El Barça dibuja su particular manita entre las mejores de Europa

Desde 2019, el Barça y las semifinales de la Champions han sido una realidad constante. Aquel año, en el que llegaron a su primera final europea, cayendo ante el Lyon (1-4), las azulgranas iniciaron un idilio con el que no han faltado a su cita con esa ronda en estos cinco años. Este curso no ha sido menos. El cuadro culé, vigente campeón europeo, estará entre las cuatro mejores del continente tras noquear al Brann (2-0, global 4-1) en una auténtica fiesta en el Johan Cruyff (5.510 personas). Era la segunda máxima asistencia del estadio para un partido femenino, con una grada teñida de rojo después de un desplazamiento numeroso de aficionados noruegos. En semifinales le espera el Chelsea, al que ganó en la final de 2021 para ponerse la corona europea por primera vez.

El conjunto noruego se resistió más de lo esperado, pues a priori era un rival sencillo para las catalanas. No obstante, en sus filas apareció una futbolista que seguro que aparecerá en las agendas de varios equipos en el próximo mercado: Mikalsen. La portera lideró la resistencia del Brann para darle color a la eliminatoria. En la ida, consiguieron empatar el encuentro. Aunque el Barça terminó atando el triunfo (1-2). En la vuelta, las noruegas no bajaron los brazos e incluso maquillaron el resultado en el minuto 70.

Antes, Aitana Bonmatí (24') ya había sacado a pasear su varita y Rolfö (56') volvió a demostrar que siempre está en el sitio ideal. Ambas lideraron al Barça para dejar encaminado el encuentro antes de la última media hora del encuentro. La actual Balón de Oro y The Best derribó el muro de Mikalsen con un zurdazo. Su imparable tiro fue el único, pero para la meta noruega, que frustró hasta cuatro disparos a puerta del Barça en el primer tiempo.

La actuación de la guardameta del Brann fue casi impecable. En el segundo tiempo, un centro de Graham Hansen rebotó en una defensa y, con Mikalsen vencida, Rolfö remató casi sobre línea de gol el balón a la red. Era el 2-0, pero el conjunto noruego aún tenía mucho que decir. Svendheim sorprendió con un tanto para dar vida al partido mientras su equipo daba un paso más en intensidad. Poco después, era la madera la que evitaba matar el partido, con un tiro al palo de Rolfö. Y Patri Guijarro reafirmaba la seguridad culé con un tanto en el minuto 88 tras otra espectacular jugada de Graham Hansen. Con ella, el Barça hace lo que quiere.

Así, quedó un buen pulso en el que se confirmó la certeza: el Barça es uno de los mejores equipos del mundo. Pocas dudas, si no ninguna, había antes de este partido ante el Brann. Y las de Giráldez demostraron que van a por todas en esta Champions. El Chelsea le espera en semifinales, con partido de ida en el Estadi Lluís Companys y la vuelta en Stamford Bridge, en una temporada en la que busca lo imposible: pleno de títulos (Liga, Copa, Supercopa y Champions). Aunque con esta inercia lo imposible sería que no lo consiguiera.