REAL MADRID

Ancelotti tiene la fórmula para recuperar a Bellingham en Wembley... pero hay que convencerle

El cuerpo técnico prepara una minipretemporada para que alcance su mejor versión antes de la final de Champions.

Bellingham, durante el Real Madird-Bayern./Agencias
Bellingham, durante el Real Madird-Bayern. Agencias
Jorge C. Picón
Alfredo Matilla

Jorge C. Picón y Alfredo Matilla

Nadie como Jude Bellingham (20 años) personifica la épica del Real Madrid. El inglés juega como un guerrero, yendo al choque en cada acción y desgastándose incluso cuando su cuerpo le está pidiendo un respiro. Lo demuestra una carrera contra el Bayern en el descuento, replegando más de 50 metros para intentar robar un balón, al borde de la extenuación. No escatima un solo esfuerzo y tampoco quiere parar. Por ello, la segunda parte se le hizo larga y sólo se marchó para perder tiempo, no sin algún que otro calambre.

El rendimiento del inglés ha ido a menos en el segundo tramo de la temporada. No extraña a nadie en el club, pues han visto el esfuerzo que ha realizado y los golpes que se ha llevado durante todo el curso. Dolores en la rodilla, la luxación de clavícula o sobrecargas en diferentes partes del cuerpo provocan que se vea una versión menos certera del '5'. Va a necesitar mucho tiempo para terminar de recuperarse de todas sus magulladuras.

Él, por el contrario, asegura encontrarse bien y pide jugar siempre que se pueda. Por eso le dijo a Ancelotti que quería viajar a Anoeta, a pesar de haber salido horas antes de un virus. Suma ya 3.379 minutos repartidos en 39 encuentros. En el vestuario ven que su lenguaje gestual dentro del campo ha cambiado, algo más apagado, víctima del cansancio, pero él se resiste a parar.

Ancelotti justifica el bajón de Bellingham.

Como ejemplo de su mentalidad, los datos de kilómetros recorridos y esfuerzos de alta intensidad de esta segunda parte de ejercicio han superado en algunos partidos a los registrados en los primeros meses. Jude, que le gustaría ayudar más al equipo con balón, reemplaza los goles por trabajo defensivo, aunque a veces corre más de la cuenta. Parte de su culpa la asume un cuerpo técnico que le ha colocado en diferentes posiciones a las que no siempre ha sabido adaptarse, obligándolo a trabajar más de la cuenta. Este año ha jugado de mediapunta, de interior o incluso de delantero centro.

En Valdebebas necesitan que el de Birmingham recupere frescura mental y física. Para ello, los preparadores y el propio Ancelotti saben que la fórmula para tenerlo al 100% -o lo más cerca posible de ese porcentaje- en Wembley pasa por encontrar el equilibrio perfecto entre que su cuerpo se restablezca del desgaste y, al mismo tiempo, que no pierda ritmo competitivo.

Análisis, conclusiones y descansos

¿Cómo se consigue? Para empezar el club realizará un diagnóstico completo de su situación. Saben que ha jugado mermado muchos partidos y no sólo se trata de las partes que tiene dañadas, sino de la compensación con otras partes del cuerpo. A partir de lo que indiquen las pruebas, se tratará de controlar el volumen de trabajo y poner especial énfasis en los procesos de recuperación (fisioterapia, descanso, nutrición...). Una minipretemporada de un mes con la que ponerlo a tono.

Sumará minutos en los cuatro partidos que quedan, empezando como titular algunos de ellos, pero lo normal sería que también descansase. Eso sí, se medirá su participación para evitar sustos. En cualquier caso, los técnicos se guardan la posibilidad de organizar trabajo específico a alto ritmo competitivo en Valdebebas si resulta necesario.

Lo más difícil, convencer a Bellingham. Un futbolista que no quiere perderse ni un entrenamiento y que transmite calma y optimismo respecto a su estado físico. Carletto deberá usar esa mano izquierda que le ha caracterizado toda su carrera para que una de sus estrellas entienda que lo mejor de cara a la final de Champions es no agotarse con partidos intrascendentes.