Otra injusticia como en 1979

La mejor generación que ha dado la Real en sus más de cien años de historia se quedó con la miel en los labios aquel 3 de octubre de 1979 de protagonizar la que hubiera sido una de sus mayores gestas. Luego vinieron los títulos de Liga y la Copa del Rey de La Romareda, pero ese duelo frente al Inter de Milán quedó para siempre en la memoria de aquellos futbolistas y también de los aficionados que tuvieron la suerte de asistir al, para muchos, mejor partido de la historia de Atotxa. Los Arconada, Kortabarria, Zamora, Satrústegui, López Ufarte y compañía a punto estuvieron de remontar un 3-0 frente al equipo italiano en aquella eliminatoria de la extinta Copa de la UEFA. 'Satrus' puso de pie Atotxa con sus dos goles.

Faltó un tercero que bien pudo llegar en una pena máxima de la que el colegiado de la contienda, el británico Pat Partridge, no quiso saber nada. Casualidades de la vida, otro colegiado nacido en las islas, Michael Oliver, fue el encargado de impartir justicia en el duelo que enfrentó a ambos equipos 40 años después. El 'trencilla', reconocido aficionado del Newcastle, no dejó tampoco contentos a los 36.591 espectadores que se acercaron ayer al campo de Amara, aunque no tuvo la trascendencia, todo hay que reconocerlo, de su compatriota. Eso sí, no se libró de la música de viento, sobre todo tras esa acción en la que mostró la roja a Barella, para después, con la inestimable ayuda del VAR, desdecirse de la misma.

44 años después, tampoco uno de los mejores equipos en la historia reciente de esta institución pudo consumar la 'vendetta'. También estuvo cerca, como en aquel 3 de octubre, pero lo impidió un postrero gol de Lautaro Martínez. 'Porca miseria'. La Real, como por aquel entonces, también sometió al conjunto que ayer vistió de naranja en muchos momentos del partido, pero sin la efectividad que una eliminatoria de este nivel requiere.

La Real hizo méritos más que suficientes para haber finiquitado el partido, pero entre Sommer y el larguero lo impidieron. Que se lo pregunten a Barrenetxea, Merino, Oyarzabal o Kubo. Solo Brais Méndez fue capaz de batir al internacional suizo. El gallego se aprovechó de un error grosero de Bastoni para, con la zurda, engañar por completo al potero del Inter. Anoeta, seguramente como hiciera Atotxa en su día, estalló de alegría. La Real estaba doblegando al vigente subcampeón de Europa y al equipo que le venía de endosarle 'una manita' a su eterno rival como es el Milán.

Parafraseando la mítica frase enunciada por el desaparecido Juanito en referencia a lo que les podía pasar a los rivales cuando se enfrentaban al Madrid en el Bernabéu, el Inter la hizo propia y se aprovechó del bajón físico padecido por los realistas en el tramo final para dejar compuesta y sin vendetta a la Real Sociedad. Lautaro Martínez estaba en el sitio idóneo para batir a Remiro en el único disparo a puerta del Inter de Milán. Los jugadores de la Real no daban crédito después del esfuerzo realizado y así lo hicieron saber una vez concluido el partido. "Nos tiene que doler", exclamó Martín Zubimendi al ser preguntado por sus sensaciones, "A priori puede parecer que el empate a uno contra el Inter es bueno, pero viendo cómo ha ido el partido, creo que teníamos que haber sumado los tres puntos", aseguró. "Quizá nos hemos metido demasiado atrás en los últimos minutos, y cuando te metes atrás, cualquier balón puede entrar tal y como ha sucedido", lamentó el bravo centrocampista blanquiazul.

Brais Méndez era de la misma opinión que su compañero: "Hemos hecho méritos para ir 3-0 antes de que nos empatasen, Hemos tenido muchísimas ocasiones. Les hemos tenido contra las cueras, pero no hemos podido rematar el parido y lo hemos pagado. Nos vamos frustrados por el resultado, pero este es el camino a seguir", aconsejó el gallego, consciente de que "ante estos equipos, el mínimo error lo pagas. Pero es que no ha sido ni un error. La pegan mal y aparece ahí un jugador. Es lo que tienen los grandes equipos. Hay que seguir trabajando, mejorando, pero se ha demostrado que podemos competir contra cualquiera".

"La Real ha jugado mejor que nosotros". Tampoco Simone Inzaghi tenía dudas al respecto. "Tenemos que dar la enhorabuena a la Real porque ha sido un adversario duro. Ha demostrado que era un excelente rival", destacó el entrenador del Inter a la conclusión de la contienda. "Ellos han jugado muy bien y nosotros nos hemos complicado la vida, pero en el futbol hay que darles la enhorabuena a los adversarios. La Real ha demostrado que es un equipo muy intenso, organizado y con grandes jugadores", enfatizó el italiano, al que no le sorprendió el rendimiento de la escuadra blanquiazul porque "sabíamos que es un excelente equipo. Lo habíamos analizado. No habíamos tocado la sensación de estar en este campo. Son hinchas que empujan mucho. La Real tiene grandísimos jugadores. Llevan muchos años jugando juntos y tiene un gran entrenador", dijo al respecto de su homólogo en el banquillo.