"89 locos" y unos villancicos que 'salvaron' al Unión Berlín: colarse en un estadio inició la tradición más navideña del fútbol
El Unión Berlín festeja cada año en An der Alten Fortsterei un festival, fruto de un acto de sus hinchas en 2003.

Si todavía cantan aquello de "con mi burrito sabanero, voy camino de Belén", no se preocupen. Cuando acaben de leer esta historia cambiarán "Belén" por "Berlín" y acudirán raudos a Ryanair e Iberia a ver si aún están a tiempo. Probablemente no, pero apunten para años próximos. En un pequeño rincón de Alemania, se celebra una de las tradiciones navideñas más únicas del planeta. En un campo de fútbol, An der Alten Fortsterei. Y con el apoyo de un club, el Unión Berlín. Este sábado, a partir de las 17:00, el equipo abre las puertas de su estadio para celebrar un festival de villancicos en su grada, con su gente. Pero, ¿cómo nació este clásico alemán?
Hay que echar la vista atrás hasta el año 2002. Entonces, el Unión Berlín pasaba por un momento difícil tanto en el plano deportivo como en el institucional. Necesitaban más que nunca a su hinchada y recuperar la ilusión. En el último partido antes del parón invernal (en el fútbol alemán dura en torno a un mes), los seguidores se lanzaron con los cánticos habituales y de repente un pequeño grupo se atrevió con villancicos. Aquel intento acabó con toda una grada entregada a la pura tradición. La Navidad en Alemania, en su ciudad y con su equipo. ¿Algún plan mejor?
En 2003, tal y como relata el Unión Berlín en su página web, algunos de sus seguidores más fieles, apodados por el propio club como "89 locos" se colaron en el estadio. La entidad prefiere calificarlo como "se reunieron semi-legalmente", ya que aquel acto terminó con una de las tradiciones más simbólicas de la Navidad y el fútbol. Los "89 locos" se juntaron en el centro del campo de An der Alten Forsterei con vino caliente y pasteles y juntos cantaron villancicos.
15 Jahre und kein bisschen leise...Stimmungsvoller Vorweihnachtsabend im Stadion An der Alten Försterei 👉 https://t.co/G0s6LHZSPq #fcunion #weihnachtenistrotweiss 🔴⚪ pic.twitter.com/ygnBPkyzMD
— 1. FC Union Berlin (@fcunion) December 23, 2017
Poco a poco, se convirtió en tradición hasta que el Unión Berlín decidió formalizarlo y abrir las puertas de su casa. Ahora, lo hace fielmente cada 23 de diciembre, aunque la pandemia forzó el parón. Ya la pasada temporada regresó la ceremonia habitual. Tal es la petición de entradas que los hinchas tienen que entrar en un sorteo de derecho de participación. Los abonados pueden entrar gratis y tienen derecho a comprar más entradas para sus acompañantes.
Cada hincha recibe al entrar un libro con la letra de los villancicos que se cantarán a lo largo de las casi cuatro horas de duración de este año. También una vela, rompiendo los nuevos tiempos en los que nunca falla la linterna de los teléfonos. Lo suyo es una tradición para un club de la gente, con una de las aficiones más comprometidas con los valores del equipo de todo el continente. El vino caliente, presente en aquella mágica noche del año 2003, se puede comprar a un módico precio. Incluso alguno de los jugadores se han atrevido a participar del evento.
El padre Kastner lee la historia de Navidad y, posteriormente, el coro del Emmy-Noether-Gymnasiums ameniza la velada con un festival de villancicos. El público en la grada acompaña con sus voces. Antes de todo, cantan el himno del Unión Berlín, entidad que hace posible el evento. Un clásico que hay que vivir una vez en la vida. Así lo hacen cada año cerca de 25.000 personas. Un lleno hasta la bandera.
Un club de la gente
El Unión Berlín ahora ha podido competir en Champions, en el grupo del Real Madrid, pero también ha sufrido en los cauces más modestos del fútbol alemán. Pese a ello, nunca fue abandonado por su fiel público, entregado a la causa, fuera cual fuera la categoría. Tanto es así que cuando estaban rozando el ascenso a la primera división, sus hinchas sacaron una pancarta con el lema: "Mierda, vamos a ascender".
Nacieron como un club de clase obrera. Durante la Guerra Fría, se les impidió competir por orden del Gobierno Soviético. Su afición se posicionó políticamente contra Alemania Oriental, que daba alas a los clubes de élite. "Puede caer", gritaban, refiriéndose disimuladamente al muro. Tras una profunda crisis económica, logró ganar la Copa del Alemania en la 2000/01 y clasificarse para la UEFA.
🎄️🎶️ Heute wird bei uns im @StadionAdAF gesungen. Hier ein paar Serviceinfos:
— 1. FC Union Berlin (@fcunion) December 23, 2019
🚪 Stadionöffnung | 17 Uhr
🚫 Glasflaschen oder Thermoskannen
🚫 Kinderwägen
🚫 sperrige Gegenstände
📖🕯 Liederbücher & Kerzen werden an den Einlässen verteilt #fcunion #weihnachtssingen 🔴⚪ pic.twitter.com/ojNoQ9hT2f
En 2004, el descenso a tercera supuso la ruina absoluta. En la campaña 'Bluten für Union', la afición hizo donaciones para el banco de sangre de Berlín (en Alemania, remunerado). Así salvaron al club. También participaron directamente en la reforma de An der Alten Fotsterei. Además de ayuda humana, el Unión Berlín vendió parte del estadio a su hinchada, a sus propios aficionados. En los carteles, recalcaron que no comerciarían con Blatter o Berlusconi.
Gestos significativos como colocar en el estadio 500 fotografías de aficionados que fallecieron y no pudieron disfrutar de su equipo en la élite. El presidente Dirk Zingler lo explica así: "Nuestra gente nos dice que es bueno que nunca nos hagamos más grandes de lo que somos". Un año más, en su hogar, 25.000 personas llenarán sus gradas para cantar villancicos hermanados. Y así, su afición tiene claro el mensaje navideño que le dedica cada 23 de diciembre a su Unión Berlín: all i want for Christmas is you.