El "camino pedregoso" de David Alaba para acallar el runrún sobre su regreso... con papelón en Austria incluido
El capitán de Austria se sincera sobre todo el proceso de recuperación de su rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla.

Después de meses y meses de mucho sacrificio y trabajo en la sombra, David Alaba es feliz. El central, que se rompió el ligamento cruzado anterior en diciembre de 2023 y estuvo 399 días en el dique seco hasta 'redebutar' con el Real Madrid el pasado 19 de enero, ha vuelto a recibir la llamada de la selección austríaca. Con motivo de su vuelta al combinado nacional, el ex del Bayern de Múnich se ha sincerado sobre lo duro que fue estar tanto tiempo apartado de los terrenos de juego. Muchos inclusos llegaron a decir que, dadas las complicaciones de su recuperación, no volvería a jugar nunca más.
"Hubo mucha cobertura mediática durante mi tiempo en rehabilitación. No dejé que eso me distrajera. Al contrario: lo usé como motivación. Quería mostrarles a todas estas personas de qué estoy hecho y que pueden decir lo que quieran. Trabajé muy duro para esto. Siempre supe que llegaría el día en que volvería a los terrenos de juego. Nunca dudé, nunca pensé en rendirme. Y fui de semana en semana, de mes en mes. Todavía suena como un camino pedregoso. Estoy totalmente agradecido de haber regresado. Sé quién soy y quién está detrás de mí, y ese es Dios", confesó el jugador a los medios oficial de la selección austríaca.
Esa lesión, Alaba confesó que le cambió la vida. "Ha sido año más difícil de mi carrera. Mentalmente, fue un desafío enorme, puedo decir que me hizo apreciar aún más el fútbol y la suerte que tuve de ser parte de él. Estoy disfrutando de todo aún más que antes, de cada lluvia, de cada minuto que estoy en el campo..."
El 21 de enero de 2023 fue el último partido de Alaba con la camiseta de Austria. Desde aquel día, el zaguero no ha vuelto a ponerse a las órdenes de Ralf Rangnick, pero sí que fue uno más del cuerpo técnico del seleccionador alemán durante la pasada Eurocopa. "Hablé con el entrenador sobre cómo podría seguir participando en el torneo. Para ser honesto (risas), me habría emocionado más estar allí como jugador. Ese no era el papel en el que me gustaba verme, pero lo di todo para ayudar al equipo".
Sobre ese papel, hasta ahora desconocido para el futbolista, Alaba sacó muchos aprendizajes. "Tuve muchas conversaciones con Ralf Rangnick y me permitió estar presente en las reuniones. He aprendido mucho de ahí. Fue más que una simple muestra de cómo se ve al otro lado. Vi el esfuerzo que supone ser entrenador. Lo que más me impresionó fue su ética de trabajo. Trabaja muchísimo en los detalles, se ocupa de sus jugadores, pero también de sus rivales. Su plan de juego y su filosofía no son una coincidencia; detrás de ellos hay procesos bien pensados".
Si no hay ningún imprevisto, Alaba volverá a disputar minutos internacionales en una eliminatoria de vital importancia ante Serbia, correspondiente al play-off de ascenso a la Liga A de la UEFA Nations League.