LIVERPOOL 0 (1) - PSG 1 (4)

El estrambótico engaño de Dembélé en su penalti esconde una de sus claves para ser el jugador de moda: "No sé si soy zurdo o diestro"

El francés amagó con tirar con una pierna y acabó confundiendo a Alisson con la contraria. Lleva 21 goles en 2025.

Dembélé celebra su gol./EP
Dembélé celebra su gol. EP
Jonás Pérez

Jonás Pérez

Ousmane Dembélé cogió carrerilla para perfilarse y chutar con la pierna izquierda. Pero de repente cambia el rumbo y acaba chutando con la derecha. Pam. Ajustado. Imparable. Gol. Alisson, confundido, no estuvo ni cerca de detenerlo. Pocos jugadores se atreverían a hacer algo así. Quizás esta sea una de las claves por las que el extremo francés es el jugador de moda en Europa. Luis Enrique ha sido capaz de transformarlo en el mismo futbolista imprevisible de siempre, pero ahora en el buen sentido. Con unas cifras goleadoras demoledoras y liderazgo, el 'mosquito' ha asumido el rol de estrella que en su día dejaron Messi, Neymar o Kylian Mbappé y ahora vuela con los suyos a una nueva conquista de la Ligue 1 y ya en cuartos de final de la Champions.

Luis Enrique: «Hemos estado a la altura de las circunstancias». UEFA

Para entender la excentricidad de Dembélé en su pena máxima y cómo eso le ha ido transformando en un jugador imposible de interpretar, hay que echar la vista atrás al año 2016, cuando jugaba con el Stade Rennes. Tras un gran partido, pasó por el flash interview, donde el periodista francés le preguntó de forma directa si era diestro o zurdo, a lo que respondió: "Zurdo". El entrevistador no lo tenía del todo claro y le apuntó si estaba seguro de ello, ya que también marcaba goles con la derecha. Pero el futbolista lo tenía claro: "Sí, soy más zurdo".

Ahí ya sí que el periodista le resultó tajante y le preguntó directamente por qué tiraba entonces los penaltis con la derecha. La respuesta le dejó atónito: "Porque tiro mejor con la derecha". Aquellas declaraciones, viralizadas tiempo después una vez Dembélé ya estaba consolidado como un futbolista de élite, vienen a reflejar su condición de diablo. Tiempo después, en una charla con un youtuber, tenía todavía más dudas que en la primera ocasión: "No sé si soy zurdo o diestro, chuto con ambos pies. Prefiero disparar con la derecha, es mejor. Apuntas mejor. Tiro con más fuerza porque con el pie izquierdo nunca se sabe. A veces puede ir allí o a veces puede irse al limbo".

Carismático como pocos, Ousmane Dembélé se ha caracterizado en los últimos años por ser una caja de sorpresas que atrae a partes iguales a admiradores y detractores. No todos confiaban en que llegara el día en el que pudiera despegar definitivamente, romper el cascarón y levantar la mano como un jugador de talla mundial. A día de hoy, pocos pueden discutir que estará en la pelea por el Balón de Oro si el PSG consigue ganar títulos. Su rendimiento es incuestionable y su relación con Luis Enrique, fantástica.

Ante el Liverpool, además de marcar su penalti, anotó el único tanto del encuentro siendo el más listo de la clase, tirando un desmarque y aprovechando un despeje en semifallo de Konaté. El que mejor lo supo leer, precisamente una de las circunstancias en las que siempre había fallado. Su año 2035 está resultando descomunal: en 16 partidos ya ha marcado 21 goles, incluso con dos hat-tricks, que siempre se le habían resistido. En solo tres encuentros se quedó en blanco.

Y lo que tiene más mérito: del PSG prácticamente se presupone que debe ganar todos los partidos en campeonato doméstico, pero Dembélé ha resultado decisivo en la Champions. Por cierto, ya ha marcado más goles con el equipo parisino en máxima competición continental en 21 partidos que los que marcó con el Barcelona en 30. Curiosamente, sus datos no estaban siendo buenos: 2 goles en 15 encuentros, pero en los últimos seis disputados ha despegado.

MisterChip reflejó en su cuenta de Twitter un dato demoledor el pasado 11 de febrero: "Ousmane Dembélé ha marcado tantos goles (18) en sus últimos 11 partidos, como en los 110 encuentros inmediatamente anteriores a esta extraordinaria racha". No es ningún secreto que el extremo es otro, Luis Enrique lo celebra y él no pierde su identidad. Una carrera surrealista resultó clave en una tanda de penaltis que nunca olvidarán en Anfield...