PSV 1 - ARSENAL 7

Arteta es capaz de ganar 1-7 y hasta de que un jugador no se enfade por un cambio táctico en la primera parte: "Es muy joven, hay que protegerlo"

El técnico sustituyó a Lewis-Skelly por miedo de la expulsión cuando el equipo ganaba 0-3. "Se lo tomó muy bien", desvela Odegaard.

Mikel Arteta, tras la victoria ante el PSV./EP
Mikel Arteta, tras la victoria ante el PSV. EP
Jonás Pérez

Jonás Pérez

Entre todas las cosas que se pueden destacar de la brillante victoria del Arsenal sobre el PSV por un gol a siete, Mikel Arteta probablemente se lleva la más sorprendente. No tenía un escenario sencillo y tomó una atrevida decisión que posteriormente le llevó todavía más a la gloria. Para ser más concretos, decidió suplir por decisión técnica a Lewis-Skelly, su lateral izquierdo titular, a los 35 minutos para dar entrada a Ricardo Calafiori. Tanto sustituido como reemplazo fueron trascendentales en la victoria y, sobre todo, lo fue el técnico por evitar un plan mayor y comprometer seriamente el desarrollo de la ya más que encarrilada eliminatoria.

Gil Manzano, al que bien conocerá Arteta por su día a día en LaLiga EA Sports, amonestó a Lewis-Skelly a los 24 minutos de juego. Solo unos minutos después, bien le pudo sacar la segunda amonestación por un lance del juego. El árbitro español, comprensivo con la magnitud del partido, decidió no mostrársela, aunque ya sonaban tambores de expulsión a la siguiente vez que perdiera lo más mínimo el control. El futbolista en cuestión, por cierto, había asistido a Nwaneri en el segundo tanto del Arsenal.

Y estaba rindiendo a gran nivel, por lo que no había ningún motivo para suplirle más allá de la amarilla. Mikel Merino marcó el tercero de la noche y Mikel Arteta comenzó a sospechar que una expulsión podría boicotear en cierta medida lo que estaba siendo una auténtica exhibición de los suyos, con ese 0-3 en el primer tiempo. Por ello, aunque fuera una decisión dolorosa, apostó por reemplazar al joven futbolista y evitar un mal mayor. En su lugar, al campo Ricardo Calafiori.

El italiano entró para ocupar su posición en el carril, aunque su técnico ya ha pronunciado en alguna ocasión que bien puede formar parte del tridente ofensivo para solventar las múltiples ausencias de hombres de ataque de los 'gunners'. Quién lo diría, vista la exhibición ofensiva que dieron en Eindhoven ante el PSV. Calafiori demostró a Arteta que no se equivocaba cuando elogió sus cualidades en ataque. Primero asistió a Trossard en el quinto de los suyos. Para terminar, cerró la goleada con el séptimo, en una gran definición en el mano a mano.

Mikel Arteta repitió tendencia conservadora retirando del campo en el 71' a Thomas Partey y en el 77' a Timber, ambos también amonestados. Pero su decisión realmente sorprendente fue la de Lewis-Skelly a los 35 minutos de juego. Una determinación que, además, podía haber generado un desconcierto del jugador en una noche en la que todo es gloria. No es sencillo ver cómo el equipo se clasifica para cuartos de final de la Champions, a la par que gestionas una situación en la que haces un cambio por decisión técnica en la primera mitad con 0-3 a favor.

Una muestra de personalidad de un técnico idolatrado en Londres por el salto adelante que ha dado el Arsenal desde que está a los mandos. En Prime Video, Mikel Arteta no hizo más que elogiar a su jugador, pese a todo. Junto a él, a Nwaneri: "Hacer lo que hacen a los 17 y 18 años demuestra una madurez increíble. Lo hacen gracias a cómo los otros jugadores los apoyan y los hacen mejorar. Tienen mucho coraje. Myles hace una asistencia, ese es el equipo que quiero ver, toman la iniciativa y quieren hacer que las cosas sucedan".

Eso sí, no tiene reparo en reconocer los motivos por los que apostó por el cambio: "No he visto la segunda acción, pero ganábamos 2-0 fuera de casa y no quería arriesgarme. Es muy joven, así que tenemos que protegerlo". Finalmente, consideró que el cambio debía ser con los dos goles de ventaja, aunque lo terminó haciendo ya cuando llegó el tercer tanto, obra de Mikel Merino.

Su compañero Martin Odegaard sí desveló algo más de detalles de cómo lo había vivido Lewis-Skelly: "Se lo tomó muy bien. Sabía que era una posición complicada. Tenía una tarjeta amarilla y también tuvo una dura entrada. Se lo tomó bien y todos estamos allí para apoyarlo y estoy seguro de que él también aprenderá de eso".