FC BARCELONA

Analizando la posible solución de Xavi para el pivote: Christensen de Busquets

El danés ya jugó de mediocentro y sería una solución de emergencia ante la falta de efectivos en esta posición.

Andreas Christensen podría ser una opción para el mediocentro. /AFP
Andreas Christensen podría ser una opción para el mediocentro. AFP
Albert Blaya

Albert Blaya

Cuando Sergio Busquets anunció su retirada fue como si el mundo volviese a empezar. Las reglas que existían hasta entonces, que parecían inalterables y seguras, se resquebrajaron de un plumazo, dejando sobre el tapete a un equipo intacto sin que nada volviese a ser igual. La marcha de un jugador que nunca cosechó premios y en sus últimos años ya no llegaba donde antes abrió una urgencia que medio año después sigue siéndolo: desde el staff ven como la falta de un mediocentro, al equipo hay muchas cosas que le cuesta mucho hacer. El paciente no es que no corra, es que tiene que reaprender a andar.

La derrota ante el Real Madrid sumada a la que el equipo sufrió ante el Girona, encajando un total de 8 goles y siendo superados en la mayor parte del partido, incapaces de juntarse para robar o para protegerse, evidenció algo que los buenos equipos suelen sacar a colación. Sin un mediocentro, alguien que ordene y mantenga su altura, el desorden existente sería imparable. Y aquí emerge la figura de Andreas Christensen, alguien que desde el staff se ve como una opción para poder ser la pieza de urgencia que de cierto orden al centro del campo cuando el equipo no tiene la pelota. ¿Tiene sentido?

Para entenderlo, hay que mirar lo que comentamos en este texto en el que se analizó los problemas del Barça sin pelota. Ni Gündogan ni De Jong son jugadores con capacidad para dominar la posición del mediocentro, el primero porque no tiene ni el físico ni la intuición y el segundo porque el cuerpo le pide moverse, defender al jugador y no el espacio. Girona y Real Madrid sacaron tajada de ello, y sin un Gavi que estaba viviendo al lado de Gündogan sus mejores partidos en el Barça, la necesidad de meter a otro jugador en esta línea es cada vez mayor.

Equipo muy pasico, con los dos mediocentros sin tapar el pase dentro ni la capacidad para saltar a presionar.  WYSCOUT
Equipo muy pasico, con los dos mediocentros sin tapar el pase dentro ni la capacidad para saltar a presionar. WYSCOUT
Christensen salta a por Bellingham porque ningún mediocentro lo referencia.  WYSCOUT
Christensen salta a por Bellingham porque ningún mediocentro lo referencia. WYSCOUT

El momento de Oriol Romeu obliga a Xavi a otra solución

Si el colectivo es incapaz de encontrar soluciones conjuntas para sobreponerse a la plantilla que tiene, sobre todo teniendo en cuenta que Oriol Romeu ha dejado de ser una opción para Xavi. Suma 109 minutos en LaLiga en los últimos 9 partidos y no ha disputado ni un minuto en la Supercopa tras ser titular durante el primer tramo del campeonato liguero. El Barça está jugando, o tratando de hacerlo, como si tuviese a un mediocentro cuando no lo tiene, queriendo defender de una forma cuando no cuenta con la pieza para ello. Si tu línea central, la que tiene que evitar perder altura y determinar a qué altura se es agresivo sobre el rival, no es capaz de hacerlo quizás lo más prudente es cambiar... o buscar un nombre nuevo que ayude a regresar al camino deseado.

Andreas Christensen ya jugó de mediocentro. Fue en el Mundial de Rusia de 2018 cuando se le vio por primera vez, momento en el que el danés tenía 22 años y lo hizo de forma sorpresiva ante la que terminaría siendo la campeona del mundo, Francia, en el último partido de la fase de grupos. Dinamarca logró empatar a cero, y Christensen cuajó un gran partido como mediocentro en un 4-1-4-1, bien posicionado, mordiendo en zonas interiores y evitando que el rival corriese. Han pasado muchos años y Christensen es ahora un jugador mejor, también distinto, pero hay indicios que apuntan a sus aptitudes en esta zona del campo.

Christensen posicionado en la zona del mediocentro, tapando un posible pase diagonal dentro.  WYSCOUT
Christensen posicionado en la zona del mediocentro, tapando un posible pase diagonal dentro. WYSCOUT
Christensen corta el envío, protegiendo bien su zona.  WYSCOUT
Christensen corta el envío, protegiendo bien su zona. WYSCOUT

El danés es un futbolista sobrio. En aquel encuentro, su paso a la medular sirvió para defender a un equipo que tenía su mayor virtud en Griezmann (jugando dentro), sumando para controlar recepciones y evitar pases que iban en ese sector. Christensen es un defensa que disfruta defendiendo, intuitivo y con una mentalidad proactiva que le facilita el anticipar y defender hacia delante. El Barça quiere presionar, defender siempre hacia arriba robándole metros y tiempo a quien tiene la pelota, y allí el mediocentro ejerce una función capital, de bisagra que sujeta y permite que el resto se mueva.

Francia sale en transición y Christensen acude a la cobertura.  WYSCOUT
Francia sale en transición y Christensen acude a la cobertura. WYSCOUT
Christensen llega a frenar la transición y evita que Francia pueda correr.  WYSOCUT
Christensen llega a frenar la transición y evita que Francia pueda correr. WYSOCUT

Christensen, pulcritud y capacidad de anticipar

El Barça está naufragando cuando el rival es capaz de juntar cinco pases para desordenar su primer intento de presión. Ni tiene jugadores que sepan reestructurar al resto ni cuenta con correctores más allá de los de la última línea, que se ven obligados a actuar muchas más veces de las que tocaría. Los centrales tienen que ganar duelos constantemente porque el centro del campo no orienta ni tapa, y ahí el defensa tiene que saltar lejos, aunque normalmente lo hacen sin demasiada fe, como si el impulso que les mueve fuese intuitivo.

Christensen no significaría nada más que un cambio de rol. En el fútbol nada teórico tiene un peso mayor que el que se le quiera atribuir. Lo que está claro es que las aptitudes de Christensen en esa posición sí tienen un valor real en aquello que el Barça flaquea: gana duelos, niega segundas jugadas y puede defender la profundidad. Quizás lo más importante fuera que Christensen liberase de recorridos tan largos a Gündogan, focalizando el talento del teutón en los últimos metros.

El reto más importante, y el que contiene más dudas, es cómo manejaría Christensen su rol con balón. El danés es un futbolista pulcro con pelota, tiene un gran sentido del espacio y sabe dividir, ganando metros y forzando al rival a saltar. Pero las dudas siempre residen en situaciones donde tenga que perfilarse, y solo Xavi y su staff sabrán si está preparado además de trabajar todas las situaciones y detalles micro que el cambio requieran. El nivel de John Stones en el City actuando cerca de Rodri fue clave para el devenir del curso, pero el secreto está sobre todo en que el jugador inglés interpretó e hizo suyo un juego al que no estaba acostumbrado. Ahí reside la gran labor de Xavi.

El equipo está en una situación límite porque tiene a jugadores viviendo en un limbo, incapaces de hacer aquello que se les pide e inhabilitados para brillar en los apartados que todos imaginan. Sin alguien que fije y sirva de apoyo, De Jong se diluye, Gündogan no llega donde debe, y si lo hace termina siendo un problema para el resto, y la presión, el lema fundacional del Barça de Xavi, es un imposible. El Barça necesita encontrar nuevos alicientes para volver a confiar. Si hace un año fue la inclusión de un centrocampista como falso extremo, este quizás se la de un central como mediocentro.