Así es Red Bull fútbol, grupo por el que ha fichado Jürgen Klopp
La estructura de fútbol de Red Bull se refuerza con la figura de Jürgen Klopp como director de fútbol.
La multipropiedad es uno de los grandes melones que quedan por abrir en el fútbol actual. Cada vez son más los equipos que poseen dueños y accionistas comunes, cuando no pertenecen directamente al mismo grupo empresarial. Una tendencia global que no entiende de fronteras ni confederaciones de la FIFA, pero que torna en problemática cuando dos clubes con los mismos intereses coinciden en una misma competición.
En esta nueva configuración del balompié mundial, uno de los principales agentes ha sido la empresa de bebidas energéticas Red Bull. Desde que desembarcase en el deporte rey en 2005 con la adquisición del SV Austria de Salzburgo, su particular concepción de la industria deportiva ha generado numerosos titulares de prensa. Sobre todo, a causa de las fricciones ocasionadas por sus modos y formas de hacer, en contraste con las que ya existían en el fútbol tradicional. Casi desde el inicio, una de las principales patas en su estrategia ha sido precisamente la multipropiedad. Una amalgama de equipos y clubes a la que ahora se ha incorporado a Jürgen Klopp con el cargo de director de fútbol.
Qué es Red Bull, además de una bebida energética
En total, la empresa Red Bull posee cinco equipos de fútbol repartidos por todo el mundo: Red Bull Salzburg en Austria, RB Leipzig en Alemania, New York Red Bulls en Estados Unidos, Red Bull Bragantino en Brasil y Omiya Ardija en Japón. Pese a que sobre el papel se trata de cinco clubes distintos, cada uno con sus órganos rectores y cuerpo técnico independientes, al mismo tiempo forman parte de una estructura superior en la que ha entrado a formar parte Klopp.
De esta manera, los clubes de Red Bull comparten una visión común. Una aproximación al balompié que, desde un inicio, se ha destacado por ser muy diferente a la mayoría de grandes clubes europeos. En el fútbol, la empresa austriaca no busca tanto el éxito inmediato sino el implantar un método de trabajo sostenible en el largo plazo y rentable económicamente. Por ello, se ha especializado en la detección y explotación del talento joven, que habitualmente tiende a traspasar a otros equipos grandes por grandes sumas de dinero. Todo ello, al mismo tiempo que sus equipos rinden sobre el verde y consiguen objetivos deportivos.
Por la factoría Red Bull han pasado jugadores que después serían élite mundial como Erling Haaland (Red Bull Salzburg), Joshua Kimmich (RB Leipzig), Dominik Szoboszlai (Red Bull Salzburg y RB Leipzig), Sadio Mané (Salzburg) o Dayot Upamecano (Salzburg y Leipzig). De hecho, como se observa en el caso de Szoboszlai y Upamecano, muchos de ellos han pasado primero por Austria para después firmar por el equipo alemán antes de ser traspasados a un grande (Liverpool y Bayern respectivamente en estos casos). Un proyecto común en el que ahora Jürgen Klopp es su principal responsable.
Claro que esto abre muchos debates. El primero, en el seno de ambos equipos. O, más concretamente, de sus bases sociales. ¿En qué lugar queda un aficionado al Red Bull Salzburg si ve que en la práctica su equipo queda relegado al papel de filial del Leipzig? Aunque más importante es todavía la problemática que se establece a nivel competitivo. El modelo Red Bull, pese a ser frecuentemente criticado, también se ha demostrado exitoso sobre el terreno de juego. Eso hizo que, por ejemplo, en la temporada 2018/19, RB Leipzig y Red Bull Salzburg quedaran encuadrados en el mismo grupo de la Champions League. Aquello hizo saltar todas las alarmas: ¿y si uno de los dos equipos necesitaba un resultado concreto en el momento de verse las caras de manera directa?
De hecho, la UEFA prohibía que dos equipos de la misma propiedad participen en la misma competición. Sin embargo, finalmente Red Bull sorteó la norma tras realizar varios cambios estructurales en el Salzburg. La idea era demostrar que el club no era dependiente de la empresa de bebidas energéticas, por lo que cambió prácticamente toda su cúpula directiva y matizó su acuerdo de patrocinio con Red Bull y cortó lazos con el Leipzig (por ejemplo ambos clubes tenían hasta entonces directivos comunes). Finalmente la UEFA aceptó que Red Bull no poseía una "influencia determinante" sobre el club austriaco y le dejó competir. Una decisión que levantó varias ampollas y todavía es mirada de reojo.
Leeds United: la inversión de Red Bull en Inglaterra
Hasta la fecha, el RB Leipzig ha actuado como el mascarón de proa de la inversión de Red Bull en el fútbol. Sin embargo, después de establecerse en la Bundesliga, la empresa de bebidas energéticas ha puesto sus ojos en la liga nacional más importante del mundo: la Premier League. Lo ha hecho, eso sí, fiel a su estilo, empezando desde abajo. También teniendo en cuenta la norma local. En mayo 2024, Red Bull anunció que había adquirido una parte minoritaria del Leeds United, equipo al que también pasaba a ser su principal sponsor. Un club de Championship (segunda división) en el momento del acuerdo, pero considerado uno de los grandes ingleses debido a su palmarés y masa social.
Bien es cierto que no se trata de una operación similar a las realizadas en Salzburgo o Leipzig: la compañía no posee el 100% del accionariado y se ha comprometido a no cambiar su escudo, colores o nombre. Eso sí, quedan por ver qué consecuencias deportivas posee esta operación.

El interés de Red Bull en el París FC
A lo largo de estos años, Red Bull se ha caracterizado por lo agresivo de sus políticas de expansión. Por ello, sus intenciones en el mundo del balompié no parecen pasar por estabilizarse sin más. Según publicó L'Equipe, la marca de bebidas energéticas posee un plan para establecer un equipo en Francia. Concretamente, Red Bull está interesado en comprar el París FC. Un club fundado en 1969, que en su día fue germen del actual PSG, pero que posteriormente se escindió del mismo para competir de manera individual.
Actualmente en Ligue 2, ha sido identificado por la marca de bebidas energética como la plataforma idónea para hacerle la competencia al gigante parisino en Francia. En esta ocasión, Red Bull no desembarcaría solo en el club francés. Nuevamente, según la información de L'Equipe, lo haría en asociación con la familia Arnault, dueña de LVMH, un conglomerado de marcas de lujo que posee Louis Vuitton y Moet & Chandon como sus dos grandes mascarones de proa.
El papel de Klopp en Red Bull
Según ha anunciado la empresa, Jürgen Klopp llega al emporio Red Bull en calidad de director de fútbol. Esto es, su papel consistirá en supervisar la red de clubes de Red Bull, aunque sin participar en la gestión diaria de los mismos. El papel del alemán, por tanto, tiene más que ver con la gestión global del proyecto, la visión y dirección del mismo, que con la toma de decisiones concretas. Además, ejercerá de asesor y formador para los distintos entrenadores y scouts que el conglomerado posee repartidos por todo el mundo.
"Veo mi papel principalmente como mentor de los entrenadores y directivos de los clubes de Red Bull. En última instancia soy parte de una organización única, innovadora y con visión de futuro. No podría estar más emocionado", ha declarado el que fuese entrenador de Borussia Dortmund y Liverpool entre otros equipos.