El infierno que le espera al Atlético en De Kuip con ultras violentos a ritmo de hardcore: "El ambiente del estadio impone"
El equipo rojiblanco estará acompañado en Róterdam por 1.500 aficionados.

El Stadion Feijenoord, más conocido como De Kuip (La Bañera), cuenta con una capacidad para 51.177 espectadores. El Atlético estará acompañado por 1.500 valientes, a la vista de los incidentes que protagonizaron los ultras del Feyenoord en el Metropolitano. Sus ultras más peligrosos, los SFC Hooligans, se componen de distintas facciones con un denominador común: les interesa más los disturbios que el fútbol y bailan a ritmo gabber, un subgénero de hardcore techno que nació en los 90 en Róterdam.
Hace 21 días, por ejemplo, la UEFA prohibió la presencia de aficionados neerlandeses en las gradas del Olímpico de Roma, ante la Lazio, como consecuencia de lo que sucedió ante el Atlético (seis detenidos por los altercados dentro del propio estadio) y por los también lamentables incidentes que protagonizaron en la final de la Conference League en 2022 ante la Roma, donde destrozaron la ciudad de Tirana (Albania), y en la vuelta de la Europa League de 2015 en Roma, donde arrasaron la ciudad y la Fontana della Barcaccia.
Het Legioen (La Legión) es el nombre por el que se conoce a la afición del Feyenoord y que se encuentra representada por una asociación formada por 16.000 hinchas. En la famosa curva 'Vak S' es donde se ubican los más peligrosos: su poder de intimidación ha propiciado incluso que en el propio club el dorsal '12' esté prohibido en las camisetas De Trots van Zuid. Es el número de la grada y solo lo lucen sus ultras. "Es un campo terrorífico", describe a Relevo un seguidor español de la Eredivisie in situ.
Feyenoorders,
— Feyenoord Rotterdam (@Feyenoord) November 7, 2023
Jullie zijn er helaas niet bij, maar we voelen jullie support. We gaan ervoor vanavond!
Leve Feyenoord 1 ❤️🤍🖤 https://t.co/vmI3vBGOnR pic.twitter.com/h6FKK0dyRX
"Los aficionados del Feyenoord están muy encima en los partidos. El ambiente del estadio impone mucho", precisa a Relevo Darío Serra, delantero de Vera (Almería) que milita en el Go Ahead Eagles y jugó seis años en la cantera del Valencia. Arne Slot, técnico del Feyenoord, alentó ayer en la previa el factor ambiental de De Kuip: "Si se aseguran de no quedarse callados ni un segundo y hacen mucho ruido todo el tiempo, aumentan nuestras posibilidades de ganar". El Atlético de Madrid se meterá en octavos si gana, sin depender de otros marcadores.
En el partido ante la Lazio, en Roma, toda la plantilla del Feyenoord posó con una pancarta para sus hinchas: "Quisiéramos que estuvieseis aquí".Aunque la entidad intenta controlar a los más radicales, estos logran multiplicarse porque la afición por el Feyenoord viene a significar una parte más de la ciudad y representa un símbolo de identificación con sus raíces portuarias y los barrios obreros de Róterdam.
En el duelo de ida entre españoles y neerlandeses, ABC desveló una pelea pactada y secreta en un bosque de Madrid entre ultras del Atlético y del Feyenoord. "Geen woorden maar daden" (somos de acciones, no de palabras) o "no pyro, no party" (sin bengalas no hay fiesta) son algunos de los lemas de los ultras del Feyenoord de tercera generación (FIIR), los más peligrosos y que siguen presumiendo del triste historial de violencia feyenoorder que se remonta a los 90.
Expulsados de la UEFA en 2007 por culpa de sus ultras
El máximo organismo del fútbol europeo expulsó al Feyenoord de la Copa de la UEFA en 2007 como consecuencia de los incidentes protagonizados por sus ultras en Nancy (un partido que se detuvo durante 20 minutos). Otro desagradable capítulo en el negro historial de violencia y destrucción protagonizado por los ultras del club van het volk, que alcanzó su máxima expresión con la "Batalla de Beverwijk" con los ultras del Ajax, la pelea más brutal y masiva entre hooligans de la historia de los Países Bajos con más de 450 ultras enfrentados en una autopista y que dejó un fallecido, Carlo Picornie.
Desgraciadamente, el '020' (como se conoce también al equipo por el prefijo telefónico de Róterdam) ostenta el dudoso honor de convertirse en el primer equipo holandés en sufrir la violencia hooligan procedente de Reino Unido, cuando en 1974 recibió al Tottenham en la ida de la final de la Copa de la UEFA y hubo 150 heridos por las peleas fuera del estadio. La venganza llegó nueve años después con el apuñalamiento de un aficionado Spur, en una reyerta en De Kuip.
Desde entonces, la entidad neerlandesa intentó expulsar y alejar a sus ultras sin mucho éxito porque éstos vuelven a perpetrar disturbios (en Leverkusen en 1999) o crímenes (como el asesinato del aficionado del Twente Erik Lassche, en 1995). El vandalismo surgió en Inglaterra en la década de 1970 y provocó decenas de muertes. Hoy en día, la violencia en el fútbol neerlandés no es equiparable a la de los hooligans porque las autoridades del país se tomaron muy en en serio esta lacra desplegando siempre fuertes dispositivos de seguridad en todos los partidos. En Madrid, sus ultras la liaron en el Metropolitano. Ahora, en su estadio, el Atlético se juega el pase a octavos con el factor ambiental en contra, pero acompañado de 1.500 valientes...