PSG 3 - MILAN 0

El PSG domina, el Dortmund asalta Newcastle y el Milan no marca: así está el grupo de la muerte

Golpe en la mesa del equipo de Luis Enrique, que barre a los italianos en el Parque de los Príncipes.

Luis Enrique saluda a Mbappé tras el triunfo. /AFP
Luis Enrique saluda a Mbappé tras el triunfo. AFP
Agencia EFE

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Tras el correctivo sufrido en Newcastle, el París Saint-Germian logró frente al Milan un triunfo redentor (3-0) en la Champions, asentado en el buen juego de su joven centrocampista Warren Zaïre-Emery, autor de dos asistencias, y su conexión con Kylian Mbappé.

Una jugada entre ambos abrió el marcador de un partido que se había puesto feo para ellos y que acabó en goleada gracias a los tantos de Randal Kolo Muani y de Kang-in Lee, en ambos casos su primera anotación con el PSG en Europa.

Una victoria que les coloca primeros de su grupo y que deja a los 'rossoneri', semifinalistas de la pasada edición, en una situación comprometida para su supervivencia europea.

Los italianos, que durante una buena fase del primer tiempo zarandearon al campeón francés, pagaron su falta de acierto goleador y encadenaron un quinto partido en Europa sin levantar los brazos, la peor racha de su prestigiosa andadura continental.

El triunfo francés en este grupo de la muerte, ante un equipo de pedigrí, da oxigeno al proyecto de Luis Enrique en las orillas del Sena, en el alambre tras el descalabro de Newcastle y le coloca en buena situación para conseguir una clasificación para octavos, a los que no faltan desde 2012.

Aunque no despeja todas las dudas, sobre todo por la ineficacia creativa del centro del campo, de la que se escapa Zaïre-Emery, y por la dependencia ofensiva de Mbappé, que tapa la falta de acierto de sus compañeros de ataque, que tardan en cumplir las promesas con las que llegaron en verano.

Apagada la pirotecnia inicial con la que los ultras del PSG abrieron el duelo -acompañada de mensajes de apoyo al pueblo palestino- y cuyo testigo fue recogido en el césped por los de Luis Enrique, la furia se fue diluyendo a medida que los italianos iban imponiendo su ley.

El equipo francés no tuvo la posesión, ni fue ofensivo, ni apabulló al rival como había anunciado su técnico. Por momentos incluso amenazó con resquebrajase como en Newcastle, ante la fractura que existe entre un centro del campo plano y un ataque inofensivo. Pero en ambas líneas hay una excepción que conectó para dar al PSG el tanto que abrió el marcador y que les dio la serenidad necesaria. Mbappé, que lo había intentado en el 22 y en el 30, lo consiguió en el 32, gracias a la fe de Zaïre-Emery, el joven galo que se está convirtiendo en el mejor hombre del centro del campo parisino.

Con fuerza y fe aguantó a los envites de Krunic para servir al atacante que, a la tercera, no perdonó a su compatriota Mike Maignan, convertido en espectador de su ajustado disparo al palo. El Milan, que por vez primera en su historia no alineó a ningún italiano en un duelo europeo, perdió toda la fe y el partido se equilibró, una buena noticia para la grada que estaba viendo sufrir a su equipo.

Demasiado joven el conjunto de Stefano Pioli, que no encontró recursos para volver a dominar, para llevar el miedo a la Parque de los Príncipes como había hecho en el 26 el portugués Leao en un disparo enroscado desde la izquierda que lamió el palo de su compatriota Gianluigi Donnarumma.

El luso, y las internadas por la derecha del estadounidense Christian Pulisic, una amenaza constante para Lucas Hernandez y Vitinha, habían torturado a los parisienses y el tanto de Mbappé fue el mejor bálsamo. Se tranquilizó la grada y el equipo, que regresó más fresco y confiado del descanso, dispuesto a pescar en el manojo de nervios que eran ahora los transalpinos.

Ousmane Dembelé lo consiguió en el 48, pero el VAR identificó una falta previa Ugarte a Musah, así que, tras una buena ocasión de Pulisic para los italianos, fue Randal Kolo-Muani quien finalmente agrandó la ventaja tras un mal despeje de Maignan en el 53. El Milan buscó la remontada sin demasiada fe y el 3-0 rondó más que el tanto italiano, sobre todo cuando en el 81 Mbappé estrelló un balón en el palo. Finalmente fue el surcoreano Kang-in Lee quien lo logró servido de nuevo por Zaïre-Emery.

El Dortmund gana en St. James Park y Tonali tiene minutos

Un gol de Felix Nmecha, varias paradas de Gregor Kobel y el larguero, hasta en dos ocasiones, condenaron al Newcastle United a su primera derrota en la Champions League de fútbol ante un Borussia Dortmund que se reengancha a la pelea por meterse en octavos de final (0-1).

Los alemanes, tras perder con el Paris Saint Germain y empatar ante el Milan, consiguieron su primera victoria en Europa y rebajaron la euforia del Newcastle, que venía con el pecho hinchado después de hacerle cuatro goles al PSG en este mismo escenario.

Esta vez, las 'Urracas' no estuvieron tan incisivas como ante los parisinos y pagaron la falta de definición ante un Kobel que estuvo espectacular. Tampoco lo hizo mal Nick Pope, el meta del Newcastle, que había mantenido su portería imbatida en los dos primeros encuentros y que comenzó este miércoles con una doble parada increíble a Malen y Füllkrug.

En un contraataque llevado a la perfección por Aleksander Isak, Anthony Gordon, solo en el mano a mano, se topó con el cuerpo de Kobel. Fue el primer gran perdón del Newcastle, que perdió por lesión a Isak unos minutos después. Y ahí pudo estar el partido, porque Callum Wilson, su sustituto, no pudo crear el mismo peligro que el sueco.

Con la primera parte prácticamente ya muerta, el Dortmund se inventó un gol de una recuperación en campo propio. Montó una transición en cuestión de segundos y con una pared entre Schlotterbeck y Nmecha, canterano del Manchester City, llegó el 0-1. El ex del City recibió la pelota horizontal desde la banda y acomodó el interior del pie lejos de Pope.

El gol fue un martillazo al animado St. James Park, que solo pudo desesperarse a partir de ahí con las ocasiones falladas por su equipo, especialmente con una de Wilson, a un metro del portero, en la que Kobel volvió a hacerse enorme para evitar el 1-1.

Además, el encuentro dejó los que pueden ser los últimos minutos de Sandro Tonali en bastante tiempo, ya que el centrocampista salió en la segunda parte y en los próximos días recibirá la sanción por su adicción a las apuestas que podría ser hasta de diez meses sin pisar los terrenos de juego.