Coman deja tocado a un PSG que sólo puede agarrarse a Mbappé
Los parisinos dejaron una imagen pobre, pero todo queda abierto.

No hay nada más metafórico que un canterano del Paris Saint-Germain haya comenzado a cavar la tumba de los franceses. Coman lo hizo por segunda vez en su carrera. El PSG demostró por enésima vez que la palabra equipo no la define un conjunto de once jugadores. Le sigue rezando al talento. A la inspiración de Messi y Neymar, a la furia de Mbappé en cada carrera. Y vive de ello porque puede, pero no siempre es suficiente.
El Bayern de Múnich se presentó en París con las ideas claras. No tuvo que robarle el balón al PSG porque estos ya se lo regalaron. Se agarraron a Kimmich, a las piernas de Coman y a la pizarra de Nagelsmann, que fue retocando al equipo con el paso de los minutos. El Bayern fue mucho más equipo que el PSG, que ofreció una imagen pobre.
Aunque con el 0-1 final, poco importa. Con tanto talento, los parisinos son capaces de todo y de nada. Esta vez, Galtier se ganó a pulso que saliera cruz. El PSG tiene al futbolista más determinante del mundo, Mbappé, y al jugador que más puede elevar su nivel, Messi. Si bien el Bayern evidenció ser un equipo más maduro, los últimos minutos de partido tras la entrada de Kylian dejaron todo abierto para la vuelta.
LA PIZARRA DE NAGELSMANN
😎 Me reafirmo
Nagelsmann llegó a la élite sin preguntar. Este Bayern ya tiene su sello. Se presentó en París con una formación de autor. Partió con tres centrales, con Cancelo y Coman en las bandas y a distintas alturas, con Kimmich y Goretzka a la sala de mandos. Y cuando vio que con Kimmich era suficiente para sostener al equipo, mandó a Goretzka cerca del área. Nagelsmann sabe cómo potenciar a su equipo y qué necesita en cada momento del partido.
El Bayern no logró cerrar el encuentro, poco le faltó antes de que Mbappé les metiera el miedo en el cuerpo con el gol anulado. Entonces el PSG entró en ebullición y, cuando no todo dependió del fútbol, el Bayern tembló. Los bávaros son más equipo que el PSG. Si el balón atendiera a la razón, el PSG estaría muy lejos de poder vencer al Bayern. Nunca es suficiente. Y si no, que se lo pregunten a los rivales del Madrid en Champions.
SERGIO RAMOS
💯 Mis 'dieses'
Todos luchamos contra el tiempo. Borges escribió una vez que la única especie que teme a la muerte es el humano porque es el único que sabe que todo tiene fin. El futbolista, sin embargo, es la única especie que muere dos veces. La primera es el retiro. Sergio Ramos, consciente de ello, sigue aguantando una persiana que no termina de bajarse del todo.
El partido de Ramos fue heroico, de otra época. Galtier planteó un partido de resistencia esperando que Sergio construyese un fuerte en el área de Donnarumma. Ramos podría pasarse todo el año de vacaciones y jugar únicamente los partidos grandes, de algún modo ya nació para eso. Fue la carta ganadora: se curtió con Choupo Moting, Goretzka, Sané... Y siempre ganó. Ramos es un central de días grandes, se erige ante los escenarios más complicados. Si pensar en retos grandes es, en parte, pensar en la Selección, no tendría ningún sentido que De la Fuente no tuviese apuntado su nombre en la libreta.
LA PROPUESTA DEL PSG
✅ Un tuit que me representa
Hace años que en París llueven billetes. Catar creyó haber encontrado un atajo hacia el éxito construyendo un puente de oro, pero cada año se le derrumbaba. Los quilates resultaron ser no más que naipes. Galtier imaginó un partido de supervivencia, pensando en la eliminatoria como un partido largo, de 180 minutos, y consciente de que tarde o temprano aparecería Mbappé.
El PSG parece que ha diseñado un partido para que brille Mbappe, sin el francés en el campo.
— Alejandro Sánchez (@AlexSD98) February 14, 2023
Un equipo completamente replegado, sin filtro en el centro del campo con un Ramos encabezándose como la auténtica estrella del partido.
Pero Kylian, que salía de lesión, fue suplente. Poco le importó a Galtier: dibujó un 4-4-2 de mínimos. Priorizó sacar un buen resultado a dejar una buena imagen. Y en el fútbol, al final, lo que importa es ganar. Si no se consigue y se hace con una propuesta así, el golpe es doble. No te queda nada. Los primeros 80 tristes minutos del PSG cayeron en el olvido cuando Mbappé entró. Kylian es la puerta a soñar con todo.
ZAÏRE-EMERY
🤳 Mi fondo de pantalla
Muy bueno tiene que ser un chico de 16 años para que el club que acude al talonario verano tras verano crea tener en él una carta ganadora. Regresó la Champions el día de San Valentín. Cuando centenares de adolescentes piensan en ese amor platónico, Zaïre-Emery sólo pensaba en el Bayern de Múnich: debutó con el Paris Saint-Germain en Champions League. Jugó algo más de 50 minutos.

Fue el bautizo de fuego del canterano. Y tuvo tiempo de dejar su carta de presentación. A pesar de jugar algo abandonado en banda y de tocar muy poquito balón, llegó a deshacerse de Alphonso Davies, uno de los troncos inferiores más potentes del mundo, cuando el canadiense le empujaba hacia fuera del campo. Si bien el fútbol va cada vez más deprisa y los plazos se acortan, Zaïre-Emery ya puso la sexta.
LEO MESSI
🤦🏻 No me ha hecho cambiar de opinión
No te merecen, Leo. El lunes se cumplieron dos meses de una de las últimas grandes jugadas de Messi: la carrera en la que luchó contra Gvardiol y en la que evidenció que nadie es más consciente que él de que el tiempo pasa para todos. Mendilibar dijo una vez que "Messi aparca en zonas en las que es muy difícil pararle". Ante el Bayern, aparcó. Pero a sus compañeros se les olvidó entregarle el balón.
Messi contra todos. pic.twitter.com/pJeaiwZLv5
— Relevo (@relevo) February 14, 2023
Miró el esférico con ojos nostálgicos. Y cuando lo tuvo, fue a decenas de metros de Sommer, de espaldas y sin ningún jugador parisino por delante. Una vez recibió de cara y plantó a Mbappé delante del portero del Bayern. Si bien Scaloni demostró que Messi tiene cuerda, un PSG sin Mbappé -o futbolistas que viajen al espacio- hace que Leo realmente parezca que tenga 35 años. Ver a Messi competir en un equipo así, tan insípido, que no transmite nada, pone a uno triste.