Ancelotti da con la tecla ante un Chelsea que apura su última bala

"Se merecen jugar más de once, esta plantilla me cambia de idea muchas veces", dijo Ancelotti este lunes en Stamford Bridge, en la previa del encuentro de esta noche (21:00 horas) en Londres, en el que el Real Madrid defiende el 2-0 de la ida de los cuartos de final de Champions. Un mensaje de doble dirección: de alerta para los que más juegan y de aliento para los que brillaron en Cádiz, pero empezarán sentados en el banquillo en Champions.

Después de meses de cambios, Carletto ha dado con la tecla, con su once de confianza. Una alineación por la que nadie habría apostado a principio de curso, cuando Camavinga y Kroos eran interiores y Fede Valverde, extremo. Ahora el francés brilla como lateral zurdo, el alemán es el mediocentro defensivo y el uruguayo ha vuelto a su posición en el centro del campo. El gran damnificado por este baile de piezas es Tchouameni, que ha pasado de indiscutible a ni siquiera ser primer cambio. El beneficiado, Rodrygo, que por fin siente galones de titular.

"¿Repetir once? Si se repite le afecta a Nacho, Ceballos, Asensio... Les afectará a todos los que no jueguen porque hay más de once que merecen jugar", aseguró Ancelotti, a la vez que dejaba entrever que saldrán los mismos que ganaron en el Camp Nou en Copa y frente al Chelsea en la ida. Eso condena a Nacho al banquillo y a Camavinga al lateral, una posición donde el club no termina de verle pero sí Carletto.

"Está bien, puede que juegue de lateral izquierdo, sí", dijo sobre el francés. A la vez, justificó la presencia de Kroos como pivote: "No cambia mucho. Cuando juega de interior rota por fuera, de pivote por dentro. No cambia su manejo de balón, la posesión... A nivel defensivo no cambia mucho. Para soportar a Kroos como pivote necesitamos un trabajo defensivo importante. Es el fútbol moderno, si no defiendes con once tienes un problema".

El técnico, que utilizó esta alineación en el Camp Nou en busca de la remontada, ha encontrado un sistema muy ofensivo pero que mantiene el equilibrio: seis goles a favor y ninguno en contra en esos dos encuentros. Por eso, aunque el Madrid viaja a Londres con dos goles de ventaja, el italiano probó con esta alineación en la previa. Cualquier otra variante sorprendería hasta a los propios futbolistas.

La seguridad que arrojó Ancelotti en la previa (acompañada incluso de alguna broma) contrasta con el ambiente enrarecido que existe en el Chelsea, donde Lampard tuvo que despejar balones constantemente. Más cerca del descenso que de Europa en la Premier y con el club convertido en un polvorín (el dueño bajó al vestuario tras la última derrota), los londinenses se agarran a la Champions como el último clavo ardiendo para salvar la temporada. 

"No dudo de la pasión de mis futbolistas. Es muy fácil criticar, pero hay muchos factores. Siento que todo el mundo habla del físico y hay otros muchos aspectos que mejorar. Es un partido enorme, tenemos que centrarnos en el fútbol, enfocarnos en esto", dijo Lampard en la previa. El inglés, después de fracasar con su planteamiento ultradefensivo en el Bernabéu, tendrá que mostrar una cara más atrevida ante sus hinchas si quiere tener alguna opción de dar la vuelta a la eliminatoria.