Xabi Alonso tumba la maldición del 'Neverkusen'
El Bayer Leverkusen ha logrado su primer título de Bundesliga y se quita, al fin, la etiqueta de gafe del fútbol alemán.

El Bayer Leverkusen lo ha conseguido. El conjunto dirigido por Xabi Alonso ha logrado este fin de semana una hazaña que parecía imposible para el club de la región de Renania del Norte-Westfalia: la primera Bundesliga de su historia. Una temporada única en la que acumulan 43 encuentros consecutivos sin conocer la derrota.
El tolosarra arribó en el Bayer Leverkusen en octubre de 2022. La situación del equipo era desesperanzadora para sus aficionados. El club estaba sumido en una crisis deportiva y coqueteaba con los puestos de descenso hasta que llegó el salvador Xabi Alonso. Tras salvar el pasado curso con una clasificación a Europa League, nadie, ni el más optimista de la sala, podría imaginar la histórica temporada del Leverkusen que sueña con el triplete.
Campeones de Bundesliga, en la final de la Copa de Alemania y a un paso de las semifinales de la Europa League es el registro de un año mágico. Además, a pesar de los cantos de sirenas de clubes enormes como Liverpool o Bayern de Múnich, Xabi Alonso tomó la decisión de permanecer una temporada más en el BayArena. "Este club es el lugar correcto para mí. Soy un entrenador joven, es mi primera etapa como primer entrenador en el fútbol profesional. Quiero ayudar al equipo y a los jugadores a seguir desarrollándose y, al mismo tiempo, estoy deseando adquirir más experiencia como entrenador aquí", anunció el vasco.
El mito del 'Neverkusen'
El periplo del Leverkusen es impecable. El ecosistema formado por Xabi Alonso funciona a la perfección. Los carrileros, Alejandro Grimaldo y Jeremie Frimpong, son puñales por ambas bandas. Además, Florian Wirtz ha explotado como unos de los jugadores con mayor calidad de toda Europa y es la pieza sobre la que gira todo el equipo de la aspirina.
Pero, además de enfrentarse a los conjuntos rivales, esta plantilla jugaba contra la historia. El Bayer Leverkusen es conocido, a partir de ahora no debería, despectivamente en Alemania como el Neverkusen. Esto se debe a que nunca había conseguido alzar la Bundesliga y era una institución con una fama perdedora en los últimos 30 años.
Desde su fundación en 1904, el club propiedad de la farmacéutica Bayer únicamente había logrado levantar dos títulos. Una Copa de la UEFA en 1988 y una Copa de Alemania en 1993. Después, el desierto. Desde entonces, el Bayer Leverkusen ha coleccionado cinco subcampeonatos de Bundesliga (1997, 1999, 2000, 2002 y 2011), tres de Copa (2002, 2009 y 2020), uno de Supercopa de Alemania (1993) y, por último, una final de Champions League perdida en 2002 ante el Real Madrid.
Los 19 días de debacle en 2002
Si una temporada quedó grabada en la mente de los aficionados de Die Werkself es la 2001-2002. Con Klaus Toppmöller en el banquillo, el Bayer Leverkusen tenía un equipo que aspiraba a todo. La estrella era Michael Ballack y estaba acompañado por actores secundarios de lujo como los brasileños Lucio y Zé Roberto, el argentino Diego Placente y los delanteros Ulf Kirsten, Oliver Neuville y Dimitrar Berbatov.

Un comienzo con 16 partidos invictos hasta caer en Champions League en la fase de grupos ante el Barcelona. Por otro lado, en la competición doméstica no conocería la derrota hasta la jornada 15. Todo apuntaba a un curso inolvidable y lo sería, pero por lo opuesto. Entre el 27 de abril de 2002 y el 15 de mayo transcurren los 19 días más trágicos en la historia del Bayer Leverkusen.
En ese lapso de tiempo los alemanes firmaron un triplete horrible. Perdieron la Bundesliga por un punto ante el Borussia Dortmund tras caer en la penúltima jornada contra el Nuremberg. Después, saborearon de nuevo la derrota en la final de Copa de Alemania ante el Schalke 04. "Se pierden partidos. Tenemos que aceptarlo", señaló Toppmöller en rueda de prensa. Aún quedaba la cuchillada final.
"En el fútbol no siempre se obtienen las recompensas que se merecen"
El 15 de mayo de 2002 en el estadio Hampden Park de Glasgow, Bayer Leverkusen y Real Madrid libraron la última batalla de la temporada por el mayor tesoro de Europa, la Champions League. Un partido marcado por la volea de Zinedine Zidane y la irrupción de Iker Casillas que redondearía un final de año para olvidar en clave Leverkusen. Una temporada que parecía ser un cuento de hadas se convirtió en una pesadilla.

"En el fútbol no siempre se obtienen las recompensas que se merecen", dijo Toppmöller después de perder la final. Un año que aún sería peor para Michael Ballack. El jugador de Görlitz, emblema del Leverkusen esa temporada, fue la viva imagen de la mala fortuna con el '13' a la espalda, número maldito para muchos. Ese verano fue la referencia de Alemania para el Mundial de Corea y Japón hasta alcanzar la final contra Brasil. Una final que también perdió y no pudo disputar por acumulación de tarjetas. "Me sentí triste y derramé una lágrima o dos", confesó el alemán en zona mixta tras las semifinales.
Una temporada que permanecerá en la memoria del aficionado del Leverkusen por lo que pudo haber sido, pero más de dos décadas después pueden decir con orgullo que su equipo es campeón alemán. En gran parte, gracias a un técnico tolosarra que afrontaba su primera experiencia en el fútbol profesional. Con la posibilidad del triplete aún vigente, Xabi Alonso ha destrozado el mito del Neverkusen y ya es historia viva del Bayer Leverkusen.