Albert Luque habla por primera vez tras su despido de la RFEF y del 'Caso Rubiales': "He salido absuelto, pero esta mochila la lleva uno para siempre"

Como tanto nos gusta decir a los medios de comunicación para dar más vuelo a una entrevista, Albert Luque (Tarrasa, Barcelona, 1978) rompe su silencio. Pese a que dará alguna que otra más entre el aluvión de propuestas que ha recibido, ha decidido hablar en Relevo por primera vez desde su despido de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y su reciente absolución en el 'Caso Rubiales'. A fin de cuentas, fue en este periódico donde se destapó todo lo ocurrido.

El que fuera futbolista internacional (17 veces con la Absoluta) del Mallorca, Málaga, Deportivo, Ajax y Newcastle, pasó por Madrid para cerrar los últimos coletazos de una situación federativa que le ha dejado en el paro tras ser director de la Selección año y medio, y también finiquitar el papeleo de un juicio mediático del que ha salido absuelto (por ahora, ya que se ha pedido la anulación) tras una petición de cárcel de año y medio por parte de la Fiscalía por supuestas coacciones a Jenni Hermoso. Por eso, pudiendo disfrutar de una charla de vida a toda una trayectoria, hay dos focos claros que marcan estas casi dos horas de conversación en una entrevista que será compartida con los lectores en dos entregas. Aquí, la primera.

Bueno, porque ha pasado el tiempo. Soy una persona que está orgullosa de todo lo que se ha conseguido a nivel deportivo mientras he estado de director de la Selección. Y a nivel personal, tengo la conciencia tranquila. He preferido estar un tiempo tranquilo y ahora puedo hablar sin ningún problema. No tengo que esconder nada, ni en un tema ni en el otro.

Soy una persona que se ha movido siempre en el mundo del deporte. Todo esto ha sido nuevo para mí. En el juicio ya expliqué un poco qué es lo que ocurrió y el porqué ocurrió. La sentencia, a falta de los recursos, ha sido favorable. Veremos a ver en qué termina esto, pero tengo la conciencia tranquila. Espero que haya justicia, como ha habido en esta última sentencia y pueda seguir mi camino. Con el tema de juicios, jueces, fiscalía y demás no me encuentro cómodo. Soy una persona del deporte. Pero bueno, en la vida al final hay que enfrentarse a cosas que van viniendo y afrontarlas.

Pues mire, voy con la verdad por delante. Usted y yo no nos conocíamos de nada. Es la primera noticia que escucho sobre que Relevo destapó aquello. Yo no estuve en Sídney ni estuve en ese avión. Decido hablar porque nos hemos conocido después, me ha parecido una buena persona y un buen periodista y me pidió la entrevista hace tiempo. Por eso la he hecho aquí. El resto, lo que destapen o no, las tramas y demás no van conmigo.

¿A nivel general? A nivel mundial. Llevo mucho tiempo en el deporte y al final, encontrar un medio totalmente imparcial, es muy difícil. Y que sea totalmente libre para decidir. Ha habido momentos en los que muchos medios han opinado de manera parcial o no de una manera honesta 100%. No leo mucho la prensa ni escucho demasiado la radio. Voy a mi bola, me dedico a mi familia, a mis cosas y a mi deporte. No tengo redes sociales. Estoy un poco abstraído de todo. Prefiero tener la menos información posible porque cuanta más tengas lo único que haces es perjudicarte. Cada vez se busca más el daño ajeno o las cosas malas y eso le lleva a uno a abstraerse de todo, a vivir su vida y al tener menos contacto con el exterior.

Eso sí, sí. Las miraba, las miraba... Hace mucho de eso. Uno, independientemente de lo que digan, sabe lo que ha hecho bien y lo que ha hecho mal. Antes, sin redes sociales, o leías el periódico del día siguiente o no sabías qué decían de ti. Pero no es una cosa que variara mi mentalidad.

Pues… Me encuentro. Hasta hoy, que ha salido otra vez el tema con lo de que la Fiscalía pide la anulación del juicio, y me he encontrado mal. Estaba relajado, creyendo que ya podía centrarme otra vez en mi vida, dejando un capítulo feo atrás. Pero parece que se va a revivir. Es incómodo, porque son mundos y situaciones en los que uno no se encuentra a gusto. Llegar a un juicio y que estén esperándote muchísimos periodistas en la puerta y haciéndote esas preguntas… Que piensas, '¿cómo puede estar preguntándome esto?'. Estas cosas te ayudan a madurar, a confiar menos en la gente y a hacer el bien en todo momento y ser un poquito más precavido. Al final te vuelves más introvertido y quieres saber menos de la gente.

Esta pregunta me la han hecho mis amigos, pero es que a agua pasada...: ¿te arrepientes de haber ido a Ibiza a hablar con Jenni? Con todo lo que ha ocurrido y siendo como soy, me siento orgulloso de haber ido. Y en paz conmigo mismo. Y le digo por qué. Porque al final, era una amiga mía. Y si yo, estando en Ibiza tranquilo y sabiendo que podía haber algún problema para el presidente o para ella, que era amiga, pues… En ese momento no se sabía que podía pasarle algo mal a alguno de los dos, a los dos o a ninguno y pensé que podría hacer algo porque conocía a ambos. Si por ejemplo el problema llega a ser con Luis y con otra jugadora de la Selección, Aitana por ejemplo, a la que no conozco de nada, pues yo no hubiera intervenido. Yo era el director de la masculina. Entonces intento dialogar porque yo ya estaba en Ibiza de casualidad. Y veo si puedo ayudarla en alguna cosa como amigo. Es lo que he dicho en el juicio, pero porque yo soy así. Sin ninguna intención de nada más.

No, no. No me pidió nada. Yo ya estaba en Ibiza. Esos días Luis estaba hasta arriba. Yo estaba en Ibiza de vacaciones y por eso decidí ir al hotel. Nadie me lo pide. A lo mejor hubiera ido, Luis se entera e igual se enfada tal y como estaban las cosas. Fue una decisión mía propia.

Al final aquí habla y opina todo el mundo: amigos, familiares, abogados… Hay de todo, pero la decisión es de una persona. Nosotros no estamos en la cabeza de esa persona, que es el juez. Creo que ha sido imparcial y justo. Para la otra parte no, y está en su derecho a recurrir. Hemos explicado todas nuestras versiones. Y si hay otro juicio explicaré la misma versión porque es que no hay otra. Si digo cosas que no he dicho en el primero, me las estoy inventando.

Recuerdo un momento en el que mi abogado me comunica que hemos sido absueltos... y se quita un peso muy grande de encima. Esa es la verdad. Estaba en el coche, de camino a buscar a mis hijos al colegio, e hice tres llamadas a las personas más cercanas y que más quiero para decírselo.

Por supuesto que sí.

He llorado porque esto no es una cosa que se sufre a nivel individual, sufren todos los que hay a tu alrededor. Y hay veces en las que he sufrido mucho, como cuando estaba en el Newcastle y no jugaba, y mi gente ha estado ahí. Mi novia en ese tiempo, la primera. Aun así, he pasado momentos malos, pero yo me los como y yo me los gestiono. El problema es que esto… Aunque la gente más querida y más cercana te quiera dar siempre ánimos y te dicen que estés tranquilo, como mis padres, mi mujer y mis hijos, pues lo pasas mal. Entonces, es una liberación. Lloré más por su alegría que por mí porque yo estoy preparado para lo que venga.

Siempre intento abstraer a mis hijos porque tengo gemelos de 15 años y otro pequeño de 13. Y cuando sale toda esa información llegan y te dicen 'papi vas a ir a la cárcel'. Y claro... Yo me fui informando y les compartía cosas, porque de estas cosas no sabes, pero si no te piden más de dos años de condena es imposible entrar en la cárcel. Pero ellos no lo entienden. Y luego en el colegio, pues a ellos también se lo comentan. Y los amigos, a los familiares. Yo no tenía experiencia a nivel judicial, porque no he ido a un juicio en mi vida, pero con el paso de los días te das cuenta que siendo grave, no hay casi opciones de cárcel. Pero estos ocho meses de sufrimiento ya los llevas en la mochila sin haber hecho absolutamente nada. Y encima está el juicio mediático, el juicio público… Los amigos te dicen que estés tranquilo, pero luego hay gente que dice barbaridades y que no dicen la verdad. Como futbolista ya estaba más habituado a la mentira o a que no se corroboren las cosas como son. Por eso lo he gestionado mejor que las personas que me rodeaban.

No. De mil opciones, 999 era que no. Había una posibilidad, pero incluso con lo que me pedían no se entra en la cárcel. Pero lo que sale es un titular feo y hay que saber gestionarlo. Te ayuda a madurar. Luego, eso sí, cuando te absuelven no hay titulares igual de grandes para anunciarlo. Vende más lo malo que lo bueno. Vende más una polémica, como en lo deportivo, o una discusión en un vestuario que un buen entrenamiento o un estudio de un futbolista. Así somos.

No lo he hecho nunca porque si me acerqué a ellas en Ibiza fue para eso que me está diciendo. Hablar en primera persona. Saber lo que pasaba en primera persona. 'Jenni, ¿qué está ocurriendo? ¿Qué tal estás? Aquí tienes un amigo', como se lo dije a su amiga. 'No vengo como director, vengo como amigo tuyo. ¿Te puedo ayudar en algo? ¿Qué es lo que ha ocurrido?' Como sabe, yo no estaba en el avión, no estaba allí. Quería que me explicara y ver en qué le podía ayudar. Y decirle 'Jenni, aquí tienes mi apoyo'. Pero no tuve esa ocasión ni esa oportunidad.

Yo quiero hablar con ella. Hablamos para felicitarla como campeona del mundo. Y cuando pasó lo que pasó ya no hubo comunicación con ella.

Sí. Mire... No soy una persona rencorosa. Está claro que ha hecho mucho daño a personas y si yo en algún momento le he hecho daño a ella, pues le pido disculpas. Nunca ha sido mi intención. El futuro dirá. Lo que sí le puedo decir es que yo la conciencia la tengo tranquila. Si volviera a lo que antes me ha dicho usted, de si actuaría igual, yo creo que sí. Porque usted y yo ahora somos conocidos, en un futuro podemos ser amigos y a lo mejor tiene un problema con otro amigo y le diría 'Alfredo, ¿puedo ayudar en algo?'. Y a mi otro amigo. Al 50%, no tirando más para usted ni para mi, sino igual para los dos. A mí me han enseñado que tengo que ser así. Y eso hice.

'Jenni, esto se nos ha ido de madre'. Lo diría. Pero no sé, según con la actitud con la que ella viniera.

Hombre, no. Porque hay mucho daño y eso es lo que ha sucedido. Y al final ya no puedes volver a ser amigo, pero bueno... Yo lo dije en el juicio, en el que por cierto no podías explicarte mucho, porque al final el juez decía 'vamos a lo que vamos'. Pero es que la amistad con Jenni era grande. Su gestor era el mío. A todos esos sitios a los que yo le mandaba, de Iberdrola, de ayuntamientos... lo hacía con mi gestor. Porque me decía: 'A ver, es que las cosas a las que me estás mandando, estoy ganando dinero. Y claro, ¿cómo lo cobro esto?'. Y yo le respondía: 'No puedes cobrarlo. Te pongo con mi gestoría de Terrassa y que te digan qué es lo que tienes que hacer: pide un papel en La Caixa, necesito tu número de cuenta, pásame tu DNI...'. Y lo ha hecho con mi gestor de toda la vida. De toda la vida. Entonces... Es más que eso que salió a la luz pública de Ibiza. Yo para que un conocido pueda entrar en Ibiza, si le puedo hacer un favor, se lo hago. Y mi gestor personal de toda la vida se lo doy a un amigo o amiga. Jenni estuvo mucho tiempo haciendo cosas con mi gestor.

Sí, cambian las cosas. A mí lo que no me sorprende es lo Ana [Ecube], su amiga. Porque mi conversación, Alfredo, es como la que estamos teniendo ahora, totalmente: le dije 'estoy aquí para ver si necesita algo Jenni'. Y ella me dijo que estaba en un momento que no quería hablar con nadie, pero que con la amistad que teníamos, que en el mensaje se ve, le había dicho que bajara ella. 'No tengo problema, Ana, trasládale que estoy aquí para lo que haga falta, que si la puedo ayudar que no venga'. Y por eso al final nos damos los números. Y luego la oigo a hablar en el juicio de que yo le había ofrecido trabajo, de que voy a coaccionarla... Eso fue todo. Adónde puede llegar la vida o cómo cambiar una versión. Porque si yo te he coaccionado, si yo te he ofrecido trabajos, no me dices al día siguiente de vernos en Madrid a tomar un café como estamos tomando en este momento mientras hablamos, no quieres saber nada de mí. Que yo luego tengo unos mensajes desafortunados por lo que me dice Ana, pero ella es la que se pone otra vez en contacto conmigo y me dice: 'Albert, seguramente estás decepcionado con el comunicado de Jenni, pero fue un placer conocerte. Cuando esto se tranquilice nos tomamos un café en Madrid, yo te lo explico todo'. Y yo es cuando luego le contesto mal, que me equivoqué, pero su primer mensaje es sensacional y es porque la última imagen que ella se queda conmigo es de una gran persona.

Sí, pero sobre todo con Ana. Le diría: 'Tú me conociste ese día, me dijiste estas palabras. Y lo puedo jurar por mis tres hijos'. Y contestó: 'Estás más sorprendido porque no has venido en plan de atosigar como todo el mundo, has venido en plan de buena fe, por eso voy a hablar con Jenni, a lo mejor mañana desayunamos', Ah, perfecto, yo me marcho. Y eso es así, 100%. Todo lo demás no es verdad.

No, porque yo las tengo dentro de la cabeza. No se me olvidan. Cuando se cortan partes de una conversación larga...

Sí. Me arrepiento, porque esos son mensajes sin contar hasta cien, en caliente.

Sí, a veces sí que tendría que contar hasta cien en ciertas reacciones. ¿Si volviera para atrás lo contestaría así? A lo mejor no, pero claro, es una bola tan grande que ya no... A lo mejor hubiera mandado un mensaje, 'pues mira, disculpa por este mensaje', pero ya no se puede... Ya no se puede cambiar ese tema. Me arrepiento, porque esos son mensajes sin contar hasta cien. Todo esto te hace cambiar y ya voy a lo mío.

¡Es que Luis era el presidente! El director en su periódico será el mandamás, y al final a todos, como en una escala piramidal, unos dan las directrices y otros hacen las cosas con cierta libertad, pero siempre el que manda está arriba del todo. Luis era una persona que dejaba trabajar. En el marketing o lo que fuera y yo tenía total libertad para hacer en el tema deportivo. Él me hace director, no director deportivo, director, porque aparte de la Selección yo me encargo del cuerpo médico, de los fisios, de utilería, de viajes... Yo soy director total. Fútbol base, todo. En el año y pico que estuve ahí, no había ninguna orden de lo que tenía que hacer, ni a quién tenía que poner, ni a quién tenía que quitar. Nadie.

Yo estoy en Ibiza. Ni estoy en Sídney ni el avión. Yo luego viajo a la Asamblea aquella tan sonada. No tuvimos contacto con Luis. Y una cosa: yo llego a la Federación y Luis no era mi amigo. Luis se pone en contacto conmigo porque en los medios de comunicación le han hablado de mí y me quiere tener cerca de él en la presidencia. Y un poco viéndome cómo trabajo, cómo me desenvuelvo y lo que ocurre en Catar en el Mundial 2022, pues me dice: 'Quiero que ahora seas director de la Selección'. Nunca habíamos jugado juntos. Habíamos jugado en contra. Y no nos dábamos porque él era lateral izquierdo y yo jugaba en la zurda, que si no... Yo cuando estuve en el Mallorca, él estaba en el Mallorca B, pero no coincidimos nunca. No pueden decir que entré por ser su amigo. Él preguntó mucho por mí y yo estaba en los medios. Yo comentaba partidos en televisión, hacía resúmenes y cuando me hace la propuesta digo 'bueno, tenemos que hablarlo'. Nos reunimos un día y le dije que necesitaba unos días para pensármelo y luego le contesté que OK.

Hoy en día, menos. Esto me ha enseñado muchas cosas. Lo que opinan los demás... Si tienes que vivir tu vida por lo que opinan los demás, entonces estás cada día en alerta. Me preocupa cómo estoy a nivel mental y los míos. Ya está. Lo que sí es que llevo una mochila, que pase lo que pase, ya... He salido absuelto, pero esta mochila la lleva uno para siempre. Ninguna federación se ha querido meter ahora en un problema conmigo y ficharme. Estoy seguro que si no hubiera esto de Jenni, primero seguiría al frente de la Selección y segundo tendría a elegir en qué federación querría trabajar. ¿Por qué? Porque hemos ganado de una manera espectacular.

Ofertas no, porque como estaba el juicio en marcha... Pero ya le digo que sí he tenido reuniones en las que se preguntó sobre mi situación y estaban deseando ver cómo acababa el juicio y cuáles serían mis pretensiones de si estaría dispuesto a fichar. Y ahora que parecía que se acababa todo, pues ha empezado otra vez la agitación.

Al final, para que haya una coacción, tiene que haber una conversación y jamás la hubo. Con eso le contesto. Al juez no lo conozco de nada más que el resto que habéis estado en la sala en el juicio o lo habéis seguido por streaming. Lo he visto sentado desde una silla y las únicas palabras que he tenido con él es cuando iba a explicar lo de Jenni que me dijo 'vale, ya sabemos que sois amigos, continuemos'. Eso es lo único que he tenido con el juez. Cuando cerró la sesión, nosotros salimos por una puerta y él por otra. Jamás he intercambiado nada con él.

He jugado en partidos en Grecia, en Turquía, en Croacia, que el partido empieza más tarde por el humo, en sitios donde los vestuarios parece que se van a caer... Y lo prefiero mil veces. ¿Por qué? Porque esa situación de un estadio sé que la controlo. Yo confiaba mucho en mis posibilidades y me motivaba todo eso. Lo otro es una situación que no controlo. Entonces lo único que quería es que pasara, estar callado, decir mis hechos de lo que ocurrió e irme a casa.

Yo llegué sin conocerlo, se puso en contacto conmigo, le dije que me lo tenía que pensar y entré a la Federación siendo mi jefe. Y hasta su último día en la RFEF, cuando él salió, era mi jefe y mi amigo, porque me ha demostrado muchas cosas.

Sí.

Sí.

¿Quiere que le recuerde sus logros federativos?

Aprendí que en los momentos de máxima presión sacaba su mejor versión. Por ejemplo, con la Supercopa. ¿Cree que a la Federación no le gustaría que se jugase en España? Pero fuimos a Arabia Saudí porque ese dinero es para el fútbol español. Que antes se facturaba 600.000 euros y los clubs que participaban decían que estaban en pretemporada, en Miami, que no podían en esa fecha.... Fue una idea de Luis Rubiales. Nadie más. Y así lo equipos más pequeños tienen la oportunidad con esa final four y se cobran 40 millones de euros en una competición que otros países están copiando para distribuir el dinero, como aquí, entre los clubes participantes y para darlo a los más humildes que dependen de las territoriales. Ojalá se pudiera jugar en el Bernabéu y facturar ese dinero y que lo disfrutaran in situ los españoles, pero hay que ir allí por el bien del fútbol español y por el bien del fútbol más humilde.

Escuchas cosas, pero la gente que conoce a Luis es como presidente. Yo le conozco a nivel personal. No bebe ni alcohol. Yo me tomo mi copa de vino en la comida y, alguna vez, un gin-tonic. Él no bebe. No ha tomado nunca nada. La reacción, pues al final como presidente, con el pico y con la reacción que tuvo en el palco, pues ya vemos la que se ha montado. Qué pienso, con todo lo que ocurrió, es una opinión personal.

¿Qué? ¿Quién? ¿Luis pedirme dinero? En la vida. Salió en todos los medios de comunicación que hicimos una compra de un edificio que se ha vendido, pero con nuestro dinero propio, sin la Federación. Yo tenía un tanto por ciento de ese edificio, pero yo puse mi dinero a nivel personal, Luis el suyo y otra más gente que había, pero nunca me ha pedido mi dinero.

Se vendió aquello y eso está fuera. Totalmente fuera. Pero no porque hubiera que esconder nada, si no como esto de Jenni... La bola se hizo muy grande y decidimos que lo mejor era no seguir para que no hayan malos entendidos. Fuera.

No puede haber algo positivo. Si nos ceñimos a todo lo deportivo, todo ha sido bueno y al final hoy en día todo es malo. En mi época como director creo que ha sido inmejorable. Las decisiones que tomé creo que fueron muy buenas, pero hoy en día la gente te conoce más por cosas extradeportivas.

Ninguno que me haya sorprendido. Lo que sí me ha pasado es que, cuando salió la sentencia, ya se lo puedo decir, es el día que más mensajes de apoyo he recibido. Por suerte en el mundo del fútbol he tenido momentos muy bonitos. Se me bloqueó el teléfono. Mucha gente lo estaba deseando.

De nadie que me sorprenda. Muchas veces se agradece que pasen estas cosas porque sabes dónde se pone cada uno.

No.

Hablé con él ahora una semana, pero no sobre el tema este. Y aparte, lo que hable con De la Fuente, con el que he tenido muchas diferencias, queda entre él y yo. Pero por ejemplo, el día que fue a declarar al juicio, yo no fui porque tenía permiso del juez de acudir los días en los que yo estuviera involucrado. Con De la Fuente hablamos lo menos posible del tema Selección. Y el tema Jenni tampoco lo tocamos.

Hablé con él también y...

*En la segunda parte de esta entrevista, Luque pasa revista a todos los temas deportivos, muchos de ellos inéditos y con intrahistorias de lo más reveladoras, y habla con detalle de muchos nombres propios: los que le hacen sentirse campeón de Europa pese a no estar en Alemania, los que le sentenciaron en la RFEF, los amigos que conserva en el vestuario de la Selección, algún otro con el que rompió...