Calzona elogia a Lamine Yamal: "Puede llegar a ser uno de los mejores del mundo"

El Nápoles aterrizó en Barcelona a las seis de la tarde y una hora después estaba en Montjuïc. Uno de los primeros en saltar a inspeccionar el terreno de juego fue Osimhen, cuyo gol en la ida empañó una buena actuación del Barça. El delantero saltó solo y con los cascos puestos, como si el partido estuviera a punto de jugarse. Por detrás, Kvaratskhelia hablaba distendidamente con sus compañeros. Di Lorenzo aprovechaba para tomar fotos en una de las áreas. El martes estarán acreditados más de 500 periodistas italianos.

Unos minutos más tarde apareció De Laurentiis, el presidente del Nápoles. Junto a su séquito y con un impoluto traje marrón, siguió en la misma sala de prensa la conferencia de Calzona y Politano. El mensaje de entrenador y jugador fue el mismo. Aunque el presidente tuvo un incidente. Sobre el terreno de juego, a media entrevista entre Politano y Sky Sports Italia en exclusiva, De Laurentiis apareció para llevarse al jugador. "No puede hablar contigo", le gritó al entrevistador.

En la sala de prensa, con el ambiente más relajado, mensaje que salió del Nápoles es que se ven con opciones de pasar, creen que el han mejorado desde la llegada del nuevo técnico -que debutó precisamente en el partido de ida- y piensan que este tipo de partidos no hacen falta prepararlos a nivel mental.

El Nápoles de Calzona todavía no ha perdido. El balance es de dos victorias y tres empates. Y pese a que sumó un único punto ante el Torino en el último partido en casa, el técnico no lo valoró como algo negativo. "No nos lo llevamos por un error. Hemos mejorado mucho. Hemos cambiado mucho. Somos más compactos, concedemos menos, defendemos adelante, que para mí es fundamental... Es mérito de los chicos. Pero para nosotros todavía no es suficiente, tenemos mucho por hacer todavía", valoró.

En la misma línea, Politano reflejó el nivel mental en el que llega el equipo al duelo de vuelta. "Es un partido importante para nosotros, para la afición y para el club. No hace falta motivación extra, estos partidos se preparan solos", comentó el extremo, que reveló que el equipo ha trabajado los penaltis en las sesiones previas. "Tenemos que ser equipo durante 90 o 120 minutos. Espero que el equipo dé un paso adelante [...] Si hay miedo, mejor no presentarse", afirmó su entrenador.

A unos kilómetros del estadio, Xavi reconocía en su rueda de prensa que, de poder elegir, le gustaría ver en el Barça a Lobotka. "Me gusta a nivel de construcción de juego, no pierde ningún balón. Marca mucho la diferencia para el Nápoles", reconoció el entrenador, que precisamente ha tenido que inventar en su posición.

Calzona, por su parte, se deshizo en elogios a Lamine Yamal. "Tiene talento para llegar a ser uno de los mejores jugadores del mundo sin lugar a duda. Es muy joven pero parece veterano. Será un talento mundial", aseguró el preparador italiano. También reconoció su 'amor' por De Jong, que será baja. Lo describió como un centrocampista "moderno, físico, técnico e inteligente".

"Es el partido del año", decía sin vértigo alguno Calzona. "No hace falta explicar la importancia del encuentro a los jugadores", añadía. Por las palabras del técnico y de Politano, se prevé que el Nápoles muestre una versión ofensiva este martes: defendiendo en campo contrario y siendo valientes con el balón. Así lo espera también el cuerpo técnico blaugrana.