Jonathan Soriano, la leyenda del Salzburgo que dejó el Barcelona y no sirvió como agente: "Hay mucho tiburón, vas a por chavales de 10 años"
El que fuera delantero del Salzburgo, Beijin Guoan chino y Al-Hilal saudí, entre otros equipos, repasa para Relevo su carrera deportiva en las horas previas al duelo entre la Real y el Salzburgo austriaco.
Jonathan Soriano (Rocafort y Vilumara, Barcelona, 1985) es una leyenda del Red Bull Salzburgo, donde marcó 174 goles en 203 partidos siendo capitán del conjunto austriaco. No le importó dejar La Masia y la Ciudad Condal pese al aluvión de críticas recibidas. Siente que muchas veces se le hizo de menos en su carrera futbolística por marcharse a una liga menor. Llegó a ser el máximo artillero de la Europa League y la prensa hablaba más del segundo goleador, del delantero del Sevilla Kevin Gameiro, que del protagonista de esta historia. Dos años después de su retirada del fútbol profesional, el exdelantero catalán trata de hacerse un hueco en este difícil mundo. Probó fortuna en el mundo de la representación, pero salió asustado. Hoy comenta y analiza partidos en DAZN.
Si hace dos años, cuando decidiste colgar las botas, te dicen que ibas a estar comentando partidos, ¿te lo hubieras creído?
No es lo que hubiera pensado antes de la retirada, dedicarme a los medios, pero se ha dado y lo he cogido con ganas e ilusión. Sigo relacionado con el fútbol, comentando, analizando los encuentros del Barça en DAZN. Estoy contento porque me estoy relacionando con algo que me gusta. Esto va de intentar aprovechar las oportunidades. La rueda del fútbol es muy grande, hay muchas maneras de estar vinculado a él y por suerte he tenido la oportunidad de meterme ya sea como comentarista, analista, hablando de algo que, en teoría, entiendes. Otra cosa es que lo hagas bien o lo hagas mal, pero en teoría es lo que has hecho durante muchos años y te has dedicado a ello profesionalmente. Era algo que, sin tenerlo en mente, me gusta hacer.
¿Cuál era tu idea inicial una vez tomada la decisión de colgar las botas?
Ser representante, entrenador, estar dentro del vestuario, pero no es tan fácil. Mi carrera, prácticamente, se ha hecho fuera de España y aquí no es tan sencillo poder entrar en un vestuario y en un equipo. Por mucho que hayas hecho una carrera como futbolista, hay mucha gente también y eso hay que entenderlo. Como representante lo probé. Fueron dos meses y me di cuenta de que no era un mundo para mí. Me retiré y el tema de la representación fue de un día para otro. No tuve descanso y eso me causó problemas. Necesitaba tiempo para mí, para la familia, viajar, hacer cosas que no habíamos hecho antes. Y cuando dejé el tema de la representación me dediqué a lo que necesitaba, a tener tiempo.
"Mi carrera, prácticamente, se ha hecho fuera de España y aquí no es tan fácil poder entrar en un vestuario y en un equipo. Por mucho que hayas hecho una carrera como futbolista, hay mucha gente"
Exfutbolista del Salzburgo¿Qué te has encontrado en el mundo de la representación?
Mucha locura y mucho tiburón. Directamente me di cuenta de que no servía. Yo, para lo bueno y para lo malo, soy como soy, pero necesitas tener más mala leche. Es así. Ya no solo para conseguir a grandes jugadores, que eso es complicado. Te estás yendo a buscar a chavales de 10, 12, 14 años y tienes que pelearte, primero, con los familiares. Y luego con tus antiguos excompañeros porque la mayoría están tomando esa dirección. Lo puedes llamar de cualquier manera, representantes, scoutings, que al final la función es la misma. Y al final es, o lo coges tú o yo. Y el que tienes tú, yo voy a intentar fastidiarte. Voy a intentar hablar mal de ti porque quiero que se vayan conmigo. Y tú harás lo mismo. Entonces, tienes que valer y no todo el mundo vale. Yo para otras cosas valdré, pero para esto no. Para fastidiarte a ti, para yo tener un beneficio, de momento, al menos no me siento cómodo. Entonces, por eso digo que no valgo.
¿No existía la representación, entendida como en la actualidad, en tu época?
No. Cuando entré, lo hice con la intención de darle una vuelta a este mundillo raro que está cogiendo la representación, pero es muy complicado. Ya se ha hecho la bola muy grande, hay mucha gente, muchas empresas, que cada vez son más grandes y se compran entre ellas. Hay mucho dinero de por medio. Antes se trabajaba de otra manera. Confiabas, por lo que fuera, en un representante y tirabas. Mientras no te la liara, ibas haciendo camino y el mundo de la representación era diferente. Antes, en edad juvenil, podías ver si este valía o no. Ahora tienes que invertir, ir a por los chavales jóvenes y hacer una inversión de seis u ocho años. No te puedes hacer cargo de ese chaval hasta que no cumpla la mayoría de edad.
¿Piensas que se está desnaturalizando el fútbol?
Pablito Aimar lo dijo no hace mucho, que una de las cosas que más echaba de menos era el futbolista de la calle. Es verdad que se está perdiendo. Cuando ves a un jugador descarado, que debería ser lo normal, decimos que es un futbolista diferente. Se ha perdido el fútbol de la calle, el fútbol del parque. Ahora te toca ir a entrenar, hacer lo que te dicen, pasarla, hacer unos movimientos determinados… Está bien que cojas una disciplina, pero echamos de menos, entre otras muchas cosas, al futbolista callejero. Al menos, yo. Por esa parte me gustaría volver a ser entrenador, para decir: ¡Sí, el fútbol es disciplina, es equipo, pero la libertad que se tenía antes, el descaro, eso se está perdiendo!
Por esa regla de tres, bienvenidos sean futbolistas como Take Kubo o Ander Barrenetxea, ¿no?
Sí. Cuando vemos algo así, aplaudimos y decimos que es fantástico. Sí, pero también hay que dejarles cuando son jugadores de 10, 12, 14 años. Hay que dejarles que sean libres, que pierdan el balón…
Desde fuera, ¿cómo estás viendo a esta Real Sociedad?
¿Quién es capaz de decir algo malo de esta Real Sociedad? A mí que me venga alguien y se queje porque Kubo lo intente cinco veces y solo en tres sale ganador... Pues yo me quedo con esas tres jugadas. Y de Barrene, lo mismo. Yo lo siento, yo prefiero jugadores así. Y estamos hablando de la Real, de un equipo grande. Estos tíos están cargando el equipo a sus espaldas, muy bien acompañados, también hay que decirlo. Tienen descaro y están solucionando partidos. Veo futuro en estos chavales y la Real se tiene que beneficiar de todo esto.
"¿Quién es capaz de decir algo malo de la Real Sociedad? Yo soy un enamorado de Imanol Alguacil. Le escucho hablar y me gusta. A veces cuesta ver a un equipo tan bien unido como la Real"
Exfutbolista del Salzburgo¿Qué es lo que más te gusta de esta Real?
¿Cuánto tiempo tienes? Yo soy un enamorado de Imanol. Le escucho hablar y me gusta. Podemos empezar por Remiro y luego pasar por la defensa, los medios, los jugadores de ataque… Lo que más me gusta es que es un equipo. Por supuesto que hay individualidades y un equipo tiene que tener jugadores individuales, pero como equipo juega y defiende muy bien. Están haciendo las cosas muy bien y eso es por el entrenador. A mí no me van a engañar. ¿Los buenos jugadores todos juntos hacen un gran equipo? Bueno, hay grandes individualidades. Lo hemos visto en equipos, no voy a decir nombres y ver a grandes jugadores todos juntos en un equipo te impacta. Luego, como equipo, unos van hacia un lado, otros hacia el otro. Aquí no. Quizá no tiene tantas figuras a nivel internacional, pero tiene grandes jugadores y además van todos a una. A veces cuesta ver a un equipo tan bien unido.
Si tuvieses la capacidad para fichar a alguien, ¿a quién te llevarías a tu equipo?
No me puedo quedar con uno porque sería faltarle el respeto a cinco o a seis. Lo digo de verdad. Si elijo a uno me estaría contradiciendo a mí mismo. Si digo Kubo, sí claro, y también Barrene y Oyarzabal y Remiro, que también está siendo importante. Es de los pocos equipos de los que no tiraría de individualidades. Es un gran equipo.
Como delantero que fuiste, te pones en la piel de Sadiq Umar y ¿qué pudo suponer el golazo que le marcó al Sevilla?
Lo primero que hay que decir es que Sadiq lo estaba intentando. Cuando estás en un gran equipo, tienes que saber que vas a tener competencia y, este caso, ¡vaya competencia! A mí me ha pasado, creer que estaba a un gran nivel, que el que estaba jugando flaqueaba un poco y pensar que se estaba siendo injusto conmigo. Pero yo no creo que se esté siendo injusto con Sadiq. La Real está funcionando muy bien. Es una bendición para Imanol el hecho de sacar al suplente y que te funcione y esté motivado. Es lo mejor para un entrenador, que tengas esa duda de a quién poner. Puedo entender la situación de Sadiq y lo que pueda estar pensando, que han pagado mucho dinero por él, que viene de una lesión de la que ya se ha recuperado… Pero tranquilidad. Es una carrera de larga distancia y va a tener sus minutos, pero, a veces también hay que mirarse el ombligo y saber que estás compitiendo a gran nivel.
El miércoles la Real se enfrenta su exequipo, el Salzburgo. ¿Cómo lo ves?
En el partido de ida era uno de los que pensaba que la Real tenía que tener cuidado, que el Salzburgo podía ser un tapado, porque venía de ganar en Benfica. Es cierto que ese partido fue engañoso con la expulsión, el penalti, pero es que si la Real juega serio, es muy complicado. Por supuesto que te puede sorprender el Salzburgo porque tiene jugadores que no conocemos. No nos vamos a engañar. Conozco al club, pero tiene una rotación que es inmensa. Desde que yo estaba a ahora, solo queda el capitán Andreas Ulmer. Todos los demás son jugadores desconocidos que en dos años se van a ir. El Salzburgo es un club que no tiene miedo a deshacerse de jugadores. Es complicado tener una referencia de un jugador. En el Salzburgo todo va muy rápido y el nivel da para lo que da. Cuando te coge un equipo como la Real, ordenado, que te mete 0-2 en la primera parte, luego ya es imposible. El Salzburgo te puede competir, pero estamos hablando de un nivel superior.
Jonathan Soriano consiguió algo en el Salzburgo que ahora es imposible de ver, asentarse. ¿Cómo lo hiciste?
Ahora eso es imposible. Tengo muchas dudas de que veamos recorridos como el que yo tuve, de cinco años. Ahora mismo la filosofía del Salzburgo no es la de mantener jugadores con largos recorridos de estancia. Les va bien coger jugadores jóvenes, hacerlos, darles experiencia y cuando llega una oferta europea y ellos creen que han revalorizado al jugador, se lo sacan de encima.
¿Qué recuerdos tienes de tu época en Austria?
Yo viví la transición. Yo llegué a un club donde la marca era muy grande. Conocíamos Red Bull y la gente se pensaba que me iba a Suiza. La gente no colocaba Salzburgo en el mapa y tuve la suerte de ver pasar jugadores de 'paso' y que ahora lo son de gran nivel como podían ser Mané, Upamecano, Minamino… futbolistas que ahora sí son conocidos y que yo he tenido la suerte de poder verlos jugar en sus inicios en competiciones europeas. Han salido jugadores aún más grandes como Haaland, pero todo eso viene de un trabajo previo. En mi época mantuvimos una columna vertebral y ahí veíamos pasar jugadores para el Leipzig. Nosotros enfadamos porque no manteníamos a ninguno, solo nos quedábamos los viejos. El trabajo fue fantástico. La experiencia es ésa, haber sido una pieza más en esa construcción del Red Bull Salzburgo.
De todos los jugadores con los que compartiste vestuario, ¿quién es el que se veía que iba a llegar sí o sí?
El que yo vi que estaba más hecho era Kevin Kampl, que se vendió al Borussia Dortmund. Mané, por poner un ejemplo, era un jugador que era rapidísimo. Lo teníamos ahí en banda izquierda y, por su velocidad, sabíamos que teníamos esa escapatoria, pero con el balón en los pies… Lo suyo era el balón en largo, no nos vamos a engañar. Sí que es verdad que con su llegada a Inglaterra y su traspaso a Liverpool, ha ganado muchísima calidad. Se ha hecho ya un jugador mundialmente conocido. Pero Kevin Kampl sí que quizá era el jugador que ya estaba más hecho. Y mira que he visto… Minamino, que se fue al Liverpool, Upamecano, que ahora está en el Bayern, Sabitzer, en el Dortmund... Pero a mí el más mediático, que ya lo teníamos como figura del equipo, era Kevin Kampl.
¿Te consideras un precursor en el sentido de que fuiste uno de los primeros futbolistas con cierto renombre en hacer las maletas y jugar fuera?
La Liga austriaca es lo que es y yo me llevé palos por todas partes. Salí del Barça, de una muy buena situación, de haber hecho la pretemporada… Pero me lesioné la rodilla, no fue grave, pero estuve cuatro meses fuera y volví al filial. Tenía 25 años y decidí que tenía que salir. Todo el mundo se quedó extrañado con mi decisión de irme a Austria porque la gente no situaba muy bien dónde quedaba Salzburgo… Era un cambio que la gente no lo supo ver, más aún habiendo tenido opciones de ir a algún Primera, incluso al Benfica, con el que lo teníamos hecho al final de temporada, pero yo soy así, cuando creo en algo, tiro hacia adelante. Y no salió todo bien porque los primeros seis meses fueron complicados. Llegaba del Barça, de hacer un fútbol fantástico, con compañeros con los que hablaba el mismo idioma y me fui a un sitio donde no entendía nada y el fútbol era muy diferente, todavía rocoso, diferente a lo que estaba acostumbrado en mi época del Barça. Fue una manera para los demás de enseñarles que en el extranjero no pasaba nada, y de irte, que no tenía que ser, por decirlo de alguna manera, a las cinco grandes Ligas. Había más futbol. También se puede ir a un equipo grande de una liga menor, que también está bien y te dan un reconocimiento. Yo tuve uno. A partir de ahí sí que vimos salir a muchos jugadores a todo tipo de países. Yo me fui a Austria, a un país europeo, pero había gente que se marchó a países remotos y ligas raras. El jugador español se quitó el miedo de salir fuera.
¿Tienes la sensación de que en España no has tenido el reconocimiento merecido?
Esa pregunta siempre va a estar, siempre tendemos a menospreciar a los demás. Es así. He sido máximo goleador de la Europa League, pero siempre era lo mismo: 'Estás allí, en Austria, y eso no cuenta'. El segundo era Kevin Gameiro, del Sevilla, y yo leía la prensa y se le daba más importancia a eso. El ser humano tiende a menospreciar: 'Metes goles en Austria pero eso no vale. Los tienes que meter con el Barça o con el Madrid' Es lo de siempre, la eterna discusión. Sigo pensando que hacer gol es igual de complicado en cualquier lado. No hay ni que menospreciar a unos ni sobrevalorar a otros. Quitando los megacracks, que hacen goles a mansalva en todas partes, el gol es complicado.
"Sigo pensando que hacer gol es igual de complicado en cualquier lado. No hay ni que menospreciar a unos ni sobrevalorar a otros"
Exfutbolista del SalzburgoEn Salzburgo y también en mi época del Barça marqué muchos, pero tampoco se me caen los anillos cuando digo que he necesitado buenos compañeros para hacerlo y los he tenido. En el Barça todo era mucho más fácil. Me llegaban muchas más pelotas, de una manera mejor para hacer gol. Y el Salzburgo, igual, con todo los compañeros que hemos dicho antes se me hacía más fácil. Otra cosa era cuando yo he tenido que ser el delantero de dámela a mí que me voy a banda, corro, gano en velocidad al rival… Yo no era así. Tenía mis características y he sabido explotarlas muy bien, pero tengo que decirlo, he tenido grandes compañeros.
No solo Austria. También jugaste en China y en Arabia Saudí…
Ya te he dicho que soy un culo inquieto. Creo que no hace falta explicar la razón por la que me fui a China. Era el momento de salir de Austria, era el 'boom' de China y tuve ofertas. Le dije al Salzburgo que me diera un tiempo, que me abriera al mercado para ver si surgía una posibilidad de mantenerme en Europa o intentar dar el salto a un equipo de Champions, que no la había jugado. Me dijeron que sí, que me iban a abrir al mercado pero con un precio alto. La única opción que vimos fue ir a China. Estuve dos años y ya me quería volver. Era mi séptimo año en el extranjero y surgió la posibilidad de ir a Arabia y aquello salió como salió. Fui por inercia. Estuve seis meses. Tuve la suerte después de irme al Girona, de estar un año tranquilo en casa, de disfrutar del fútbol español. Cuando estás tanto tiempo fuera, entenderlo todo, el idioma, también se agradece para poder descansar al mente. Tuvimos la mala suerte de no ascender en el playoff. Me costó porque me tocó la temporada en la que más goles marcó Stuani, que estuvo fantástico. Era un equipo muy bueno, pero le costó adaptarse a Segunda. No ascendimos. No decidí retirarme, pero sí tener un parón de pensar a ver qué es lo que quiere. Estuve siete meses parado en plena pandemia y me salió la oportunidad de irme a Castellón. En marzo decidí ir a terminar la temporada y probarme si físicamente estaba bien. Con 35 años, casi un año parado, ir a la máxima exigencia, con el objetivo de salvarse... No soy de equipo de salir a las contras. Intenté ayudar, jugué ocho partidos, pero descendimos y decidí retirarme.
¿Esperabas que la liga saudí tuviera este boom?
No, no lo esperaba. Se movía mucho dinero también, eh. No nos vamos a engañar, que llegue Cristiano Ronaldo y se vaya a Arabia, que casi se vaya Messi, que hayan venido todos los cracks… Yo en mi época tuve de compañeros a Bafétimbi Gomis, a Botia, a Giovinco, que para nosotros era la estrella. Eso era lo que había. Había jugadores brasileños, pero no había el tipo de jugador que hay ahora. El gobierno ha invertido…. Están apostando y eso es fantástico para todo. La Liga era la que era cuando yo llegué y la cultura también. Cuantos más jugadores extranjero haya, la cultura se puede ir abriendo un poco. Yo sufrí eso. Ahora me cuentan, por ejemplo, el tema de las mujeres y reconozco que a mí me costó un poco más. No a mí, pero en el núcleo familiar, costaba. Ellas, mi mujer y mis tres hojas, eran las que lo sufrían.
¿Y qué me dices del Girona?
Siempre estamos diciendo que ya se caerá, pero no se cae. Es un calco a la Real, un equipo que juega muy bien, que tiene las ideas muy claras, que tiene grandes jugadores, que no está ganando de suerte, pero que es un equipo que va, con un entrenador fantástico. Si están ahí no es porque están teniendo suerte. Yo no lo veo así. No sé si van a durar 38 jornadas, pero tiene buena pinta porque lo intenta, juegan bien y tiene un entrenador con las ideas claras. Ya no es una broma. La gente ya está situando a Girona en el mapa.
¿Cuánto de cerca estuviste de fichar por la Real Sociedad?
En el mundo del fútbol es complicado el cerca o no cerca. Y me explico. Yo estaba en el Salzburgo y allí no hay cláusulas de rescisión. Todo depende del momento. Ellos no me quisieron vender, nunca. Me dejaron siempre muy claro de que no iba a salir. A partir de ahí… ¿Hubo un interés real de la Real? Relativo porque el interés podía ser real, pero no me iban a dejar salir. ¿Más cerca que lejos? Creo que estuve muy lejos porque a mi no me dejaba salir. Fue en la temporada 14/15, en mi mejor momento. Mi nombre sonaba por todos lados, para la selección… Me preguntaban: ¿Tu ficharías por tal equipo? Yo les decía que sí, pero que no había posibilidad porque no me querían vender. También hubo una oportunidad de venir al Barça, pero tampoco fue real.