REAL MADRID

El Real Madrid deja de ver al Barcelona como un problema en el campo y en el mercado: "Suficiente tienen..."

La directiva blanca considera que los blaugranas no pueden competir a la hora de fichar. También que su nivel deportivo cae mientras que Atlético o Girona mejoran.

Florentino Pérez y Joan Laporta, durante la última Supercopa en Arabia. /Real Madrid
Florentino Pérez y Joan Laporta, durante la última Supercopa en Arabia. Real Madrid
Jorge C. Picón

Jorge C. Picón

Hubo una época, no hace demasiado tiempo, en la que el FC Barcelona suponía un fuerte competidor del Real Madrid en el mercado de fichajes. Casi siempre presentaba batalla sobre el terreno de juego, pero su crecimiento a nivel deportivo y mediático le permitió convencer a muchas estrellas pretendidas por el club de Chamartín. Los blaugranas consiguieron arrebatarles a Ronaldinho, Villa, Dani Alves o Neymar. Pero en las oficinas de Valdebebas, esa época se ha acabado.

Los dirigentes del Real Madrid ven imposible que el Barcelona pueda pelear por los grandes jugadores del mercado. La experiencia de los últimos años les invita a pensar que han dejado de ser rivales a la hora de fichar, mientras que los millonarios proyectos de la Premier League cotizan al alza, con el Manchester City como principal peligro por poder ofrecer, además de dinero, un ambicioso proyecto deportivo. Un viejo conocido como Bayern o los billetes del PSG también plantean batalla, pero no el Barça.

El principal motivo es económico. La gestión de los últimos años ha sumido al conjunto catalán en una espiral de palancas, reducciones de salario y ajustes del presupuesto. De ahí que en varias ocasiones se haya visto afectado por la regla 1/4 que marca LaLiga cuando un equipo sobrepasa su límite salarial. Las cifras que marca el mercado para los grandes futbolistas -100 millones por Bellingham o 90 por Gvardiol, por ejemplo- son inalcanzables para ellos.

Los presidentes de Real Madrid y Barcelona participan en un acto previo a la final de la Supercopa.

Pero no se trata de sólo una cuestión financiera. Piensan que la imagen que proyecta al exterior le está lastrando a nivel mediático. El Caso Negreira, las palancas... Esto tiene sus consecuencias a la hora de fichar. Mantiene cierto peso, como demuestran las incorporaciones de Gundogan o Vitor Roque, pretendidos por otros grandes, pero cada vez menos.

Tres ejemplos en las últimas ventanas ponen de manifiesto esta situación. El primero, el de Haaland, quien descartó muy pronto al Barcelona de la pelea por su fichaje. Otros como Real Madrid, Bayern o Manchester City, quien acabó firmándolo, resistieron hasta casi el final. El segundo, el de Endrick. Las cifras que puso sobre la mesa Palmeiras hacían inviable su incorporación, por mucho que desde la Ciudad Condal insistiesen en colocarse como candidatos. El último, Arda Güler, quien cambió a última hora de parecer cuando lo tenía todo acordado con el Barça para marcharse al Bernabéu.

A nivel deportivo, la perspectiva del Real Madrid también ha cambiado. El Barça ha perdido nivel, empezando por la salida de Messi, gran pesadilla blanca durante más de una década. También gran parte de su esencia. De su idea. El proyecto que ahora comanda Xavi y que pasó por las manos de Valverde o Koeman se ha desviado del famoso ADN que tanto rédito les ha dado en las últimas dos décadas.

Por el contrario, aumenta la rivalidad con otros equipos. Como el Atlético, que lleva ya diez años compitiendo de tú a tú al Madrid. En esta edición de la Copa del Rey estaban convencidos de que ganar en el Metropolitano suponía derrotar al principal competidor y acercarse mucho al título, algo que no pudieron conseguir. O esta temporada el Girona, un proyecto al que respetan y que se está demostrando fiable en sus resultados. Hace tiempo que dejaron de verle como una revelación para respetarlo como aspirante al título.

Aliados por la Superliga

Más allá de esto, el Madrid no le desea más problemas al Barcelona. Todo lo contrario: el equipo blanco encuentra en el culé a su principal aliado -y actualmente único- para llevar a cabo la Superliga. Este punto común hace que Laporta y Florentino mantengan todavía buena relación, algo enturbiada por el Caso Negreira. Necesita que se refuerce para poder pelear juntos por el proyecto. "Déjalos, suficiente tienen...", contestaba un directivo recientemente sobre la situación del club blaugrana.

Esa visión la comparten otros grandes de Europa. Por ejemplo, el Bayern. "Si tuviésemos esa deuda, no podría dormir tranquilo de noche. Pero no creo que vaya a cambiar nada. Un club como el Barcelona no se va a hundir simplemente por el enorme valor que tiene para una región como Cataluña. Eso sí, lamento profundamente que clubes puedan endeudarse de esta manera. Aquí perseguimos el éxito deportivo, por un lado, y la estabilidad económica, por el otro. Leí sobre las deudas del Barcelona mientras desayunaba y casi me atraganto", comentó Rummenigge, leyenda bávaro y exdirector general del club.

En Valdebebas, como sucede en toda Europa, ven como el Barcelona trata de sobrevivir a su complicada salud financiera. Resiste y utiliza el poder mediático que le queda para resurgir y volver a la élite del fútbol continental. Convence a alguna perla joven y a veteranos en mil batallas que le permitan conseguir éxitos deportivos y, por consiguiente, rédito económico. Pero en Madrid no ven que pueda suceder a corto plazo y, mientras tanto, lo ven más como un aliado que como un rival.