MIC FOOTBALL 2025

Arnau Bel, el portero 'viral' del 2013 nacido en Amposta que juega y se comunica con un equipo de Japón: "Formamos jugadores en academias como el Rayo, Real Sociedad y Celta"

En el MIC Football nacen futuros talentos, pero también historias apasionantes, como el caso de Arnau Bel, portero del Wakatake Group.

Arnau Bel, en el MIC. /MIC
Arnau Bel, en el MIC. MIC
Xavi Espinosa

Xavi Espinosa

¿Os imagináis ser el portero de un equipo de 10 japoneses? En el MICFootball, uno de los torneos de fútbol base más prestigiosos del mundo, no solo nacen futuros cracks, también surgen historias fascinantes. Este año, una de las más reconocidas ha sido la de Arnau Bel, un joven portero de tan solo 11 años, natural de Amposta (Cataluña), que se ha hecho viral por una razón muy poco habitual: juega con un equipo compuesto íntegramente por jugadores japoneses. Su equipo, el Wakatake B, se ha convertido en uno de los focos de atención del torneo. "Me llamo Arnau, tengo 11 años y juego con el Wakatake B, pero mi club es el Amposta", explica el pequeño guardameta, que vive una experiencia tan desafiante como enriquecedora. Su incorporación al equipo nipón se dio por necesidad: "Necesitaban un portero del 2013 y mi padre hizo los trámites", cuenta Arnau en Relevo.

Un equipo con ADN internacional

El Wakatake no es un equipo cualquiera. Forma parte del Wakatake Group, una organización japonesa con base en España dedicada a la formación integral de jóvenes a través del fútbol. Un proyecto que busca mucho más que resultados deportivos. Su filosofía se basa en el "Wakatake Way", que combina el desarrollo deportivo con valores como la educación holística, la responsabilidad personal, el compromiso social y una mentalidad global.

Entrevista a Arnau Bel, del Wakatake. RELEVO

Durante más de 20 años, el grupo ha desarrollado más de 200 programas internacionales, trabajando con jugadores jóvenes de todo el mundo. En sus filas han pasado canteranos de diversos equipos importantes del fútbol base español, como Yogo Ogawaji, jugador del Levante. "Hay jugadores de la academia del Wakatake que se forman con clubes españoles como el Rayo Vallecano, el Celta de Vigo o la Real Sociedad, entre otros equipos del fútbol español. Tenemos un convenio y se forman en estas academias. Por lo que hace al resto del equipo se ha hecho muchos kilómetros en avión para venir hacia aquí", comenta Arnau.

La aventura de Arnau con el Wakatake ha estado marcada por las diferencias culturales y de comunicación. "Jugar con un equipo de japoneses es diferente y raro, porque es difícil comunicarme. Al final en el Amposta hablo catalán, que es mi lengua nativa, y con ellos es complicado. El inglés lo saben un poco, pero no hablan español", afirma.

Además del idioma, también ha tenido que adaptarse a un estilo de juego más disciplinado y silencioso: "Es raro jugar con ellos porque son gente muy callada. No protestan tanto como los españoles y hay diferencias en el estilo de juego. El entrenador es de Japón y el segundo es español, aunque sabe un poco japonés. En los saques de esquina, mientras plantan el balón, digo el nombre de mi compañero y al dorsal al que tienen que ir. Nos comunicamos a través de los dorsales. He aprendido a decir Kon'nichiwa (Hola) y Sayonara (Adiós). Cuando quiero que me la pasen digo keeper o run para que salgan del área corriendo", dice entre risas.

El Wakatake fue una de las sensaciones del MIC. RELEVO

El atractivo japonés para el fútbol español

¿Pero por qué hay tantos japoneses jugando en torneos como el MIC? La respuesta va más allá del talento. Los clubes ven en Japón un país con gran potencial futbolístico y comercial, lo que ha abierto las puertas a iniciativas como la de Wakatake, que funcionan como auténticas fábricas de talento asiático en suelo ibérico. Los derechos de imagen, el mercado asiático y la disciplina de los jugadores nipones son elementos clave. Casos como los de Gaku Shibasaki, Eiji Kawashima, Hiroshi, Ibusuki o Takashi Inui o Takefusa Kubo, la joya japonesa de la Real Sociedad, son claros ejemplos.

El caso de Arnau Bel no es solo una historia de fútbol. Es un reflejo del futuro multicultural y global del deporte rey. Un niño catalán, defendiendo el arco de un equipo japonés en un torneo internacional, demuestra que el idioma universal del fútbol siempre encuentra la forma de hacerse entender.