El día que Pere Romeu se quitó un peso de encima: "Creo que todo tiene su proceso, desde que empezó hasta ahora"

El fútbol es lo que tiene, que suele olvidarse del pasado y, a menudo, te juzga por el partido más reciente. Da igual las pruebas que hayas superado, que, como la líes en la última, todo el mundo se va a quedar con esa. Es lo que pasa en el banquillo del Barça, acostumbrado a que sus últimos inquilinos alcancen, siempre, la final de la Champions. Que todo parece poco.

Ya podía Pere Romeu haber ganado al Wolfsburgo por 10-2 (el resultado global de la eliminatoria), que si las azulgranas hubieran perdido el primer envite ante el Chelsea, a falta de lo que ocurriera en el partido de vuelta, a todo el mundo se le hubiera olvidado. Injusto o no, Pere Romeu se la jugó el domingo pasado y le salió cara. Y como el fútbol no tiene memoria, volverá a jugársela en unas horas (15:00h, DAZN).

Lo de injusto o no tiene que ver porque quien venga de Marte y vea sus números pensará que es imposible cuestionarle. El Barça lidera Liga F, ganó —con solvencia— la Supercopa de España, se clasificó para la final de la Copa de la Reina y está a las puertas de lograr lo mismo en la Champions. Pero le está costando deshacerse del runrún. La afición blaugrana le recrimina que, en algunos tramos del curso, no haya rotado a sus futbolistas, que el fútbol del equipo haya tardado en carburar o el planteamiento en días como el del Real Madrid, por ejemplo.

Pero, ante el Chelsea, Pere Romeu lo bordó y gran parte de la afición se lo reconoció. Porque sus jugadoras siempre lo hacen. Incluso en los 'peores' momentos. 'Peores' porque, salvo la primera derrota ante el Manchester City en Champions y las del Levante y el Real Madrid en Liga F, todo lo demás no ha revestido importancia. Con este Barça, a veces, hay que recordar que el rival también juega. "Tanto Pere Romeu como el staff están haciendo un trabajo estupendo. Creo que todo tiene, también, su proceso, desde que empezó hasta ahora. Todas estamos muy cómodas", señaló Salma Paralluelo, recientemente, en El Periódico.

El técnico catalán se quitó un peso de encima y salió reforzado del partido. Pere Romeu, un adicto de preparar minuciosamente los partidos, se comió a Sonia Bompastor. Por ejemplo, acertó con alinear a Salma Paralluelo en vez de a Claudia Pina. Quien jugase se iba a ver las caras con Lucy Bronze, que destaca, entre otras virtudes, por su físico y porque se las sabe todas. La maña es una atleta y puso contra las cuerdas a la del Chelsea y sus nervios son de acero, es casi imposible sacarla del partido.

Cuando Salma cumplió con su objetivo, Pere Romeu sacó a Claudia Pina y metió dos goles. La '9' del Barça obligó, una y otra vez, a Lucy Bronze a correr hacia dentro y sembró el caos con las marcas en la defensa inglesa.

Después, el técnico catalán, durante varios tramos del partido, supo renunciar al fútbol interior y de toque en detrimento del fútbol exterior y más directo. Sabía que el Chelsea le iba a taponar el centro del campo y buscó soluciones: balones a la espalda de las dos centrales y sacar el balón por fuera. Le salió a las mil maravillas y así llegaron los dos primeros goles. Cuando el Barça no tenía el balón, la consigna era clara, que Erin Cuthbert no se girase. Además, tanto Salma Paralluelo como Graham ayudaron, más que siempre, a sus laterales.

Y así, acompañado por sus jugadoras, claro, que ejecutaron el plan a la perfección, el Barça se planta en Londres con más de mitad del trabajo hecho. Y tan solo el fútbol dirá cómo envejece este artículo.