Descubriendo el día a día de Iker Casillas: empresas, pádel, viajes, hijos y 'retiros' en su pueblo

'No todo vale', resaltaba Iker Casillas en un comunicado que empezaba recordando que desde los 14 años se ha desempeñado como profesional del fútbol. Hasta su retirada, obligada y cruel por lo que ya todos saben, hace cinco años, el exguardameta ha seguido creciendo como empresario y desarrollándose en distintos puestos, como contaba Relevo. El último, el que anunció hace apenas unos días, cuando se oficializó su cargo de vicepresidente de AFE. Por sus oficinas de la Gran Vía madrileña lleva semanas pasándose mucho antes de que entrara a formar parte de la asociación, ya sea para reunirse con su amigo David Aganzo o con el resto del equipo. A ello se suma su presidencia de la Fundación Real Madrid, del club 1K FC de la Kings League y su rol como embajador icono de la Liga, entre otros cometidos privados que comenta en el propio comunicado.

Desde hace semanas Iker está siendo protagonista de la prensa del corazón, atribuyéndole numerosas relaciones amorosas y especulaciones que atentan contra su privacidad, esa que lleva años intentando mantener, sobre todo por el bien de su familia, y en especial de sus hijos. Por ello, el madrileño ha explotado y ha hecho saber que va a emprender acciones legales contra todos esos medios y personas que están difamando su imagen y honor sin reparo alguno. Mientras intentan catalogarle como alguien que sólo se dedica a una vida cargada de desenfrenos y mentiras, lo cierto es que, gracias a ese hermetismo con su vida privada, ha conseguido que no se conozca realmente cuál es su día a día.

Desde que se separó de Sara Carbonero, con la que mantiene una muy buena relación (juntos emitieron otro comunicado en septiembre, cuando se publicaban ciertas informaciones que afectaban a sus hijos, en el que defendieron el mismo lema de 'Los niños no se tocan'), Iker reside en la urbanización de La Finca de Pozuelo. Cuando sus compromisos no le hacen viajar fuera de Madrid, que es rara la semana que se lo permiten, se combina los tiempos con la madre de sus hijos para llevarlos al colegio y, a continuación, realizar un entrenamiento personal en un centro deportivo.

Más tarde se dirige a las oficinas del Real Madrid en Valdebebas. En esa ciudad deportiva acude casi cada fin de semana para ver a Martín y Lucas, ambos porteros de las categorías inferiores del club blanco, y trata de no perderse ninguno de los partidos de sus hijos. También se desplaza cuando juegan fuera y a torneos que se celebran en otras provincias, como en Gerona o Barcelona, donde se le ha visto en más de una ocasión, enfundado en una gorra, bufanda y gafas de sol para pasar lo más desapercibido posible y así, también restar presión sobre sus hijos, que han decidido, por ese mismo motivo, prescindir del apellido Casillas en sus camisetas. Por las tardes es normal verlo recogerles del colegio y acompañarles a los entrenamientos, o se acerca hasta su propia oficina en Pozuelo, residencia de su fundación y empresas inmobiliarias, de marketing y de inversiones. Cuando no debe cumplir con otros compromisos publicitarios y solidarios.

El de Móstoles es además un gran aficionado al pádel, lo practica semanalmente con amigos o exfutbolistas, participando en diversas competiciones nacionales e internacionales junto a Raúl González, Fernando Llorente, Gabriel Heinze o David Villa. Con ellos coincide en partidos de veteranos y leyendas, añadiendo más viajes, como el último a Turín en el que se le pudo ver recordando viejos tiempos con Buffon, o bromeando en otras ocasiones con Cannavaro y Roberto Carlos. Con sus excompañeros asistirá al próximo Clásico de leyendas que se disputará en Puerto Rico en el mes de marzo.

Casillas suele acompañar al Real Madrid en los desplazamientos de Champions y, si está en la capital, acude al Santiago Bernabéu a menudo de incógnito, sentado en la grada como uno más y alentando con sus amigos, que siguen siendo los de toda la vida. A ellos se ha sumado el doctor Ángel Martín, e Iker intenta no faltar a las cenas y celebraciones que organiza en su casa, como la de este pasado fin de semana, donde coincide con famosos de toda índole como Alejandro Sanz, Luis Figo, Miguel Torres, José Mercé, Paula Echevarría, Rafa Nadal… Es ahí donde Iker se muestra relajado, alejado de los focos y donde deja de ser Casillas para ser el chaval de Móstoles que logró cumplir todos sus sueños. Esos que han unido a una exposición pública de la que es consciente, y así lo admite en el comunicado, aunque no por ello considera que no pueda llevar una vida normal. Su gran anhelo.

Por ahora, parece que el único lugar en el que puede llevar a cabo su deseo es en su pueblo de Ávila, Navalacruz, allí donde no acceden las cámaras ni los intrusos y es uno más; donde organiza fiestas de cumpleaños, disfraces, con orquesta y paella para todos, para celebrar, junto a los suyos, que a veces puede seguir Iker. Simplemente eso, porque no todo vale.