El Madrid se libera en Champions y rompe su particular techo de cristal: "Estamos en el último paso y cuesta trabajo"

El conjunto blanco aprovechó una oportunidad de oro ante el Arsenal para dar un importante paso hacia adelante.

Las jugadoras del Madrid se abrazan tras ganar al Arsenal. /Real Madrid
Las jugadoras del Madrid se abrazan tras ganar al Arsenal. Real Madrid
Sandra Riquelme

Sandra Riquelme

Los gritos de las jugadoras del Real Madrid tras el pitido final del partido ante el Arsenal (2-0) se podían oír desde la grada. El encuentro murió en el área del Madrid, en una volea —muy desviada y con más fe que otra cosa— de Kim Little. En ese preciso instante, el minuto 94:20, el conjunto madridista rompió su propio techo de cristal y enterró muchos fantasmas.

En las últimas semanas, se había hablado mucho del aspecto mental. El Madrid venía de enfrentarse dos veces al Barça en las semifinales de la Copa de la Reina y con un resultado global de 8-1 en contra. Cada vez que las blancas pierden ante las blaugranas, el proyecto se tambalea, se empieza a dudar de todo y a la gente se le acaba la paciencia. Además, el empate ante el Dépor, en la pasada jornada de Liga F, tampoco ayudó.

Las únicas alegrías, las del Manchester City

El Madrid va camino de su quinto año de historia y apenas ha vivido noches grandes. A Alberto Toril no le falta razón cuando habla de tiempo y de que no se les puede hablar del Barça. "Nos comparáis con ellas y es difícil", confesaba en la rueda de prensa posterior al triunfo ante el Arsenal. Pero al argumento, que es entendible hasta cierto punto, se desequilibraba al introducir el término competitividad.

En las noches grandes, al Real Madrid le había faltado eso. Ocurre siempre contra el Barça y pasó, incluso, contra el Chelsea —hasta el Arsenal, habían sido los mejores minutos del Madrid en Champions, pero acabó perdiendo el partido por detalles—. Los únicos momentos de alegría, entendiéndola como un momento de euforia total, se los había dado el Manchester City. En la temporada 2021/2022 (1-1 y 0-1) y en la 2022/23 (0-1, y después tuvo que eliminar al Rosenborg), el Madrid había ganado al conjunto inglés, logrando clasificarse para la fase de grupos de la Champions. Después, lo máximo que había conseguido era un empate ante el PSG (0-0) y otros dos ante el Chelsea (1-1 y 2-2). Además, había sufrido varias derrotas dolorosas ante el propio PSG (4-0) o frente a rivales de menor entidad como el París FC (0-1) y el Häcken sueco (0-1). Sin contar las del Barça o la de la final de la Copa de la Reina ante el Atlético de Madrid.

La lista de disgustos empezaba a pesar y el partido ante el Arsenal se convertía en la ocasión ideal: el Madrid jugaba por segunda vez los cuartos de final de la Champions y lo hacía ante un rival factible. El encuentro acabó con las jugadoras del Madrid pletóricas, recibiendo los halagos de Alberto Toril. El Madrid fue todo lo que siempre se le había pedido ser. Las metió cuando tuvo que meterlas, aguantó cuando le apretaron, bajó al barro cuando el partido lo requiso, y lo mató cuando el rival estaba reviviendo. "Competimos contra un rival que lleva tiempo creciendo. Nosotras seguimos nuestro camino, esta victoria nos refrenda un poco el trabajo. Es una victoria de prestigio", comentó Alberto Toril tras el triunfo.

Cuestionado sobre si la victoria ante al Arsenal podría suponer un punto de inflexión, a nivel mental, para el equipo, el técnico madridista confesó: "Ya estamos entre los mejores de Europa, el crecimiento es constante. Te digo que desde que ocupo este lugar, hemos ido ascendiendo en el coeficiente UEFA. Estamos jugando contra equipos que llevan mucho más recorrido. Estamos en el último paso y cuesta trabajo, pero creo que vamos mejorando. Las chicas crecen, vamos en buena línea. Estamos haciendo una buena base y unos cimientos de futuro".