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El camino de Argentina hacia el juego de posición: "No vinimos a imponer"

Òscar Hernández cuenta su experiencia al lado de Mascherano en la Sub-20 de la albiceleste.

Mascherano durante una charla con su equipo./GETTY
Mascherano durante una charla con su equipo. GETTY
Jordi Cardero
Marcos Durán

Jordi Cardero y Marcos Durán

En uno de los primeros entrenamientos con la selección argentina Sub-20, Javier Mascherano y Òscar Hernández montaron un ejercicio para comenzar a introducir en el equipo el juego de posición. Se trataba de un ocho contra ocho con tres comodines. El balón no paraba de correr. "Esto es una maravilla", comentó Pablo Aimar, presente en la práctica.

Desde hace varios años, las categorías inferiores de Argentina se cultivan sobre unas mismas ideas, una misma ideología. Para apuntar ese camino la AFA apostó por Òscar Hernández, horneado en La Masia y con experiencia en Japón. "Nuestra metodología no era imponer, era cuestión de aportar", enfatiza Òscar.

Òscar Hernández estuvo más de una década en Can Barça antes de dar el salto a Japón. Lo hizo de la mano de Albert Puig, otro técnico que cimentó su carrera en Barcelona y bajo la misma mirada. Òscar no esconde que hay dudas y prejuicios sobre el juego de posición. Con su relato las difumina, tiene claro cuál es el camino a seguir.

Argentina, sin embargo, era un reto distinto. Otro escenario. "Esa pasión no existe en Europa", cuenta. "Se vive con tanta pasión que el jugador sabe que tiene una responsabilidad extrema, que de él depende la felicidad de la gente. El futbolista no quiere defraudar a su hinchada", comenta el técnico. El talento para llegar al éxito -y no decepcionar a la gente- siempre fue el mismo: el juego de posición.

Un juego sin «etiquetas»

"Con Mascherano instauramos el juego de posición más fundamentalista. Descubrieron que los prejuicios que mucha gente tenía estaban equivocados", explica. Apunta que el juego de posición "no encasilla", que hay zonas que tienen que estar ocupadas, pero no siempre "por el jugador etiquetado". El lateral puede ocupar la zona del extremo, el extremo la del interior… "El jugador tiene libertad de movimientos total para recibir la pelota", apunta Òscar.

Si todos los equipos tienen un mismo objetivo, ganar, ¿Por qué seguir esta fórmula y no otra? "Lo que buscas con todo esto es una comprensión del entorno, que no es lo mismo que comprender el juego. El juego no se comprende, se juega. Comprender el entorno te permite la progresión: cómo encuentro una superioridad, cómo creo un triángulo, dónde está el hombre libre… Es lo que se trabaja en el juego de posición", relata el exayudante de Mascherano.

"Buscamos una comprensión del entorno, que no es lo mismo que una comprensión del juego"

Òscar Hernández Formó parte del cuerpo técnico de Argentina Sub-20

"El juego de posición se tiende a estigmatizar", comenta. El catalán explica rompe el dogma del 4-3-3, los extremos abiertos… "Se puede trabajar de muchas maneras, con distintos sistemas", cuenta. Òscar es partidario de eliminar las "etiquetas posicionales": el ser central, lateral, mediocentro… "Estoy más a favor de las funcionalidades del jugador. Hay que ser camaleónicos, comprender lo que necesita el entorno", apunta.

Como ejemplo pone a la selección mayor, ganadora del Mundial. "Practicaron el juego de posición con el añadido de ser un equipo camaleónico, supieron adaptarse a las necesidades de cada partido. Los conceptos fueron los mismos", explica. Y la usa para volver a romper dogmas: Argentina jugó el torneo sin extremos puros y, aun así, gran parte de culpa de salir campeones es la actuación de Di María desde la banda en la final.

La relación entre la Sub-20 de Mascherano, la Sub-17 de Aimar y la Sub-15 de Placenta nunca fue vertical, de grande a pequeño. "Sin cambiar sus metodologías, ellos agarraban los que consideraban oportuno y seguían con su hoja de ruta. En la Sub-20 sí que éramos más fundamentalistas", concreta. Nunca hubo dudas a pesar de lo que se podía emanar de la figura de Òscar y Mascherano. "Javier estuvo muchos años con Guardiola, yo era un catalán que iba allí… Parecía que íbamos a imponer algo totalmente distinto. Lo que hicimos fue poner conceptos en común e ir por el mismo camino. Con Aimar y Placenta nos retroalimentamos", explica el entrenador de Barcelona.

"No les decíamos a los jugadores qué tenían que hacer, ellos decidían"

Òscar Hernández Trabajó un año con Mascherano

Si por algo destaca la Sub-20 del 'Jefecito', más allá de la particular metodología, es por la forma en la que se dan las instrucciones. No son órdenes, son consejos. "Nosotros no les decíamos lo que tenían que hacer, ellos decidían. Tienen que decidir cuándo intervenir más y cuándo hacerlo menos, qué uso hacen del balón… Ellos deciden. Intentábamos transmitir las opciones, no monitorizar", revela Òscar.

¿Entonces, qué papel tiene el juego de posición? Para Hernández, este se construye en los entrenamientos más allá de lo que se ve en los partidos. Y quienes juegan son los futbolistas, los encargados de detectar las necesidades del partido: "El juego de posición trabajado en el entreno te da conceptos individuales -perfilaciones, triángulos, encontrar al hombre libre…- para desarrollar la comprensión del entorno", relata Òscar.

"Es el grupo más humano que he tenido. Tienen una voluntad de querer aprender y de querer aportar que no he visto en ningún sitio.", comenta Òscar sobre la Sub-20 albiceleste. Durante el año que Òscar trabajó con el 'Jefecito', no hubo ningún problema en el equipo. "Tienen muy arraigado el sentido de pertinencia, a ser argentino y al grupo", indica el preparador.

"El jugador estaba agradecido, sentía que el juego le beneficiaba y crecía", explica Òscar. Y los últimos meses de Garnacho, Soulé o Perrone así lo especifica. Los éxitos de la Sub-20 también serán los de Òscar. Así como la de toda una generación que se cultivó, al menos durante un tiempo, bajo el juego de posición.