REAL MADRID

Ancelotti levanta el pulgar de Florentino (otra vez): se salva a sí mismo y a muchos de sus jugadores

El italiano se acostumbra a vivir en el alambre y mantiene su racha: como entrenador del Real Madrid nunca ha caído antes de semifinales.

Carlo Ancelotti, durante el derbi en el Metropolitano./EP
Carlo Ancelotti, durante el derbi en el Metropolitano. EP
Jorge C. Picón

Jorge C. Picón

Mala suerte para todo aquel que se cruza con el Real Madrid en la Champions League. El último en pasar por sus garras ha sido el Atlético, que sigue sin poder eliminar a su máximo rival. Seis eliminatorias seguidas, incluidas dos finales, que han acabado con el equipo de Chamartín triunfador. Y gran parte de culpa la tiene un Carlo Ancelotti que se ha acostumbrado a manejarse en el alambre y que ha hecho de la heroica su estilo de vida.

El italiano decidió que si iba a quemarse en el Metropolitano, lo haría con sus ideas. Decidió alinear a Luka Modric, aunque sabe que en la planta noble no gusta nada que el croata esté en los onces de los grandes duelos. Y apostó por un Kylian Mbappé tocado, que ni siquiera pudo entrenar en la sesión previa. Lo cierto es que el partido no salió como quería, pero, como si el día de la marmota se tratase, la moneda volvió a caer cara.

Porque en la Champions todo parece salirle bien. Una derrota contra el Atlético le ponía en el disparadero, con tres meses por delante a rebufo del Barcelona en Liga y sólo la Copa al alcance de su mano. Ganar en el feudo rojiblanco era vital para él, consciente de que trabaja bajo la lupa en una de sus temporadas más difíciles desde que entrena al Real Madrid. Ya rozó la quema en Girona y podía llevarse un susto si caía en octavos.

«Lo vivo con tranquilidad».

Quizás sea su curso más complicado a nivel de gestión. Se mezclan dos cosas. Primero, que no le ha tomado la medida a la plantilla y ha cometido errores en algunas de sus decisiones que le han llevado a cosechar más derrotas de las que esperaba. Lleva ocho en lo que va de curso, y su puesto se ha puesto en duda en más de una ocasión. Y segundo, que le faltan piezas en una nómina descompensada, con jugadores fuera de forma o lejos de su nivel.

Pero después de noches como la de ayer, uno entiende por qué el Real Madrid siempre confía en el italiano. En los despachos se habla de él con respeto y cariño. "Es el mejor entrenador que podemos tener", llegan a comentar. Y es porque consigue máximo rendimiento con lo que tenga en su mano. En la competición continental nunca ha caído antes de semifinales como técnico blanco. Tres trofeos y dos eliminaciones en la penúltima fase, ante Juventus y Manchester City.

Una victoria que salva su puesto, pero también a muchos jugadores que se exponían a fuertes críticas si no conseguían el pase. Porque en el vestuario también cuenta con apoyos muy importantes. En la caseta no verían raro que siguiese en la 2025-26, como informó Relevo.

Tras muchas dudas, bandazos y presiones, ahí está el Madrid de Ancelotti, clasificado a cuartos de la Champions, en semifinales de Copa y con ventaja para llegar a la final y peor situado en Liga pero manteniendo opciones de título. El de Reggiolo es un salvavidas para la entidad merengue y demuestra que su método, con más o menos suerte, funciona. Florentino lo celebra...