EUSKADI 1-URUGUAY 1

Álvaro Djaló se estrena en San Mamés con Euskadi en una fiesta futbolera y reivindicativa

El flamante fichaje del Athletic fue uno de los protagonistas en la vuelta del combinado vasco a un San Mamés que congregó a 35.461 espectadores

Álvaro Djaló celebra el tanto que marcó frente a Uruguay. /Afp
Álvaro Djaló celebra el tanto que marcó frente a Uruguay. Afp
José Luis Lorenzo

José Luis Lorenzo

No era el Estadio Centenario de Montevideo, pero los aledaños de San Mamés, unas horas antes de la contienda, parecían los del campo donde Uruguay juega sus partidos como local. Se veían miles de camisetas celestes que portaban los incondicionales del combinado charrúa en un escenario diferente para ellos. También se veían muchas 'remeras' de Peñarol y Nacional, todos juntos en amor y compañía cantando por una selección, la de Uruguay, que volvía a Bilbao más de 20 años después. Lo hacía a los mandos de un viejo conocido por estos lares como es Marcelo Bielsa, cuyo recuerdo permanece imborrable en el seno de la afición rojiblanca. Él fue uno de los protagonistas de la jornada festiva vivida en San Mamés. Para él fue una de las ovaciones de la noche cuando. Pero para ovación atronadora la que se llevó Álvaro Djaló, primero cuando su nombre fue anunciado por megafonía, y más tarde cuando, a falta de un minuto para el descanso, llevó el éxtasis a la grada de San Mamés con un golazo. El flamante fichaje rojiblanco se estrenó a lo grande con la Euskal Selekzioa y en el que será su campo la temporada que viene.

Ambiente previo al partido en San Mamés.RELEVO

Lo dicho, hacía más de 20 años que el santuario rojiblanco no daba la bienvenida a la Euskal Selekzioa. De hecho, el último partido del combinado vasco en territorio vizcaíno se disputó en la vieja Catedral. Aquel 27 de diciembre de 2003, el equipo por entonces dirigido por José ángel Iribar se impuso por 2-1 a Uruguay gracias a un doblete de Jon Pérez Bolo, actual entrenador del Burgos en Segunda División. El portero de aquella selección era Imanol Etxeberria que hoy ha hecho las labores de entrenador de porteros, puesto que ocupa en el filial del Manchester City. Mucho ha llovido desde entonces y las cosas han cambiado. Dicen que cualquier tiempo pasado fue mejor y en el caso de la selección de Euskadi no cabe la menor duda. Solo hay que hacer una comparativa de los jugadores convocados hace 20 años a la que se ha visto obligado a llamar Jagoba Arrasate, que no ha podido echar mano, con todo el respeto a los seleccionados, de los mejores hombres del fútbol vasco actual.

Aquel 27 de diciembre, la selección vasca formó de inicio con el anteriormente mencionado Imanol Etxeberria. Junto al portero de Bergara jugaron Javier Olaizola, Agustín Aranzabal, Luis Prieto, Aitor Karanka, Carlos Gurpegui, Joseba Etxeberria, Mikel Aramburu, Bolo, Yeste e Igor Gabilondo. Asimismo, tuvieron sus minutos Riesgo, Iraola, Karmona, Del Horno, Tiko, Garitano, Guerrero y David Karanka. Titulares de renombre y reservas de postín. Pero todo eso forma parte del pasado. Hoy, la Euskal Selekzioa no tiene el reclamo de antaño. Es cierto que entre lesionados, los convocados por sus selecciones, los que tenían jornada de Segunda y que la final de la Copa de Rey está a dos semanas vista, no han dejado mucho margen de maniobra a Jagoba Arrasate que, sinceramente, ha hecho lo que ha podido. Bueno, lo que le han dejado.

Los jugadores de la Euskal Selekzioa celebran el gol de Djaló.  Efe
Los jugadores de la Euskal Selekzioa celebran el gol de Djaló. Efe

Pese a todo, había ganas de ver en acción al combinado. Los aledaños de San Mamés no eran el hervidero clásico de cuando juega el Ahletic, pero ni mucho menos estaba vacío. Se notaba ambiente de fútbol, ambiente de día especial. Tampoco San Mamés fue esa caldera que atemoriza a los rivales cada quince días, pero se hizo oír. Y mucho. También rugió en esta ocasión para dar la bienvenida a los suyos, entre ellos a Marcelo Bielsa y a Álvaro Djaló, que sintió por primera vez el cariño de los que van a ser sus aficionados a partir de la temporada que viene. Pero no fueron los únicos. Todos y cada uno de los que lucieron la zamarra verde de Euskadi percibieron el calor de una afición entregada a la causa a lo largo de los 90 minutos.

No sonó el himno del Athletic, pero sí hubo ruido de txalaparta al inicio. Después llegaron los de Uruguay -impresionante cómo lo cantaron a capela los miles de aficionados que se han acercado a San Mamés- y el 'Gora ta gora' de Euskadi. Las gradas de San Mamés se poblaron entonces de ikurriñas, entremezcladas también con banderas y bufandas del Athletic. La Euskal Selekzioa jugaba en casa y así se lo quisieron hacer ver a los jugadores desde el pitido inicial. Se escucharon clásicos como el 'Txoriak Txori' de Mikel Laboa o el 'Ikusi mendizaleak' de Oskorri. Y no podía faltar un clásico en este tipo de partidos como 'español el que no bote, eh, eh…'. Todos los presentes disfrutaron de una jornada de fútbol al tiempo que reivindicativa. Todos los integrantes de la Euskal Selekzioa, incluidos los miembros del cuerpo técnico, antes de que comenzara el duelo, posaron con una pancarta a favor de la oficialidad.

Debut goleador del león Djaló

Deportivamente hablando, el encuentro entre la Euskal Selekzioa y una Uruguay repleta de suplentes sirvió para ver por primera vez en acción en San Mamés a Alvaro Djaló, que no pudo tener una mejor carta de presentación. El todavía jugador del Sporting de Braga, fichado ya por el Athletic Club hasta 2029, llevó el éxtasis a la grada de San Mamés con un golazo marca de la casa. Controló dentro del área tras un centro de Gorosabel y el futbolista se zafó de Bruno Méndez y de Nicolás Marichal en una baldona para poner el balón muy lejos del alcance de Franco Israel. La celebración, como no podía ser de otra manera, por todo lo alto. Todos sus compañeros fueron a abrazar a un futbolista que, visto lo visto, puede convertirse en un ídolo de masas de la afición rojiblanca que ya sabe cómo se las gasta el nuevo león.

Furon muchos los aficionados de Uruguay que animaron a su selección en San Mamés.  Efe
Furon muchos los aficionados de Uruguay que animaron a su selección en San Mamés. Efe

Hubo momentos en los que parecía imposible de parar para los defensores charrúas que tuvieron que emplearse a fondo, lo que soliviantó a los seguidores locales que vibraban con un futbolista eléctrico. Eso sí, acalambrado de tantas carreras y también quizá de los nervios de un día de tantas emociones, se vio obligado a abandonar el terreno de juego a falta de 20 minutos para el final. La ovación no la olvidará, seguro. 'Que bote, que bote, que bote San Mamés', gritaba la grada, cuyos decibelios subieron tras un ririrafe entre Dani García y Canobbio. Antes de todo esto, nada más comenzar el segundo tiempo, Vecino marcó el tanto de la igualada. El empate a uno fue lo de menos. El partido de hoy será recordado por el regreso de la Euskal Selekzioa a San Mamés y por estreno a lo grande de Álvaro Djaló en el que será su nueva casa la temporada que viene. San Mamés se puso en pie para despedir a sus héroes. El día lo merecía.

- FICHA TÉCNICA:

1- Euskal Selekzioa: Agirrezabala (Aitor Fernández, min. 46), Gorosabel (Olasagasti, min. 77), Pacheco, Aritz Elustondo (Agirregabiria, min. 77), Imanol, Guevara (Dani García, min. 46), Vesga (Oier Zarraga, min. 46), Iván Martín (Moncayola, min. 46), Sola (Roberto Torres, min. 46), Álvaro Djaló (González de Zárate, min. 77), Adu Ares (Villalibre, min. 46)

1- Uruguay: Francisco Israel, Varela (Nández, min. 65), Méndez, Marichal, Olaza, Vecino (Betancur, min. 65), Zalazar (Giorgian de Arrascaeta, min. 65), Fonseca (Ugarte, min. 82), Torres, Canobbio, Luciano Rodríguez

Goles: 1-0: Djaló (min. 44); 1-1: Vecino (min. 46)

Árbitro: De Burgos Bengoetxea

Estadio: 35.461 espectadores en San Mamés