Rummenigge se apoyó en Guardiola para fichar a Kompany: "Me dijo que estaba 100% convencido de que era el entrenador adecuado"

El Bayern de Múnich terminó a 0 la temporada pasada. El club más ganador de la historia de Alemania exige la excelencia, pero a los mandos de Thomas Tuchel no lograron alzarse con ningún trofeo. Fueron superados por el Bayer Leverkusen en la Bundesliga y por el Real Madrid en las semifinales de la Champions League. El técnico bávaro (nuevo seleccionador de Inglaterra) fue despedido sin titubeos. El barco estaba huérfano de capitán. En plena época veraniega, se reestructuró el proyecto para el curso 24/25 con Vicent Kompany al frente.

El exjugador belga tomaba el mando con un mar de dudas alrededor de su figura. Se debatía sobre sus capacidades para gestionar una plantilla con estrellas mundiales y liderar a un club tan histórico, ya que venía de un curso desastroso descendiendo de la Premier League con un humilde Burnley casi desamparado desde antes de cantar "Feliz Año Nuevo". Por ello, antes de firmar los papales del contrato rubricando la firma de ambas partes, Karl-Heinz Rummenigge, miembro del consejo de supervisión del club, se dispuso a descolgar el teléfono para contactar con un gran amigo suyo.

El exfutbolista bávaro le reveló a los micrófonos de Kicker que habló con Pep Guardiola antes de fichar a Kompany: "Max Eberl, director deportivo del Bayern de Múnich, me pidió que hablara con él en su momento porque somos muy amigos. Le dije a Pep que necesitaba un análisis auténtico y honesto. Hablamos por teléfono durante casi dos horas. En resumen: me dijo que estaba 100% convencido de que Vincent Kompany era absolutamente el entrenador adecuado para el FC Bayern".

El discípulo de Guardiola tenía el aprobado por su maestro. La filosofía de juego encumbrada y desgranada por el entrenador del Manchester City regresaba al Allianz Arena de la mano del belga con su toque personal. "Estoy muy satisfecho en términos deportivos porque hemos encontrado el camino de regreso a una cultura positiva que es simplemente divertida. Me gusta esta presión alta. Me recuerda a los tiempos con Jupp Heynckes, Pep Guardiola, Carlo Ancelotti o Hansi Flick, cuando celebrábamos este tipo de 'fútbol divertido'", añadía Rummenigge.

El inicio alentador mostrado en los terrenos de juego con goleadas como la endosada al Dinamo de Zagreb en Champions League por 9-2, transportaron al aficionado bávaro a tiempos de jolgorio y gloria. "Por eso creo que es importante que hayamos encontrado el camino de regreso a eso. No solo nuestro fútbol ha vuelto a ser atractivo, sino que también se puede sentir la alegría de los espectadores en el estadio", destacaba el miembro del consejo de supervisión del club.

Nunca sabes que te deparará el azar o el destino, si buena o mala suerte, pero según Rummenigge, en esta ocasión, parece haberles sonreído: "Creo que será un hallazgo afortunado para nosotros. A veces el destino te ayuda: la cantidad de rechazos que tuvo que afrontar Max Eberl, por desgracia, hizo que al final tuviéramos exactamente el entrenador que necesitábamos para este equipo. Hay dos factores decisivos: al equipo le gusta el estilo de fútbol y también a los aficionados. El fútbol tiene que ser divertido. Precisamente por eso los niños juegan al fútbol en la calle. Y eso también se puede ver en nuestro equipo".

La desconfianza se transformó en certeza. La dirección deportiva se ha subido al carro de Kompany. Valoran su trabajo y su cambio de mentalidad a mejor en comparación con Thomas Tuchel. Así lo explica la leyenda alemana: "Es un efecto doble que no se produjo la temporada pasada. Este es el gran mérito de Vincent Kompany, que convenció a los jugadores con su forma de jugar al fútbol".