Un Barça mejorado se queda corto
Los blaugrana, con un gran Gündogan, dominaron el partido, pero un gol de Osimhen les terminó dejando sensaciones agridulces.
El Barça salió a Nápoles con el contador a cero. Sacudido de los miedos de Europa y apartado de la vorágine de negativismo de las últimas semanas, se inspiró en su fútbol de antaño para sacar su versión más competitiva. Se impuso con el balón y presionó como nunca había hecho esta temporada. Pero la felicidad nunca es completa en Barcelona desde hace tiempo. En una jugada aislada, Osimhen sacó las garras para empatar el partido.
Sólo necesita un tiro a puerta...
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𝐎𝐬𝐢𝐦𝐡𝐞𝐧 es un 𝐤𝐢𝐥𝐥𝐞𝐫 del gol. 🔵⚔️#UCL #LaCasaDelFútbol pic.twitter.com/ceu2B4SiuX
El partido deja dobles conclusiones en clave barcelonista. Por un lado, los catalanes fueron capaces de mostrar una gran versión -ante un Nápoles pobre-, la promesa eterna del fútbol de Xavi. Pero por otro, encajó un gol cuando los de Calzona no habían inquietado a Ter Stegen. La respuesta al tanto encajado fue neutra, un Barça reservado que no pudo calmar el partido con la pelota. Los blaugrana recuperaron el alma y disputaron, hasta el empate, el mejor partido en mucho tiempo. Pero la Champions exige más. Lo que en la previa hubiera sido un resultado que muchos habrían firmado, terminó siendo un sabor agridulce para los de Xavi. El marcador fue demasiado corto.
GÜNDOGAN
😎 Me reafirmo
No juega, da lecciones. Lo mejor de que Xavi haya querido buscarlo un amarre a De Jong es que ha dejado de parchear con Gündogan. El alemán ha regresado donde debe jugar, más cerca de la portería rival que de los inicios de las jugadas. Si el Barça quiere competir en Europa debe pivotar sobre la madurez de Ilkay. Congeló la presión del Nápoles, escondiendo la pelota a Lobotka y permitiendo que sus compañeros se afincaran en campo contrario. Y en presión, aun con las limitaciones físicas de la edad, se apoyó en la lectura intuitiva del mejor Busquets para arañar arriba.
Lamine Yamal quiere todos los récords.
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📌 Se convierte en el jugador más joven en la historia de la Champions League en disputar un partido de eliminatorias.
✨ 16 años y 223 días. Simplemente, brutal. pic.twitter.com/v9WbWjUoKG
Uno puede calibrar el talento bruto que tiene Lamine por cómo le mira Gündogan. No hay futbolista que busque más el ex del City. Sea en corto, para devolver una pared o para obligarla picar al espacio. Lo único negativo de que jueguen tan cerca es que al Barça le falta un punto de verticalidad por el sector izquierdo para alimentar los desmarques de Gundo. El alemán estuvo cerca de marcar el 1-2 en la última jugada del encuentro.
IÑIGO MARTÍNEZ
😬 No me ha hecho cambiar de opinión
Iñigo rebozaba tanta confianza que se vio capaz de ganar un duelo -otro más- a Osimhen. El nigeriano, al que había secado durante todo el partido, logró sortear su intento de anticipación cuerpeando y batió a Ter Stegen. Fue la única mancha de Iñigo en Nápoles, pero una mancha que salpica el resultado. Hasta el gol, el partido del vasco había sido catedralicio. Jerarquizó la línea defensiva en lo emocional y en lo futbolístico.
Su zurda, además, supone sumar talento e imaginación a la salida de balón blaugrana. De su botín, como tantas otras ocasiones este curso, nació el gol de Lewandowski. Filtró un balón a Pedri donde Xavi quiere que sus piezas encuentran a los interiores, entre líneas. El canario, en un gesto de maestría, asistió a un Lewandowski que marcó por cuarto partido consecutivo. Cuando hubo que defender el área, Iñigo empequeñeció al gigantón Osimhen. Hasta el gol, el área llevó su firma. Hay duelos que cambian partidos y el suyo con Osimhen supuso el empate. En algunos planos, eso sí, se constata que el punta le empuja y le zancadillea. Iñigo, no obstante, seguirá siendo una pieza clave para Xavi.
DE JONG
🤔 Hay runrún…
De Jong se puso él mismo en el foco antes de jugar uno de los partidos más importantes de la temporada. El neerlandés apuntó a la prensa y acusó de mentir a aquellos que quieren ponerlo en el mercado, sin saber -o sin querer saber- que dichas informaciones salen desde dentro del club. Como ya sucedió en el verano de 2022, el club le pone en el escaparate porque su valor es demasiado jugoso. Con el micro apagado, era la oportunidad de que hiciera hablar al balón.
Xavi volvió a amarrarlo a Christensen y De Jong, por su parte, no cayó en el vicio de querer comenzar todos los ataques desde el principio. Xavi le confeccionó un sistema a medida de Frenkie y el equipo tiene algo más de empaque -sobre todo en defensa porque ataca sabiendo que tiene una red de seguridad-. Con balón, al danés le faltó un punto de sensibilidad espacial. Requiere de más rodaje para ver con más naturalidad el fútbol de espaldas a la portería rival. La ecuación, en un plano general, a Xavi le sale positiva.
FRANCESCO CALZONA
💡 La decisión
Cuando los futbolistas del Barcelona saltaron a hacer el último entrenamiento antes del partido, sintiendo ya el cosquilleo al ver los rótulos de la Champions, De Laurentiis presentaba a su nuevo entrenador. Francesco Calzona regresó a Nápoles a la desesperada, consciente de que del equipo campeón del Scudetto quedaban vestigios, añicos. Era difícil tener una previa más convulsa. El entrenador hizo tres cambios -dando entrada a Juan Jesus, Olivera y Cajuste- aunque en forma los napolitanos variaron poco. Esperaron al Barça, irremediablemente cerca de Alex Meret.
🎭 Si Osimhen se quita la máscara...
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Eso solo significa una cosa: gol. pic.twitter.com/WJgR3gQqFm
Les costó proyectarse en ataque y en defensa se desnudaron demasiado fácil ante el centro del campo culer. Calzona se atrevió incluso a sustituir a un Kvarastkhelia huérfano de balón y a Osimhen justo después de marcar. Tras el 1-1, una marea napolitana hacia Ter Stegen. El nuevo entrenador, como mínimo, viajará a Barcelona a pelear el pase a cuartos.
LAS SENSACIONES BLAUGRANA
📀 Mi 'bonus track'
El Barça dejó su mejor versión en Europa -posiblemente- en años. Su puesta en escena fue en muchos tramos inmejorable, de cuando miraba a la Champions con un cuchillo entre los dientes. Salió a imponer y lo hizo con fe. Los de Xavi tuvieron claro en todo momento qué debían hacer para dañar al Nápoles: amasando el juego en el inicio para encontrar a Pedri y Gündogan en los cuadrados. Sin balón, la presión de antaño.
Si Xavi tuviera la respuesta, la hubiera respondido hace tiempo. Pero es complicado explicar por qué el Barça ha mostrado versiones tan pobres y luego es capaz de hacer partidos tan completos como el de Nápoles. Hasta el gol de Osimhen estaba siendo el encuentro más redondo en lo que va de temporada. También por el escenario, para ganar kilos de autoestima y autoconvencerse de que Europa no debe asustar. El Barça debe olvidar el gol encajado y cultivar y cuidar los brotes verdes que crecieron durante tantos minutos. Debe ponerse la etiqueta del underdog de esta Champions.
- Ficha técnica:
1 - Nápoles: Meret; Di Lorenzo, Rrahmani, Juan Jesús, Olivera; Cajuste (Hamd Traorè, m.68), Lobotka, Anguissa; Politano (Raspadori, m.77), Kvaratskhelia (Lindstrom, m.68) y Osimhen (Simeone, m.77).
1 - Barcelona: Ter Stegen; Kounde, Iñigo Martínez, Araújo, Cancelo; De Jong, Gundogan, Christensen (Oriol Romeu, m.86); Pedri (Joao Félix, m.86), Lamine Yamal (Rapinha, m.80) y Lewandoski.
Goles: 0-1, m.60: Lewandoski; 1-1, m.75: Osimhen.
Árbitro: Felix Zwayer (Alemania). Amonestó a De Jong (m.16) y Chirstesen (m.78) por parte del Barcelona.