça, en una puerta de la Ciudad Deportiva del Barça, para intentar estirar cualquier movimiento que haya. Hemos recuperado esto, y esto en el club molesta porque no están acostumbrados a que el mensaje no vaya por un sitio donde a ellos les interesa, pero es lo que digo, es nuestra forma y creo que también ha sido un poco el éxito de Jijantes, el abrir un poco la puerta a toda la parte de atrás del día a día para intentar lograr una noticia.

Me pegan toques... Nos han convocado alguna vez, el club nos ha convocado de: 'Oye, pásate por el despacho a que comentemos un poco cómo va todo'. Y entonces te preguntan: 'Oye, ¿y a ti tus fuentes aquí dentro…? ¿Y quiénes son? ¿Y qué te dicen? ¿Y qué no sé cuántos? Y yo digo: 'Bueno, pues las fuentes son Canaletas, que cuando celebramos cosas vamos allí y el agua es muy buena'. Al final yo no tengo que dar ninguna explicación de quiénes son mis fuentes o no. También te digo que siempre que damos alguna cosa la damos con una imagen, por lo tanto, no nos pueden negar la mayoría de veces, porque: 'Oye, mira, que ha habido esta reunión'. '¿Sí? ¿Y cómo lo sabes?' Bueno, pues ahí tienes la imagen'. Hostia, entonces callados, damos noticias y no tenemos una llamada al momento del Barça. Pero sí que, de vez en cuando, hay una convocatoria de 'oye, pasaros por aquí a ver qué podemos rascar', y me molesta. Que te felicitan, 'hostia, gracias por el seguimiento al club y estas cosas', pero después de la felicitación... 'ñac', te intentan ahí apretar un poco a ver lo que hay. Pero vaya, muy tranquilo, estamos felices con lo que estamos haciendo y ahí seguiremos esté Laporta, venga el que venga o esté el entrenador que sea.

Creo que la llegada de Aubameyang en el mercado de invierno de hace un par de años. Fue algo muy potente porque estábamos haciendo una guardia el último día de mercado sin tener ni puñetera idea de qué podía pasar -porque esperábamos representantes-, y nos apareció Aubameyang, que no lo sabía ni el club que estaba Aubameyang en Barcelona, incluso en el Barça no sabían que ya había llegado a Barcelona antes de cerrar el fichaje, y fue como un impacto de estar ahí. Y a nivel de canal es la noticia de Jules Koundé, que fue un poco la negación de todos los compañeros de periodismo, tanto de Barcelona, de Inglaterra como de Sevilla, y nosotros estuvimos ahí aguantando unas 12-24 horas -que fueron las peores horas de mi vida-, porque era como que todo el mundo lo niega y yo: 'No, aguanta, aguanta, aguanta ahí, aguanta como puedas'. Mi mujer estresada: 'Cariño, que nos están pegando palos por todos los sitios'. Digo: 'Nada, blindémonos, blindémonos, aguantamos, tenemos que ser fuertes, confiamos en que nos han dicho que está cerrado'. Y, bueno, y se pudo dar y Koundé fichó, pero esa presión de que todo el mundo niegue una información que tú das pero tú estar convencido… En el canal lo pasamos bastante mal.

Sí, a los 16 años empecé a trabajar en la radio del pueblo, aquí en Vilanova i la Geltrú, con el deporte de Vilanova. Hacíamos el seguimiento del equipo de fútbol, que estaba en Tercera división, y en Primera división el de hockey patines. Era un poco la manera de pensar que algún día podía llegar a todo esto. Después, tuve la oportunidad de entrar en prácticas en RAC1, que es la radio líder aquí en Cataluña, y poco a poco me fui ganando esa posición. Empecé a seguir, sobre todo, el fútbol formativo del Barça, donde cada fin de semana me iba cuatro, seis u ocho horas a la ciudad deportiva a ver cadetes, a ver los juveniles, a hablar con representantes, a hablar con los padres, a poder tener allí un contacto cercano con todo lo que iba a ser en un futuro el Barça, y fue lo que me dio también una base muy importante de contactos dentro del club para después seguir creciendo y poder hacer el día a día del Barça como estábamos haciendo en los últimos años en la radio.

Sí, sí, sí, sí, seguramente, seguramente. Y en ese momento me dolió mucho, pero el tiempo al final ha demostrado que ellos consideraban que lo mejor era que yo pudiera volar y pudiera tener mi espacio y mi manera de comunicar y mi manera de hacer las cosas que no les acababa de gustar seguramente a algunos de ellos, y yo encontrar mi espacio en Twitch, donde poder estar en esta sala contando una noticia, bailando o pegando un grito y nadie me dice nada porque es mi canal, es mi medio de comunicación y no hay ningún problema.

A lo mejor, un creador de contenido de deporte. Que hay gente que considera que la Kings League nos ha situado en el mapa, evidentemente, porque esto creo que nos acabó de dar el empujón definitivo, pero es muy importante que la gente sepa que desde los 15 años yo estoy luchando para estar en los medios de comunicación, para comunicar, que es lo que más me gusta. Y creo que fue un golpe importante el salir y el empezar a generar este contenido a través de redes. Ahora mismo estamos en un momento donde TikTok genera una viralidad enorme y entras en casas de miles y miles de personas que giran así con el dedito y van viendo aquí a un tío con una gorra que va haciendo el burro pero, además, de vez en cuando, con alguna noticia y les va bien.

Y creo que, informativamente, también nos situó mucho en el mapa el mercado de hace dos años, cuando dimos muchas informaciones de un mercado muy movido en el Barça. Informaciones que éramos pioneros y que estábamos, como digo, en la calle. Que llega Robert Lewandowski a Mallorca y nos suelta un 'Hello, Romero' porque sabía que estábamos hablando de él, o que llega Raphinha al Prat y confundimos a Raphinha con su primo y se genera ahí una viralidad de que Jijantes está en todos los sitios pero se equivoca con su primo... Bueno, una serie de circunstancias que nos colocaron mucho en el mapa periodístico, donde los compañeros nos empezaron a respetar, dijeron: 'Hostia, este tío en la radio tenía contactos, pero es que ahora parece que ha explosionado'. Y fuimos capaces de generar una red prácticamente de colaboradores en toda Cataluña y en toda Barcelona, e Madrid incluso cuando pasaban cosas.

Bien, bien, bien. A días, a días… Porque nosotros en casa sabíamos que cuando íbamos fuera a uno u otro te podía conocer, porque la radio es radio, pero yo hace mucho tiempo que sobre todo en Instagram soy muy activo, pero en el momento de la explosión del canal, donde un cierre de mercado hubo más de 150.000 personas en directo en el canal, aquello fue… Los días siguientes un: 'Hostia, hostia, el Jijantes este, el de las noticias del Barça', que te iban diciendo. Y la Kings lo acabó de reventar todo, que andar por el centro de Madrid fue un impacto. El estar un día por la Gran Vía con Lis y que los chavales: 'Hostia, hostia, Romero, Romero, hostia', y que te chillaban, y "Titoooos" y todos los gritos y tonterías que hacemos en la Kings League, "Navarrosa" y te chillaba la gente y yo: 'Hostia, ¿qué está pasando aquí?' Nos costó un poco gestionar estas emociones. Psicólogos y coaches que tenemos tanto mi mujer como yo nos ayudaron a gestionar estos momentos, y a nivel de estrés y de organización, porque nuestra empresa también empezó a crecer, crecer, crecer cuando no teníamos ni puñetera idea de cómo se gestionaba todo esto. Y fue creciendo un poco el fenómeno y estamos, de momento, ahora ya con un poquito más de estabilidad pero con un nivel de estrés fantástico. (Sonríe). Y felices y contentos.

Va a momentos. Hemos tenido momentos muy duros. Sobre todo, ahora hace un año fueron momentos muy duros, cuando empezó la Kings League y el gestionar la explosión de la Kings con el día a día de Barça. Esto nos pasó bastante factura, porque yo estaba absolutamente absorbido por todo y cuando no estaba haciendo Barça estaba en la Kings y cuando no estaba en la Kings estaba haciendo Barça y prácticamente no teníamos tiempo para nosotros. Pero, poco a poco, le quitas un poco el foco y la importancia a algunas cosas, empiezas a colocar gente que se encargue de coordinar las cosas del equipo de la Kings y tener un poquito más de tiempo nosotros. Distribuimos también la manera de vivir: 'Si estamos en una casa, la planta de arriba va a ser trabajo y en el momento que se intente bajar abajo, vamos a transformarnos y vamos a intentar aislar'. Algunos días se consigue, no siempre, pero sí que se intenta tener algunos momentos para nosotros, aunque evidentemente hay semanas y días que son imposibles porque el tsunami de trabajo es increíble, como ésta, que entre Champions, final de la Kings, Clásico y todo lo que viene son semanas donde ya sabemos que: 'Mira, nos viene una semana que tenemos que estar a full y la semana que viene pues ya descansaremos un poco'. Pero sí, sí, es de una intensidad bastante bestia y esa necesidad de generar, generar, generar contenido cada día también tiene su dificultad.

Valientes o kamikazes. No sé si la palabra kamikaze sería la más adecuada ahora, pero no sé si seríamos valientes o unos locos, porque yo sí que tomé esa decisión. Lis tardó a lo mejor seis meses más que ella compaginó el trabajar en Mediapro con colaborar en el canal. Era jodido, porque nosotros dependíamos de que la gente cada mes renovara su suscripción, que eso era nuestro sueldo, y yo llegaba a un momento del mes, los primeros, que decía: 'Bueno, va, va, estamos a 18 de septiembre y ya estamos cubiertos, porque ya tenemos el sueldo mínimo para poder estar tranquilos este mes'. Eso, no tengo que engañar a nadie, nos duró muy poquito porque la comunidad se volcó absolutamente, porque al inicio éramos muy poquitos, pero era gente muy agradecida y gente que decía: 'No, no, tú no te preocupes, porque te vamos a ayudar en todo lo que sea'.

La gente tiene que saber que nuestro gran ingreso es el suscriptor que cada mes está pagando para que prácticamente cada día tú le des un contenido. No te va a pagar para decir: 'Venga, va, que este tío trabaje a la semana tres horas, cuatro horas'. Evidentemente, no vamos a hacer ocho horas de directo. Porque la gente dice: 'No, pero yo trabajo ocho horas'. Digo: 'Es que yo también te las trabajo, pero no te las trabajo delante de cámara ocho horas'. Yo te puedo hacer tres horas por la mañana, te puedo hacer tres horas por la tarde, te puedo hacer cinco horas seguidas un fin de semana, te puedo llegar a hacer una maratón de ocho o diez horas el fin de semana en directo, pero ahí hay una elaboración y hay un curro que tenemos que estar día a día generando el contenido nuevo. Y al principio pues sí que había ese miedo de decir; 'Madre mía, y el día que la gente se canse de nosotros y no quiera darnos la suscripción, ¿dónde vamos a ir? Por suerte la gente estuvo ahí al lado, empezaron a entrar también patrocinadores sorprendidos por el fenómeno de 'hostia, ¿esto de Twitch qué es?', y nos fueron ayudando a tirar adelante.

Es un proyecto donde el día que Gerard -en esa famosa comida con Spursito y con Ibai Llanos-, nos decía, yo pensaba que él quería hacer una liga del FIFA, de videojuego. Y digo: 'Pero si yo es que en mi vida he jugado videojuegos y soy malísimo'. 'No, no, que aquí vamos a hacerlo de verdad, con equipo profesional, con jugadores, que vamos a hacer un draft, con entrenadores, vosotros ahí reaccionando en unos sitios...' y era algo que nos costó mucho de entender, pero cuando nos metimos fue muy loco. Jijantes (el equipo) lo sufrió mucho, porque hicimos una pésima gestión inicial, nos estábamos pegando una hostia porque no sabíamos hacia dónde íbamos y gestionamos muy mal todo el split, se ganó un partido y éramos el meme de la competición y lo llevábamos realmente mal. Aunque éramos el meme, también lideramos el poder tener un himno, el poder tener una mascota, el poder tener un merchandising del club, que ahí tuvimos también la suerte de tener bastante el apoyo de la gente, de decir: 'Hostia, estos pobrecitos no ganan un partido pero han hecho un himno de puta madre, han hecho una mascota súper divertida' y había como cierta empatía.

Por suerte, todo el recorrido nos ha llevado que, muy poco a poco, todo ha ido mejorando y ahora estás a las puertas de jugar una Final Four, que es la primera de la historia del club, después de tres competiciones que se han hecho. Pues a la cuarta estamos ahí metidos y muy ilusionados. Y ojalá se pudiera ganar, que ya entonces sería el broche de oro a completar un aprendizaje, que llevar jugadores, estar pendientes del entrenador, estar pendiente de un fisio, estar pendiente de un psicólogo deportivo, porque había jugadores que les afectaban mucho los partidos y que te dicen: 'Hostia, presi, necesito que me ayudes porque estoy superado'. Y yo digo: 'La madre que me parió, tú estás superado, ¿y yo cómo estoy?' 'Sí, pero es que la gente me está rajando mucho'. Digo: 'Ya lo sé, si te rajan, pero yo al final también estoy ahí cada día dando la cara, y Jijantes no palma, pero yo te voy a ayudar'. Y dio la sensación de que con el masculino empezamos a tener una familia. Después aparece el femenino, tenemos como 25 personas a nuestro cargo y era como si tuviéramos unos hijos que tuviéramos que ir cuidando en muchos momentos.

Pues como me ve cada día la gente en el stream. A la que yo digo un 'bienvenidos' como digo cada mañana, la gente ya sabe si estoy de buenas o malas, porque en el chat: 'Hostia, hoy no tienes buen día. Hostia, ¿qué te pasa? Hoy no estás bien'. Creo que tenemos una forma de trabajar y una forma de comunicar que soy tal como estamos haciendo las entrevistas, como yo estoy cada día en el directo y la gente me ve: el no poder parar quieto, el estar todo el día dándole vueltas a las cosas, el intentar inventar cosas para que la gente se entretenga, el buscar la originalidad para comunicar, buscar sintonías para que la gente identifique rápidamente que si suena una música vamos a ir a buscar algo. Creo que son toda una serie de cosas que tengo en la cabeza -que la tengo muy grande y le doy muchas vueltas a todo-, para poder ser originales y poder crear un contenido que sea atractivo para la gente. Entonces, muy inquieto, muy impulsivo por momentos -que esto también me ha traído más de un problema siempre-, pero agradecido, sobre todo, eternamente a que Lis me acompañe en este viaje, porque lo he dicho muchas veces, si ella no estuviera aquí al lado para frenarme y guiarme en muchos momentos esto sería bastante duro.

Bueno, esto fue lo más reciente de esta semana cuando estábamos celebrando que pasamos a la Final Four y un pobre hombre que estaba haciendo su trabajo súper bien -el miembro de seguridad y que era su primer día en el Cupra-, pues vio a un papa frita allí con una gorra llorando y desesperado porque se había clasificado entrar en el campo y '¿este tío quién es? Este tío no lo dejo pasar', y yo le quité el brazo. Que después me tuvieron que enseñar las imágenes que ni sabía que había reaccionado así porque, evidentemente, yo estaba en un vaivén que no sabía dónde estaba. Tengo un blancazo de esos últimos minutos de los nervios que tenía y le di. Pues ese impulso seguramente son las cosas a mejorar que, por desgracia, todos en nuestras vidas debemos tener en el día a día pero los que estamos expuestos y llevamos una cámara prácticamente las 24 horas encima pues es mucho más fácil que nos podamos equivocar. Salimos, decimos que no lo teníamos que haber hecho, que nos hemos equivocado y que ojalá que este hombre pueda seguir estando ahí y ojalá ya no me pueda parar más, porque ya nos conocerá a todos y se lo pasará muy bien y disfrutará de la Kings también.

Un día, que para agradecer a la gente pusimos la 'd'alló' y sonaba así un poco... (Pone la música), y entonces empezábamos a hacer unos movimientos con los brazos (los hace) y los primeros fueron así y entonces dijimos: 'Cuidado, que vamos a hacer algo, vamos a hacer un, dos, tres, cuatro, cinco, seis'. Y ya a partir de aquí empezó esta historia. La gente buscaba, siempre que había un invitado un poco más importante en el canal, tirar las cinco o diez suscripciones para que la tuviera que meter en mitad de la entrevista. Ahí la más sonante fue con Suárez, que se hizo viral, que se ganó uno de los premios que tengo aquí atrás, que fue el mejor clip del año de todas las plataformas. Se hizo súper viral y la gente por la calle te pide una haka o en los carnavales hay unos bailes con unas hakas... Que es una falta de respeto total llamarle haka a esto porque, evidentemente, la haka original son mucho más espectaculares y mucho más profesionales. En este caso, hay algunos que se lo tomaron mal, de '¿cómo puede ser que este tío le llame una haka?'. Bueno, pues le dijimos haka como le podríamos haber hecho baile regional catalán al movimiento de los brazos.

No sé... Es que hay unas cuantas que pueden haber y... (Se queda pensativo y no responde).

No, no, porque con Leo fuera no hemos tenido. Con Leo era un tema muy profesional y siempre he dicho que a mí Leo me ha dado mucho respeto e incluso miedo cuando lo veía. Hablamos una vez, una entrevista muy cortita con Suárez. Por ejemplo, una de las más curiosas es cuando Deulofeu estaba jugando en Inglaterra, que fui a verle un fin de semana. Estuve compartiendo con él y nos fuimos a comprar a un supermercado en Mánchester y en ese supermercado conocimos al Kun Agüero, que él entonces estaba en el City. Allí haciéndonos fotos Deulo, Kun y yo en ese supermercado, ahí en el parking y decir: 'Hostia, yo estoy cercano a Deulofeu -que había estado en el Barça-, estoy allí y ahora conozco al Kun y que unos años después yo estuviera compartiendo presidencia con el Kun en un equipo', pues son cosas de aquellas de decir: 'Madre mía el mundo lo que nos tenía preparado', que iba a estar sentado en una mesa cenando con el Kun porque éramos presidentes de clubes de la Kings. Puede ser una de las anécdotas que tuvimos en su día y que creo que no hemos contado mucho.

Bueno, porque para mí con lo culé que yo era, era como 'Deu nostre Senyor' que decimos los catalanes ('Dios nuestro Señor'). Era una figura como intocable, era algo que 'oh, por Dios, Leo, gracias. Gracias por todo lo que nos has dado', y lo tenía como una figura que estaba por encima de todo el mundo y me daba ese respeto a, incluso, 'Leo, ¿qué tal? Una foto'. Fotos con Leo tengo una, me parece, de las veces que habíamos coincidido. Me daba ese respeto por lo que significaba a nivel sentimental como muy culé, por todo lo que nos había dado.

Laporta a mí me despierta lo que despierta, que es también impulsivo, que es muy pasional, que lo vive todo muchísimo, que tiene que estar absolutamente presionado y de qué manera por el momento que pilló este club. Que lo ha intentado ir sacando como puede, pero al mismo tiempo creo que ha tenido un punto de querer correr demasiado en querer construir algo que estaba absolutamente devastado como era el club cuando acabó la presidencia del anterior presidente. El no ir un poquito más poco a poco y el querer tener resultados tan rápidos a veces ha perjudicado un poco para el momento del Barça. Pero Laporta nos genera esto, el 'sentiment culé', la 'rauxa' ('arrebato') esta catalana que tiene siempre él, de '¡Bar-ça!', aquellos gritos y esos memes que siempre hace. Un presidente que, seguramente, otro lo podría gestionar con un poquito más de cabeza. Yo, por momentos, también le exijo que tendríamos que tener algún profesional más en la estructura del club -porque han salido grandes profesionales y él ha ido un poco tapando esos agujeros con gente que va teniendo en el club-, y de momento los resultados están ahí. Vamos a ver cómo evoluciona estos próximos meses porque, de nuevo, con todas las decisiones que se tengan que tomar con el entrenador y a nivel económico van a marcar bastante estos últimos años de mandato que tiene.

Yo creo que ahora mismo esta caída contra el PSG puede volver a hacer daño a Xavi. Yo creo que Xavi si hubiera ganado la Champions sigue 100%, porque tenía una sensación de que el equipo le estaba respondiendo y estaba ahí, y creo que, evidentemente, el equipo le responde pero esa eliminación puede jugar un poco en su contra. Y al final él la decisión la ha tomado. Veremos si la quiere acabar de modificar o no, pero yo creo que dentro del club también no todo el mundo rema para que Xavi se quede por mucho que Laporta públicamente lo diga mucho y Rafa Yuste también. Creo que dentro del club hay gente que a lo mejor prefiere un cambio de aires para poder volver a empezar proyecto en junio o ya, en mayo, cuando Xavi confirme que no sigue ese año que le queda.

Pues para mí el loco que nos eliminó esta semana, que es Luis Enrique. Me hubiera gustado que hubiera vuelto por esa confianza que tiene en los jóvenes, por ese conocimiento de la casa, por ese conocimiento de los medios de comunicación... Sé que hay mucha gente a la que no le ha gustado mucho en estas últimas horas el juego en la sala de prensa, las celebraciones que hubo al clasificarse, pero a mí Luis Enrique es uno de los que me pone.

Sobre todo, algunos entrenadores de fuera, como De Zerbi, que mucho especialista dice que pinta muy bien. Hay gente que quiere Flick. Yo no sé si acabo de ver a Flick bien. Yo me quedaría con Luis Enrique, que es evidentemente muy complicado, pero ojalá pueda ganar la Champions y después de ganar la Champions diga: 'Mira, oye, Al Khelaifi, gracias por todo, ya tienes la Champions, pero libérame que el Barça me está esperando'. No creo que pase, pero sería un escenario muy bueno para mí personalmente.

Dembélé sí ha sido decir: 'Oye, amigo, has estado seis años chupando del bote, con lesiones, con un drama importante, por momentos con unas malas praxis de ahora no voy al entreno, ahora me duermo', pero ¿Luis Enrique qué va a hacer? ¿Se clasifica y no lo va a celebrar? ¿Va a estar moderado? Sabemos cómo es de temperamental, sabemos cómo es Luis Enrique. ¿Que se podía haber frenado un poquito más? Pues estoy seguro que con el tiempo dirá que se excedió pero que fue el momento de euforia como a todos nos llevaría el hecho de clasificarnos a una semifinal y con la presión que tiene que estar sometido con Al Khelaifi y compañía, que sabemos cómo son, que cuando quieren algo esa gente arrasaría con todo para poder llevarlo.

Yo... A favor de lo que ha dicho, pero en contra que lo hiciera públicamente, porque creo que lo único que puede provocar es lo que ha provocado, que después salga Jules y 'todos juntos' y 'somos un equipo', que salga el capitán y también tire otro mensaje ahí indirecto. Por mucha razón que tenga -porque tiene mucha razón que son unas tomas de decisiones y unos errores que te marcan en la eliminatoria y que te tiran de la Champions-, espérate, guárdate, no seas tan transparente. Aquí en el canal hablamos con Jean-Marie Dongou que nos decía: 'Es que son culturas, son forma de decir las cosas'. Él es así, también lo es Frenkie. A lo mejor esos países nórdicos que dicen las cosas y se le dan menos importancia y son como muy naturales y aquí no estamos tan acostumbrados a que nos digan las cosas tan reales. Bueno, yo creo que ya lo hizo el día del Madrid -no me gustó-, y ahora ha vuelto y tampoco me ha gustado.

Algunos días sí, no te voy a engañar. Algunos días de situaciones complicadas es como que 'buff, vamos a preparar bien lo que vamos a decir, porque cualquier cosa que digamos podemos cargarnos a un jugador o a un entrenador o a un directivo'. Y sí, sí que hay días y momentos complicados. Cuando Xavi estaba en esta situación de que tenía que dar ese paso al lado, yo llegué a mostrarme muy crítico. 'Hostia, es que no puede ser, es que esto ya no debe seguir así, que si yo fuera Laporta tomaría decisiones...'. Y hay gente que podrá comprenderte y gente que no podrá comprenderte, gente que le gustará más, gente que le gustará menos, pero sí que hay momentos de decir: 'Uff, cuidado que hay aquí 10.000 personas, 15.000 personas, 20.000 personas que están esperando a ver qué dicen' y que, además, sólo que lo digas estarán 'clac, clac, clac, clac, clac, clac, clac (simula el tecleado en un ordenador), Gerard Romero ha dicho que no sé cuántos'. Y entonces Xavi dirá: 'Hostia, ¿Gerard Romero?', o Araujo dirá: '¿Hostia, Gerard Romero ha dicho esto? Hostia'. A veces sí que son momentos que tienes un poquito de presión.

No, no, no, no, no tiene por qué, no tiene por qué. Al final el Madrid lo que tiene es ese luchar, ese gen ganador que han tenido y esa fuerza para creer que pueden ganar cualquier partido, aunque en el minuto 90 estén perdiendo 1-2. Y creo que eso no tengo ningún miedo de decirlo porque creo que lo vemos todos, es algo que en el Barça le ha faltado mucho en muchos momentos, le ha faltado esa confianza. Y que el entorno del Madrid la sensación es que todo el mundo rema, porque el que no rema a favor pues a lo mejor le dan un golpecito y lo tiran bajo del barco, y aquí en Barcelona, en cambio, hay muchas más trincheras y hay mucho más el que está a favor de Xavi y el que no está a favor de Xavi, y el que está a favor de Laporta y el que no está a favor de Laporta. Entonces, la división en el barcelonismo es mucho mayor que la unión que tiene el madridismo en muchos momentos. Y eso me da un poquito de rabia y envidia, que cuando hay que unir filas, unen, y aquí, en cambio, pues estamos... Que, al mismo tiempo, da rabia pero es bueno que haya debate, porque a veces esa línea editorial que todo el mundo tiene que seguir en Madrid y el que se sale salta, eso es un drama a nivel periodístico y a nivel de la situación. Pero, sobre todo, ese gen competitivo a mí es lo que me da un punto de rabia de decir 'hostia santa', esta gente sabes que hasta que el árbitro no pita al final -que seguramente puede añadir ocho si hace falta para que puedan levantarlo-. Da rabia que lo luchen hasta el final.

Ah, no, no, no, no, no ha habido ninguna pullita. (Sonríe). Pero bueno, sabemos que hasta que marque el Real Madrid es un clásico en muchos momentos.