Así se comporta Xabi Alonso un día de partido: se parece más a Guardiola que a Ancelotti

Leverkusen.- "Xabiiiiii… Alonsoooo, Xabiiiiii… Alonsooooo", coreaba la grada del BayArena justo antes de arrancar un duelo trascendental por la Bundesliga, que encabeza el Bayer Leverkusen del español. El entrenador es muy querido por su afición, y también causa furor en los rivales, que le admiran y respetan. Tras los cánticos, su puesta en escena.

Xabi se presentó con el estadio abarrotado y su look de siempre. Jersey oscuro, pantalones negros ajustados y zapatillas blancas, aún con la forma del gran futbolista que fue. Acompañado siempre de Sebas Parrilla, su mano derecha en el cuerpo técnico del Bayer Leverkusen, con el que inició su vínculo en la cantera del Real Madrid.

Cuando el balón echa a rodar, Xabi se activa como un jugador más. No es de sentarse en el banquillo, y se queda de pie. Hasta el minuto 25 de juego no descansó. No para quieto. Todo lo contrario a Ancelotti, mucho más parecido a Pep Guardiola. Se sale de la zona técnica y acompaña a los suyos en cada jugada. Les anima, se lamenta de las ocasiones falladas, y no se viene abajo con los goles en contra. Así es Xabi Alonso en los días de partido.

"Está haciendo cosas increíbles. Junto a Fernando Carro y su director deportivo, ha conseguido que el Bayer Leverkusen esté en el mejor momento de toda su historia", cuentan los que le conocen más de cerca. "Es una bendición para la Bundesliga", señala sobre él hasta un aficionado del Hoffenheim, que le lleva siguiendo todo el curso.

Su equipo juega de maravilla. Presiona, ataca con todo y genera muchas oportunidades. No cesan. Es su estilo. Desde la zona de prensa se atisba un entrenador que no pierde la compostura, pero que siempre está en movimiento. Es su manera de transmitir sobre el campo. Muy activo, dinámico, como su Bayer Leverkusen. Simon Rolfes, el director deportivo del cuadro alemán, también se sienta en el banquillo para ver el partido.

El tolosarra no protesta las decisiones del colegiado, aunque sí pide al línea que recuerde el añadido por las pérdidas de tiempo, y comenta las acciones con Sebas Parrilla, que a veces sale de zona técnica para alentar a los jugadores (contra el Hoffenheim llegó incluso a meterse dentro del campo para dar indicaciones). El Bayer Leverkusen juega rápido, y vuelve a demostrar que Xabi recogió la impronta de cada uno de sus maestros, como él mismo confesó en Movistar Plus.

"He aprendido mucho de todos mis entrenadores y lo he transformado en mi propia personalidad. Benítez es fútbol, táctica: cómo encajar, cómo ayudar, qué hay que hacer... Guardiola te dice: 'Vamos a jugar así y va a pasar esto'. En eso es muy bueno. De Mourinho destaco la fuerza y la inteligencia que tiene para comunicar. De Luis Aragonés me quedo con el convencimiento y el ser capaz de definir qué es lo que querías. Del Bosque me enseñó a preocuparme lo necesario de las cosas que te tienes que preocupar. Ancelotti sobresalía a la hora de transmitir lo que es el buen fútbol y qué es lo que teníamos que hacer", reconocía en el 'Informe Plus+'.

En los últimos minutos, sobredosis de carácter. Cambios ofensivos para voltear el marcador (nunca duda en tomar medidas, como Mourinho), acompañar a la grada en los gritos de aliento y culminar una remontada que puede valer una Bundesliga. 2-1 contra el Hoffenheim, cuando en el minuto 87 perdían 0-1. Xabi celebró el gol final de Schick con todo su cuerpo técnico. Después, el choque acabó como empezó: su afición cantando el nombre de su entrenador.

En los camerinos, la siguiente versión de Xabi. Educado y esforzado en los canales del club, hablando en alemán, y dispuesto en la rueda de prensa con todos los medios. Tras ello, se detuvo a firmar autógrafos y firmar camisetas con los niños y niñas que le esperaban. Es el ídolo en Leverkusen, ya bajo la atenta mirada del Real Madrid. Así se comporta Xabi Alonso en un día de partido.