¿Por qué Brasil vistió de negro por primera vez en su historia?
La Canarinha lució una equipación nunca antes utilizada ante Guinea con motivo de su lucha contra el racismo.
Si hay algo que siempre ha caracterizado a la selección brasileña de fútbol es su alegría. El jogo bonito tan promulgado y con el que ha conquistado cinco mundiales. Ese estilo mezcla a la perfección con su color verde y amarillo, que en el amistoso contra Guinea en Barcelona se apagó por primera vez en su historia. ¿El motivo de llevar equipaciones completamente negras? Mostrar su repulsa contra el racismo en el fútbol y defender a Vinicius Junior de los ataques que ha recibido en esta temporada. Un hecho marcó los prolegómenos del encuentro: un amigo del madridista denunció que un guardia de seguridad le apuntó con un plátano y le dijo: "Manos arriba, esta es mi arma contra ti".
Camisa 10! ✊🏿✊🏿
— CBF Futebol (@CBF_Futebol) June 17, 2023
Boa sorte, @vinijr!
Representa a 10 como você bem sabe. Honre o manto do nosso eterno Rei @pele
Com racismo não tem jogo! A sua luta é a nossa luta.
E nesse dia histórico, em que a Seleção Brasileira usará uma camisa preta pela primeira vez, você vai usar a… pic.twitter.com/LD2T2pwY4j
El encuentro, sin embargo, estuvo rodeado de gestos y carteles que mostraban el compromiso de ambas selecciones con la lucha. Para empezar, un lema que aparecía en todas partes: "Contra el racismo no hay partido". El mismo se podía leer en carteles y en los videomarcadores del RCDE Stadium, donde se jugó el partido. También en las pantallas a pie de campo, donde se añadía "el racismo es crimen" y "vamos a expulsar el racismo". Antes de iniciar el partido, todo el estadio ha guardado un minuto de silencio. Los futbolistas de Brasil han hincado la rodilla. Los de Guinea se han sentado. En la segunda mitad Brasil pasó a vestir con su indumentaria habitual: camiseta amarilla y pantalones azules.
"Hoy es un día para disfrutar del fútbol. Pero también de luchar contra el racismo. Vamos a aniquilar el racismo. Somos todos antiracistas. Somos todos Vinicius Junior. Con racismo no hay partido. Baila, Vini Junior", dijo el speaker antes de que, en las pantallas se emitiese un vídeo en el que se repasaban algunos casos de racismo en el fútbol.
Desde que Vinicius recibiese insultos racistas en Mestalla en un partido de LaLiga contra el Valencia, instituciones brasileñas e internacionales se han volcado con él. Tanto que obligó a la RFEF a reaccionar y ya ha preparado con la CBF un amistoso contra España-Brasil en el Santiago Bernabéu que también sirva como lucha contra la xenofobia. El delantero se ha convertido en un emblema de esta batalla.
La FIFA, en una muestra de compromiso, ha creado un comité antiracismo y ha fichado como líder al jugador brasileño, que junto a otros futbolistas debatirán y propondrán soluciones para evitar lo máximo posible estos actos de odio. Gianni Infantino, presidente de la FIFA, visitó a la selección brasileña en España para mostrarles su apoyo y explicar a Vinicius cuáles eran sus planes. El brasileño, por cierto, cerró la goleada marcando el cuarto gol desde los once metros.
El jugador, por su parte, pide más sanciones a los racistas. En ese sentido, la CBF saca pecho: es la primera federación que sanciona deportivamente a los equipos cuyos aficionados insulten de manera racista a los jugadores. Estas sanciones pueden, por ejemplo, restar puntos en la clasificación de liga. Medidas drásticas con las que acabar con una de las lacras que más manchan el fútbol actual.