SEPAHAN - AL-ITTIHAD

El Al-Ittihad de Benzema o Kanté se niega a jugar por un busto de un militar iraní

El partido ante el Sepahan de Champions asiática fue suspendido tras la negativa del equipo árabe por su relación geopolítica con Qassem Soleimani, un general asesinado por Estados Unidos.

Kanté, en el campo del Sepahan./AL-ITTIHAD
Kanté, en el campo del Sepahan. AL-ITTIHAD
Jonás Pérez

Jonás Pérez

Karim Benzema, Fabinho, Kanté o Luiz Felipe desembarcaron el Al-Ittihad con el objetivo de seguir disfrutando del fútbol y recibir una suculenta cantidad en sus cuentas corrientes. Sin embargo, probablemente no esperaban que a lo largo de su estancia vivieran episodios como el de este lunes. Los jugadores árabes se han negado a disputar el partido de Champions asiática contra el Sepahan por la presencia en el estadio de un busto del militar iraní Qassem Soleimani, una figura de enorme relevancia en Irán y que fue asesinado por Estados Unidos en el año 2020.

Los que fueran grandes estrellas europeas años atrás se han visto salpicados por un incidente que vuelve a demostrar que fútbol y política siempre van de la mano. Al apreciar la presencia del busto en el estadio, el club visitante se negó a participar. Mientras, la hinchada que abarrotaba las gradas ofreció un espectáculo de luz y color para tratar de alentar a los suyos, que calentaban sobre el terreno de juego. Minutos más tarde se tomó oficialmente la decisión de suspender el encuentro, aún con una incógnita de resolución.

La Confederación Asiática debe tomar la decisión de entregar los tres puntos al Al-Ittihad, al Sepahan o programar el encuentro para una nueva fecha. Kanté y los suyos (Benzema no estaba en la convocatoria) pidieron la retirada del busto para jugar con total normalidad. Sin embargo, el rival se negó, dando lugar a este conflicto que desembocó en la suspensión definitiva.

Pero ¿quién es Qassem Soleimani para que haya irrumpido con tanta fuerza tres años después de su muerte en un estadio de fútbol? Las informaciones de los conflictos en Oriente Medio suelen contar con diversas perspectivas en función de la nacionalidad de los medios en cuestión o las versiones de los diferentes gobiernos.

Qassem Soleimani fue un general iraní que falleció en un ataque aéreo estadounidense con drones en Bagdad. La ofensiva fue una orden de Donald Trump, que tuvo consecuencias. El Gobierno iraní anunció una venganza contra Estados Unidos por la dolorosa pérdida del que era una de las figuras más influyentes del país. Desde entonces, se han sucedido los homenajes sobre su persona, como el ascenso a teniente general a título póstumo, o, en términos futbolísticos, el busto en el estadio del Sepahan.

El alto cargo militar era considerado como uno de los mejores estrategas de Oriente Medio y uno de los principales combatientes del Estado Islámico. Su prestigio internacional llegó con la Guerra de Siria, donde se encargó de coordinar los frentes en Siria y en Irak contra los rebeldes y la participación bélica de grupos terroristas.

También fue partícipe de reuniones apaciguadoras para tratar de reconducir la relación geopolítica entre Irán y Arabia Saudí, que le consideraba uno de sus principales enemigos. De hecho, su muerte fue festejada por los medios de comunicación árabes, aunque el Gobierno se mostró en una posición más prudente, dada la magnitud de la situación.

Pero es un secreto a voces que la posición de Qassem Soleimani nunca había sido cercana a la de Arabia Saudí. Tanto que, años después, sigue estando muy presente. Por ejemplo, el pasado mes de junio, tras una reunión entre Irán y Arabia Saudí, los iraníes colocaron un marco con una fotografía de su general en la sala de conferencias. La delegación saudí se negó a comparecer hasta que esta no fuese retirada.

Uno de los puntos más tensos en la relación entre Soleimani y Arabia Saudí se dio en 2019. Entonces, un grupo terrorista atacó con drones unas instalaciones petroleras saudíes, causando enormes daños al país. El general iraní elogió a Houthi, el causante del incidente, por aquello. Las milicias hutíes rindieron homenaje a Qassem Soleimani en repetidas ocasiones tras su muerte.

Antes, en 2018, había pronunciado públicamente lo siguiente: "Arabia Saudí ha vendido su alma a Estados Unidos". Pese a que a posteriori participó en negociaciones con el Gobierno saudí por el entendimiento entre ambas regiones, su figura continúa muy presente en ambos países. Hasta el punto de que Sayyed Hassan Nasrallah, secretario general de Hezbolá, ha acusado públicamente a Arabia de ser cómplice del asesinato de Soleimani. Un conflicto de enormes dimensiones que también se ha pasado al fútbol. Y lo han sufrido los que hasta hace nada eran grandes referencias del fútbol europeo: Benzema, Kanté, Fabinho...