La guarida de los secretos del Inter... desde el triplete de Mou al fichaje de Lautaro Martínez
Zanetti, Guglielminpietro y Vivas (actual segundo entrenador de Simeone) abrieron un restaurante hace 20 años que es historia de la ciudad.

Milán. - Hablar de El Gaucho, en Milán, es hablar de historia de la gastronomía y del fútbol. Porque Javier 'Pupi' Zanetti, además de ser vicepresidente del Inter, excapitán del club, campeón de Europa y una auténtica leyenda, abrió un restaurante hace algo más de 20 años que ha calado en el corazón de la ciudad, lejos de los focos, del centro histórico, de la nueva zona de negocios milanesa. Hablar de El Gaucho es hablar de un lugar de culto, sobre todo, para el interismo.
El día la ida de los octavos de final entre Inter y Atlético nos acercamos a este pequeño restaurante al que (spoiler) ya no van jugadores del primer equipo del Inter salvo alguna rara excepción. Sí sigue yendo su dueño, Zanetti, siempre que su apretada agenda (dicen que trabaja mucho más ahora que cuando era futbolista) se lo permite. Abre todos los días pero sólo de noche mientras que, a nosotros (me acompaña el gran Matteo Moretto) nos abre las puertas a mediodía su encargado, Marcelo Ferreira, que desde el 2006 es el 'capo' del lugar.
No es una entrevista, pero Marcelo nos va contando cosas: "Acá nada más trabajan argentinos. Queremos mantener la seña de identidad", cuenta con su acento del norte argentino, más concretamente de Iguazú. Su mujer es brasileña y viven a las afueras de Milán, lejos del ajetreo de la ciudad, buscando tranquilidad. Pero volvamos a El Gaucho.
El Gaucho es el primer restaurante del Pupi Zanetti y uno de los pioneros de la comida argentina en la ciudad. Ahora se han puesto de moda "desde justo antes de la pandemia", explica Marcelo, pero El Gaucho siempre estuvo ahí, desde que Zanetti, Guglielminpietro y Nelson Vivas lo crearan para tener un lugar y sentirse como en casa. "Antes iban a Don Juan, que era argentino pero su dueño era brasileño". Ellos, se ve, querían algo más original, algo más suyo. Hoy hay otros, como El Botinero, también con participación de Zanetti, más en el centro, más exclusivo, pero que no mantiene la esencia de El Gaucho.
En El Gaucho hay cosas que se hacían que se pueden seguir haciendo. Zanetti, Cambiasso, Samuel y Diego Milito van a cenar con sus parejas y nadie se les acerca a pedirles fotos, porque "es un restaurante familiar, la gente que viene ya nos conoce, tenemos nuestra clientela y sabe cómo tratamos a la gente acá", explica Marcelo, que continúa: "Para mí son un cliente más, siempre fue así, hay que saber entender en qué lugar está uno".
También ha estado alguien que no vivió en el Inter mientras El Gaucho estaba abierto. Diego Pablo Simeone ha ido muchas veces a Milán y muchas veces ha cenado en El Gaucho. La influencia de su amigo Vivas también habrá pesado, pero el gusto por la carne del Cholo, como vimos en la última entrevista con ESPN, no tiene discusión.
Todos al Bernabéu... en minibús
Por sus sillas pasaron todos los héroes del triplete del Inter en el Bernabéu, desde Mourinho y Moratti a Lúcio, Maicon, Samuel, Milito, Cambiasso, Sneijder... todos, todos. Pero no sólo eso, si no que unos días antes de la final, el dueño de El Gaucho, Javier Zanetti, se presentó en el local con 10 entradas para la final de Madrid.
"Bueno, estas entradas son para ustedes (todos los trabajadores). Lleguen como puedan. Les permito que cierren el local dos días". Eso nos cuenta Marcelo, que continúa: "Cerramos el viernes a las 2 de la mañana (el partido fue un sábado sobre las 20:45-21:00), como éramos muchos, alquilamos un minibús y nos fuimos. Llegamos sobre la hora". Y todo El Gaucho estuvo en Madrid, con una bandera, viendo a su jefe, a su ídolo, al capitán del Inter levantar la Orejona en el ya viejo Santiago Bernabéu.
Otras generaciones
La última vez que la plantilla del Inter al completo fue en febrero de 2016, tras una victoria. Zanetti invitó a todos... y fue hasta Erick Thohir, el indonesio que ahora es socio minoritario del Inter pero en su día fue el dueño del club. "Más de 100 personas después de un partido en el local, esto era una locura", recuerda Marcelo. Lo recuerda bien porque había nacido uno de sus hijos ese mismo día... y claro, él tenía que ir al restaurante también.
Lautaro, un fijo; Maradona, presente
Hasta que Lautaro Martínez puso su propio restaurante era asiduo a El Gaucho. El presidente de Racing, Víctor Blanco, junto a él, cenaron en el restaurante con Zanetti para cerrar el fichaje. Quizá era un acto de persuasión, quizá una costumbre. Pero en esas mesas se cerraron fichajes, se dieron encuentros entre representantes y los jugadores se podían sentir como en casa, sin tener que dar explicaciones a nadie, sin tener que echarse fotos ni firmar autógrafos.
También hay fotos de, como no, Diego Armando Maradona. El omnipresente Diego, que siempre que pudo le demostró amor al Pupi Zanetti (lo llevó al Mundial 2010 tras no haber estado en 2006). Y ustedes se preguntarán... ¿Y Messi? No, Messi no ha estado nunca, pese a que su padre ha hecho negocios en Milán y a veces se especuló con la llegada del '10' a la ciudad. Es, quizá, la gran cuenta pendiente de Marcelo... junto a Valentino Rossi, uno de sus ídolos y también interista de pro. Quién sabe si algún día tendrá la suerte de conocerlos, lo que sí es seguro es que hay El Gaucho para rato.