Un Atleti como nunca para empatar a cero como siempre

Este relevista apuntó en su cuaderno hasta 12 ocasiones claras de gol del Atlético ante el Brujas, con dos goles anulados incluidos. No nos vamos a poner enunciarlas cada una de ellas. Los atléticos siguen dándose golpes en la cabeza recordando cada una de ellas. Cada "uyyyyyy". Cada "casiiiiii". Cada "cómo no fue gooooool". Este Atlético respondió de la mejor manera en una situación de verdadera necesidad. Pero, como en otros momentos de la temporada, faltó contundencia. Faltó el gol. Faltó sobrepasar la delgada línea entre el éxito y el fracaso. Así es el fútbol. Y la vida.

El Atlético sigue dependiendo de sí mismo, pero no resulta suficiente consuelo. Los tres puntos del partido se resumen en: uno de cabreo para Joao Félix, otro de frustración para los de Simeone y otro de gloria para el Brujas, que se mete matemáticamente en octavos de final de la Champions. Los rojiblancos ahora deben ganar al Bayer en casa y al Porto fuera. Y rezar. Mucho. Puede que jugando así, el Atlético se clasifique. El Metropolitano respondió, pero ahora sólo falta que lo hagan los delanteros del Atlético algún día...

Goza de la condición ya de titularísimo. Griezmann volvió a ser titular una vez más. Se soltó de los grilletes azulgranas, que le impedían salir antes del minuto 60 al principio de la temporada. Se marchó en el minuto 78' sin gol, pero con la sensación de que dejó todo en el campo. Le faltó muy poco para volver a vestirse de héroe como el día del Porto. Casi portó ese papel Morata en el 87', con un remate a quemarropa ante Mignolet, que desvió con la cara. Increíble, pero cierto. Este Atleti no marcó ante el Brujas. Pero, al menos, por actitud y ocasiones no fue...

Jutglá llegó al Brujas por una cuarta parte de lo que pagó el Atlético por Nahuel Molina. Es fútbol ficción. Sí. Comparar posiciones y rendimientos. Así somos los plumillas (injustos) y también los aficionados. Que se lo pregunten a Luis Enrique con el tema Aspas. El delantero español del Brujas fue una amenaza constante junto a Sowah y Buchanan. El Brujas, tercero en Bélgica, dio la impresión de grande europeo en el Metropolitano. La diferencia en el fútbol radica en pequeños momentos, que pueden cambiar tu vida. Que se lo pregunten a Correa. Este Atleti ahora son Griezmann y diez más. "El campo dicta los minutos de juego" es una de la frases favoritas del Cholo. Correa está de dulce. Es de los pocos diferenciales. De los pocos que sacan un gambeteo siempre. Frente al Brujas dispuso de cuatro ocasiones muy claras, con gol anulado incluido. Si tuviera un poco más de acierto, todos diríamos lo mismo que pensamos de Jutglà: ¿cómo no es titular indiscutible Correa?

Pitó penalti y se enmudeció el Metropolitano. Era el minuto 40. El Atlético dispuso de cinco ocasiones claras en la primera parte antes y se había repuesto al apretón del Brujas inicial en los primeros 10 minutos. La tensión se mascaba en el ambiente hasta que el holandés Danny Makkelie fue al monitor del VAR a revisar la acción entre Nahuel y Buchanan. Esa tensión se transformaba en miedo. Simeone, a 1000 revoluciones, empezó a jugar su mejor baza, la de jalear y meter al público en la decisión del árbitro. Rápidamente fue a por el delegado, Pedro Pablo, y le cogió de la americana y le obligó, con un empujón de por medio y muchos aspavientos, a meter presión porque Hoefkens merodeaba en la zona técnica. Se rozó la tragedia, pero el árbitro cambió de opinión. El Metropolitano lo celebró como un gol. Y el Cholo enloqueció...

Pocos apostaban por él este verano. Llegó rebotado del Chelsea, con la decepción de esas aventuras de la vida que no salen como uno tenía en la cabeza. Lejos de hundirse o maldecir su suerte, llegó a su puesto de trabajo como un canterano más. Pero con galones. Muchos galones. Sin hacer ruido, Saúl sumó su quinto partido de la temporada como titular. A veces juega mejor y otras peor. Puede que sea simplemente una cuestión de confianza. Que se quite los miedos de su cabeza. Frente al Brujas, cuando el equipo atacaba con el 4-4-2, Saúl fue de los más destacados. Sin destacar especialmente en nada (con buenos centros para Griezmann que rozaron el gol), pero haciendo bien todo (trabajo, presión y cabeza). Suma ya 350 partidos (18º jugador en la historia del club) y los siguientes son Juanfran y Ruiz (355), Rivilla (356), Quique Ramos y Alberto (361).

"Joao, te cambio tu camiseta por mi padre", ponía un chaval en una pancarta en la primera fila del Metropolitano. No sabemos si el portugués tenía dudas de si el padre del chaval pudiera ser Diego Pablo Simeone, pero el joven aficionado rojiblanco se marchó a su casa sin la camiseta de su ídolo, que ahora se encuentra en horas bajas. La actitud se muestra también hasta en los rondos de calentamiento, donde Cunha, Morata, Carrasco o Witsel estaban continuamente riéndose; Joao, no. El portugués estaba enojado porque encadenaba su cuarto partido de la temporada desde el banquillo. El Cholo no se casa con nadie. Ni con Witsel, que hasta el partido ante el Brujas fue titular indiscutible en todos los partidos. Precisamente, en el 77', cuando el técnico optó por el belga en lugar de él, en el último cambio, Joao tiró el peto con desprecio en la zona técnica.