El día a día del Xabi Alonso entrenador: "Es el que más se ha preocupado por mi vida"

Todo el mundo habla de Xabi Alonso (1981). "Yo coincidí una vez con él en Liverpool, incluso me tomé una cerveza con él". "Qué tipo tan educado, siempre que nos encontrábamos en Valdebebas era un gusto". "Xabi Alonso fue el único futbolista que vi salir de una zona mixta con un libro". Ahora Xabi Alonso es entrenador. Un entrenador que ha hecho historia con el Bayer Leverkusen. Y jamás le olvidarán: el técnico de su primer título de la Bundesliga.

"Que Xabi Alonso viniera a Leverkusen fue como si nos tocase la lotería", cuenta un periodista alemán en una sala del BayArena. Todos le quieren. Cómo no le van a querer. Su equipo ha batido todos los récords, bajo la dirección de un entrenador que reúne lo moderno con lo clásico, y en el que se reconoce la influencia de José Mourinho y Pep Guardiola.

Su trayectoria en los banquillos, que ya se adivinaba exitosa, arrancó en el Infantil A del Real Madrid (la generación del actual Juvenil A de Arbeloa). Allí encontró a su segundo, Sebas Parrilla, y ganó la Liga. Xabi ya se sentía preparado para entrenar fútbol profesional en Valdebebas, pero Florentino Pérez tenía otros planes para él. Por ello, salió decidido a San Sebastián, donde se hizo cargo del filial de la Real Sociedad. Lo ascendió a Segunda División y después sufrió un descenso. Tras ello, la apuesta del Bayer Leverkusen.

Xabi Alonso tiene muy claro lo que transmitir a sus equipos: van a jugar al ataque. Es un técnico que profundiza en lo táctico y sabe comunicarlo a sus jugadores. Convence. Prueba esquemas, se adapta a sus plantillas y le da una importancia capital a su staff técnico.

En el Bayer Leverkusen juega con defensa de cinco, dos carrileros muy marcados, un mediapunta que sobresale y un delantero centro. Su libreto: presión alta, mover rápido el balón, atacar con muchos hombres, ir hacia delante y combinar una base de futbolistas jóvenes con la experiencia de varios veteranos.

"Progress, progress", se le escucha decir a sus jugadores. Xabi Alonso siempre quiere ir hacia delante. Cree en el fútbol de posesión, su equipo domina de manera abrumadora, pero sobre todo apuesta por la velocidad de sus ataques. Con futbolistas físicos que piensan muy rápido.

"Estoy seguro de que él quiere salir a jugar al campo. Es ultra competitivo", cuenta a Relevo una persona que comparte el día a día con Xabi en Leverkusen. El tolosarra es un tipo tranquilo, elegante, pero muy enérgico. Así se muestra sobre el verde. Durante la mayor parte de los noventa minutos de juego, Xabi sale del área técnica para dar órdenes a los suyos. Para alentarles, para celebrar acciones, para expresarse.

No duda en hacer cambios. No espera hasta al final para retocar sus ideas. Recuerda a Mourinho cuando tiene que mover el banquillo. Es activo, intervencionista, seguro de sí mismo. Con su look informal y un talante magnético, que engancha tanto a la afición, los empleados del club y también al vestuario.

Dicen que no aguanta perder. Y en Leverkusen lo lleva a rajatabla. Aún sigue invicto. En las ruedas de prensa se exhibe. Educado, esforzado en sus respuestas, con un alemán sobresaliente, y acompañado de Valeska, su jefa de prensa, que le asesora antes de responder a los medios.

"Xabi es el entrenador que más se ha preocupado por mi vida de todos los que he tenido. Te ayuda mucho en el día a día, se interesa por tus problemas", confiesan a Relevo desde el vestuario del Bayer Leverkusen. Hablan maravillas del trato personal de Xabi con sus jugadores. Se dirige a su plantilla en inglés, y les exige, pero también les apoya con refuerzos positivos. "No es de echar broncas. Eso sí, si se tiene que enfadar se enfada. Es un tipo bastante claro".

Así es el mejor entrenador del momento. El hombre de moda. En el que ya piensa el Real Madrid.