BAYERN - LAZIO

El Bayern puso el 2-0 en una jugada a lo Gil Manzano... resuelta al revés

Vincic permitió sacar un córner fuera de tiempo que tuvo despeje, pero dejó terminar la jugada que acabó en gol de los de Tuchel.

El gol del Bayern en el descuento./
El gol del Bayern en el descuento.
Jonás Pérez

Jonás Pérez

La polémica decisión de Gil Manzano en el Valencia - Real Madrid dará que hablar durante meses. No deja de ser curioso que tan solo tres días después, el Bayern - Lazio de vuelta de octavos de final de la Champions viviera una acción muy muy similar. El desenlace de ambas jugadas fue el balón dentro de la portería, pero la manera de obrar de cada árbitro fue diametralmente opuesta. Los de Tuchel, de hecho, ampliaron distancias en el marcador y dieron un paso de gigante rumbo a los cuartos gracias a tal comportamiento.

Por partes. Tras una primera mitad sin demasiadas interrupciones, el árbitro Vincic decide añadir un minuto de prolongación. En el 45:50 el balón sale por línea de fondo, en lo que es un córner favorable a los locales. Por supuesto, debe dejarlo sacar por haber llegado antes de la conclusión del tiempo. El del Real Madrid llegó con el cronómetro cumplido, si bien debía añadir más minutos por los 2:25 que se perdieron de la intervención del VAR.

El Bayern finalmente bota el saque de esquina en el 1:24 del descuento, es decir, 24 segundos con el tiempo cumplido. El árbitro, pues, tenía total potestad para señalar el final en cuanto se produjese el primer despeje. Eso sí, en esta ocasión no avisó a los jugadores de que se trataba de la última acción, como sí hizo Gil Manzano el pasado sábado. Cabe recordar que los colegiados no tienen ninguna obligación de exponer a los futbolistas sus decisiones y que forma parte de la personalidad de cada uno.

Lo sucedido a continuación es rotundo. La Lazio despeja el balón que llueve con nieve hasta la esquina del área. En ese momento podría haber señalado el final. Vincic no lo hizo y acertó. De Ligt conectó una inesperada volea dirección portería y Thomas Muller metió la cabeza para anotar el segundo gol del Bayern, que ya se ponía por delante en la eliminatoria tras caer derrotado en el partido de ida.

El gol subió al marcador, sin que nadie reclamase a Vincic que hubiera dejado más tiempo del que marcaba el cronómetro. Una vez el VAR comprobó que el alemán se encontraba en posición correcta, el colegiado ya pudo señalar el camino a los vestuarios. En definitiva, una acción muy similar a la de Mestalla, con un saque fuera de tiempo, un despeje y la diferencia de que Gil Manzano decidió cortar la acción ofensiva y en Champions se dejó terminar. También hay matices en la postura arbitral: uno avisó del final previamente y el otro dejó fluir. Cada maestrillo tiene su librillo...