REAL MADRID 2 - BAYERN 1 (4-3)

El Bayern de Múnich de Tuchel pone el broche a una temporada para olvidar

El aciago desenlace de la Bundesliga ponía todos los focos en la final de la Champions League para maquillar la imagen de los bávaros en la temporada 23/24.

De Ligt y Kane se lamentan de la eliminación. /Reuters
De Ligt y Kane se lamentan de la eliminación. Reuters
Miguel Ruiz

Miguel Ruiz

La Champions League tendrá que esperar, al menos un año, para que el Bayern vuelva a jugar una de sus finales. Desde el que montara Hansi Flick, al Bayern no parece que le sonría la suerte con los proyectos. La llegada de Tuchel la pasada campaña parecía augurar una oportunidad para reorientar a la institución y huir del ruido provocado por la marejada institucional en la que parecía sumida la entidad bávara. Y, sin embargo, menos de dos años después de su nombramiento, la única certeza que tienen en el Bayern München es que Thomas Tuchel no será el entrenador el curso que viene.

No debemos dejarnos llevar por el engaño. Los resultados del Bayern no han sido tan negativos como cabría esperar, a pesar de que hayan perdido la suscripción a ganar la Bundesliga que mantenían durante los últimos once cursos. Realmente, lo que ha cambiado es un escenario en Alemania que hoy sí parece dispuesto a competirle al gigante bávaro. La 22/23, sin ir más lejos, quedó marcada por esa aciaga última jornada que alejó a los de Terzic de una Bundesliga que tenían, casi, en su mano. Tuchel acabó ganando la liga y el proyecto maquilló la crisis.

"Medio país pedía a voces un campeón que no fuéramos nosotros y esta temporada su deseo, finalmente, se hizo realidad"

Karl-Heinz Rummenigge Miembro del Consejo de Vigilancia del Bayern München

Y tampoco parece un problema de plantilla, salvo en diversas zonas que no dan la sensación de ser del todo competitivas dadas las exigencias del club. Grandes jugadores han sido notorios también en la 23/24, con futbolistas contrastados a nivel estadísticos en Europa, como es el caso de Harry Kane, que viajó a Múnich desde Londres para dar un paso adelante e inaugurar su estantería de trofeos. Aunque no parece cerca que lo haga con uno de los premios gordos, él sí ha estado a la altura de lo esperado para un delantero de su nivel, siendo referencia anotadora en el viejo continente y uno de los responsables de que el equipo bávaro mantuviera el pulso tanto tiempo.

Pero no ha sido suficiente y Thomas Tuchel parece ser el chivo expiatorio de los males de un equipo demasiado endeble, que ahora se ha quedado también sin ese premio final que parecía hacer olvidar los problemas enfrentados durante la temporada actual. La Champions League es capaz de curarlo todo y hasta se intuía que un buen papel en Wembley era capaz, incluso, de salvar los muebles del entrenador en el banquillo bávaro. Pero el Real Madrid, compañero y rival tantos años en Europa, era el perfecto villano para impedirlo.

Un antagonista a la altura de la Bundesliga

El daño estaba hecho a nivel nacional, pero todo cambió cuando la coherencia parecía anunciar, mucho antes que los puntos, que los bávaros estaban lejos de poder ser campeones en la máxima competición alemana. Había aparecido un sujeto nuevo, que más allá de atraer miradas, potenciar jugadores y animar el corral, pretendía ponerlo patas arriba. Xabi Alonso consiguió en poco más de un año autoproclamarse "sheriff" del lugar y echar a patadas a los viejos jefes del lugar.

Tuchel no tuvo capacidad de alimentar el ánimo de un gallinero de por sí complejo en su propia casa. Más allá de las dudas en los despachos y la calidad de muchos integrantes del equipo, el entrenador no pudo lidiar con algunos frentes abiertos que, lejos de extinguirse, fueron cristalizando a lo largo de un año complicadísimo en lo deportivo, por las dudas mostradas por un equipo acostumbrado a ganar jornada tras jornada. El Bayern está obligado a ser el Bayern cada año y esta última campaña ni siquiera lo ha parecido.

Agarrados al cambio de proyecto

Aún no ha transcendido el nombre del que reemplazará al propio Tuchel, en medio de la incertidumbre de quiénes serán los sacrificados, junto al entrenador, para paliar los males que han conducido al Bayern a esta sensación de derrota. Y aunque la sensación lleve ya un tiempo entre nosotros, lo cierto es que no parece que un cambio de cromos en el banquillo pueda resolver todos los males de un equipo instalado en una autocomplacencia, inestabilidad y deriva atípicas del histórico club de Bavaria.

"Me considero un gran profesional y me dedicaré completamente al Bayern hasta final de temporada"

Thomas Tuchel Entrenador del Bayern München

Es por eso por lo que la mirada de los dirigentes debería ir más hacia un nuevo proyecto que hacia una cara nueva ilusionante. La cantera no ha dejado de dar frutos, con elementos contrastados como Musiala, otro de los héroes de la actual campaña, pero con otros ejemplos ilusionantes, como Pavlovic o Mathys Tel, jugadores que deberían estructurar el mañana del Bayern München. Un mañana urgente en el que tratar de agendar un nuevo duelo ante el Leverkusen de Alonso, que otra temporada más parece el actor principal al que retar en la 24/25 alemana. La paciencia, el orden y el criterio deberían ser, una vez más, los aliados de un equipo que no puede permitirse seguir perdiendo la noción de sí mismo..