Endrick no aprovechó su primera titularidad: pasado de revoluciones y segunda amarilla en tres partidos

Endrick (18 años) disfrutaba en Lille de su primera titularidad. Llevaba toda la temporada esperando por la oportunidad y llegó en Champions League. Desde el himno, el cual cantaba, se le veía muy motivado, pero ese exceso de ganas le jugó una mala pasada. Acabó marchándose con más pena que gloria y con una tarjeta por una patada a destiempo hasta que fue sustituido por Mbappé.

Actuó como delantero centro junto a Vinicius. Liberó a su compatriota de trabajo defensivo, ayudando mucho en la primera presión. Pero le faltó correr mejor, con alguna carrera de más que no sirvió de mucho. Eso sí, en algunas acciones contagió a sus compañeros de ese ímpetu.

Su rendimiento fue de más a menos. Entró muy metido y gozó de una buena ocasión en el 18' la cual se generó él mismo con una carrera en diagonal con la que superó a varios rivales. En el momento de definir se quedó sin fuerzas y lanzó un disparo fuerte pero en dirección al portero, que mantuvo bien la posición.

A partir de ahí dejó de generar demasiado peligro. Se le vio algo pasado de revoluciones, incluso chocando con compañeros en acciones de balón dividido. Ancelotti, que aplaudía sus ganas, le pedía más cabeza. Ese exceso le costó una amarilla tras darle una patada a un rival nada más volver del descanso. Se trata de la segunda en tres partidos -ya vio una contra el Alavés-.

Suele ser un jugador que aprovecha los pocos momentos que le dan, pero en este caso se le pedía más constancia que oportunidad. En su primera titularidad se quedó en blanco y dejó algo frío al madridismo. A sus 18 años, le queda camino por recorrer. Le toca exprimir los minutos que le de Ancelotti y esperar paciente a que vuelva a ser tenido en cuenta de inicio.