Borja Iglesias y el primer día de un futbolista en el psicólogo: "Fue como, 'hostia, ¿esto qué es?'"
El futbolista del Betis recuerda cómo cambió su forma de ver la salud mental

Borja Iglesias es uno de los futbolistas españoles que más se ha expresado públicamente sobre la importancia de cuidar la salud mental, convirtiéndose en uno de los principales altavoces sobre este asunto en el mundo del fútbol. Sin embargo, no siempre fue así. De ello, ha hablado el futbolista en el primer episodio de 'El Vestuario' el nuevo formato audiovisual de Relevo, presentado por Quique Peinado.
Puedes ver aquí la entrevista completa de Quique Peinado a Borja Iglesias
Has dicho palabras como "gestionarse", "trabajarse", "vulnerabilidad" que son propias de una persona que ha ido a terapia. ¿Desde cuándo vas a terapia y qué tal te va?
Mi primera experiencia a nivel personal y profesional fue en mi etapa de Villarreal. Edu Morelló era el psicólogo del primer equipo y trabajaba con la cantera cuando alguien lo necesitaba. Y era en ese momento en el que yo decía: "Es que ir al psicólogo me expone mucho ante el resto de mis compañeros". Pero Edu lo supo hacer muy bien, por lo menos conmigo. Supo encontrar la situación en la que yo me sintiese cómodo y no me diese vergüenza. Porque creo que muchas veces es que tenemos vergüenza de decir: "Es que lo estoy pasando mal". Entonces, él lo hizo de una manera en la que al final fui yo el que se lo pedí. Le dije: "Oye, quiero hablar más contigo. O sea, me siento a gusto cuando estoy contigo. Me ayudas. Siento que me hace reflexionar mucho sobre las cosas que me pasan y que me ayudas a relativizar". Porque yo soy muy emocional, muy visceral, ahora menos. Lo he trabajado mucho, claro. Pero esa fue mi primera experiencia y Edu, la verdad, me ayudó mucho. Llegamos a un momento que las terapias empezaban en mi habitación jugando un partido al NBA 2K. O sea, que era como: "Bueno, vamos a soltarnos un poco y luego ya charlamos y hablamos de lo que sea". Y desde ahí, claro, empecé a decir: "Oye, si es que esto me viene bien, me encuentro mejor. Aprendo a relacionarme mejor con mis compañeros". Muchas veces tenemos también esos prejuicios con los compañeros que no te permiten mostrarte como tú eres. Y entonces creo que se pierden muchas cosas. Al final, regalarle a los demás un poco de lo que eres tú creo que es ser generoso y sentirte agradecido de que te quieren escuchar y de que te hacen sentir como realmente eres. Y, bueno, luego eso, siempre he tenido esa etapa, ¿no? Así de charlas con él. Alguna vez que yo no estaba allí ni siquiera, le enviaba algún WhatsApp diciendo: "Bueno, ahí estoy, no sé qué". Y me daba dos o tres pinceladas que me hacían refrescarlo. Pero luego ya cuando estuve en Zaragoza lo pasé un poco mal a nivel personal. O sea, yo a nivel profesional estaba viviendo el sueño de mi vida. O sea, estaba siendo profesional por primera vez, una ciudad que me adoraba, estaba disfrutando jugando con mi equipo, un grupo maravilloso. Y a nivel personal, pues tenía problemas con mi pareja. Y lo pasé bastante mal. Un día, Andrés Uvieto, que es el readaptador del equipo, me dijo: "Mira, Borja, sé que lo estás pasando mal porque te veo y no me gusta verte así y yo te ofrezco esta posibilidad. Mi pareja es psicóloga deportiva, si quieres, un día vienes a casa, te la presento y tal. Abrí la puerta, entré allí y estaba Patricia Ramírez, que yo había leído miles de artículos de ella. Y fue como: "Hostia, ¿esto qué es?" Y ahí empecé ya de verdad a trabajar, a que pasase a ser parte de mi entrenamiento. Y trabajé varios años con ella en Zaragoza, el primero el español y tal, y el primero Del Betis. Y luego ya a partir del segundo del Betis, empecé a trabajar con María Cabrera, que es de su grupo de trabajo. Y la verdad es que yo las considero un poco mis ángeles de la guarda. Noto que son unas personas especiales en mi vida, que me han hecho mejor, que me han hecho quererme más, valorarme más. Me siento muy afortunado de tenerlas.
Has hablado de un problema con tu pareja, ¿cómo puede afectar eso en el día a día de un futbolista?
Pues ya no solo un problema con tu pareja, creo que con un amigo, yo que sé, que tengas hijos y que uno está enfermo, yo que sé. Es que son cosas que de manera directa influyen en el rendimiento de cualquier persona. Pues imagínate una persona que a nivel físico tiene que dar un rendimiento súper alto y que no descansa bien, que su cabeza está totalmente conectada a ese problema y no eres capaz de estar centrado en lo que realmente tienes que hacer en ese momento, con la cantidad de cosas que conlleva. Porque, claro, jugar al fútbol, la sensación es que a veces tiene la gente es que sales al campo y le pegas al balón y ya está. Pero estamos tomando decisiones continuamente. A nivel físico, hay muy pocos jugadores que jueguen sintiéndose el 100% bien. Siempre nos molesta algo porque al final estamos llevando el cuerpo a un límite y, yo que sé, son golpes o es una sobrecarga o, yo que sé, pues cada vez tienes un problema. Y son problemas menores, obviamente, con los que puedes trabajar, pero que te van mermando también. Imagínate si por detrás ya tienes algo que no te deja descansar. Cuando no podemos descansar, es muy difícil rendir al nivel que tienes que rendir. Entonces, yo me encontraba bien porque tenía un equipo muy bueno y que me ayudaba mucho en el campo, pero sentía que podía estar mejor, que no estaba disfrutando. Y realmente no era por la situación que tenía a nivel deportivo, porque tenía todo, pero era por un problema que tenía ahí detrás. Y la verdad que, joder, muchas veces necesitamos también que a gente nos saque de nuestra visión porque nuestro foco está tan centrado en algo que estás obviando tanta información que te creas tu realidad, pero luego hay mucha más por alrededor. Entonces, la perspectiva es súper importante. Y claro, que te la dé alguien cercano, yo que sé, imagínate, llamo a mi madre y me dice, joder, pero tal, no sé qué. Estás condicionado porque tu madre te conoce, sabe lo que piensas, lo que no, lo que no te puede decir, lo que no. Una persona que se dedica a esto te va a dar unas herramientas de manera objetiva y que tú vas a utilizarlas teniendo esa parte que no está contaminada por ti, en parte, porque no tiene tanta información. Yo que sé, me dice mi mejor amigo, al final él me conoce mucho y sabe cómo me puede decir las cosas. Y si me lo dice de más, igual hasta me enfado con él. Entonces, tiene miedo a que, no sé, creo que es importante. Y creo que tenemos que obviar eso de que, joder, no, es que es un problema ir al psicólogo. Al revés, el problema creo que es no ir. No ir y que no te, que tener el espacio para cuidarte y sanarte en ciertos momentos es que es maravilloso y a mí me ha venido muy bien.