Un palco con muchos ilustres: la agente de Haaland, Lopetegui o Agnelli

Los partidos de Champions League en el Santiago Bernabéu siempre son especiales. Las caras más importantes del fútbol mundial quieren ver al Real Madrid en su competición fetiche, aunque el rival no sea de gran entidad -Sporting de Braga en este caso- o a pesar del frío, ya muy presente en la noche madrileña. Por ello, el palco de honor del estadio se llenó ilustres.

La cara que más llamó la atención fue la de Rafaela Pimienta. La superagente, heredera de parte del imperio que construyó Mino Raiola, apareció como si nada por el Bernabéu acompañada de Maxwell, exjugador de Barcelona o PSG entre otros y mano de la portuguesa. Con su visita, comenzaron los rumores. Incluso entre los aficionados que la vieron por allí. Se trata de la representante de Haaland, sueño de los blancos hace pocos veranos y que ahora se hincha a meter goles en el City.

Unos minutos después de ella y por la misma puerta accedió Andrea Agnelli, expresidente de la Juventus y una de las caras visibles de la Superliga, especialmente cuando todavía ostentaba su cargo en el conjunto italiano. Llegó sólo y a toda prisa, sin responder las preguntas de la prensa que lo localizó. Su relación con la directiva blanca es más que fluida y sigue presente en el proyecto de una liga europea en el que sólo quedan Real Madrid y Barcelona.

Arda Güler también tuvo una visita. Se trata de Vincenzo Montella, actual seleccionador de Turquía. Ya pasó por Valdebebas hace sólo unos días para charlar con Ancelotti, con el que guarda una buena amistad. En su visita a Madrid, no quiso perder la oportunidad de ver el duelo de Champions y, por qué no, el debut del que muy probablemente sea uno de sus jugadores cuando se recupere al 100%.

Muchos otros hombres de fútbol visitaron el coliseo de la Castellana. Entre ellos, un exentrenador del Madrid, Julen Lopetegui. Actualmente sin trabajo y vinculado con diferentes equipos, vivió la experiencia completa tomando algo por los alrededores del estadio y acudiendo después a ver el partido en la que fue su casa por un corto tramo de tiempo.

O el presidente del Olympique de Marsella, Pablo Longoria. El español, a pesar de su importante posición en uno de los grandes equipos de Francia, acostumbra a visitar estadios y a ver jugadores. Nunca abandona ese gusto por ver jugadores como en sus orígenes, en los que ayudaba a clubes como ojeador.