BAYERN 3 - LAZIO 0 (3-1)

Kane recuerda que el Bayern está a cinco partidos de ser campeón de Europa

El equipo alemán aplastó a la Lazio en el Allianz Arena con doblete de Kane y un tanto de Müller.

Kane celebra su gol ante la Lazio. /REUTERS
Kane celebra su gol ante la Lazio. REUTERS
Marcos Durán

Marcos Durán

"En nombre de la ciudad". Así se presentaba el Allianz Arena de Múnich, con un mosaico, un tifo, con el monje que aparece en el escudo de la ciudad y esa frase. Porque Múnich necesitaba una noche grande en Europa tras una temporada complicada, en la que la Bundesliga está lejos, fueron eliminados en Copa y, en Champions, perdieron el partido de ida de octavos de final en Roma ante una Lazio combativa.

En Alemania todo se preveía diferente y así fue. Porque es cierto que Tuchel está en el alambre, que no va a seguir la temporada que viene, que los aficionados no están contentos y que Rummenigge, a pesar de casi perder la Bundesliga, sale diciendo que no pueden ganar siempre. Pero el Bayern es el Bayern y en Champions todo cambia, las noches grandes europeas se recuerdan y el equipo aprieta mucho.

En la primera parte el Bayern remontó la eliminatoria. 17 tiros, cuatro a puerta, cinco tiros de esquina a favor y dos goles. Uno de Kane y otro de Müller, muy similares ambos, esperando dentro del área chica, siendo oportunistas, demostrando por qué son el alma de este equipo. El inglés, con ese tanto, llegaba a 33 goles en toda la temporada y en su primer año fuera de las islas británicas, quiere ser campeón y romper el maleficio. La maquinaria estaba funcionando y el segundo tiempo tenía pinta de que iba a ser un poco más tranquilo para los germanos.

La Lazio no compitió

A pesar de llegar con un resultado positivo a Múnich, las sensaciones en las últimas semanas del equipo de Sarri no eran buenas. Derrotas en Serie A, malos partidos, victorias milagrosas... un equipo que no está en un buen momento, que el mismo entrenador se encargó de criticar por la falta de efectivos para afrontar cuatro competiciones

La Lazio lo intentó pero no pudo. Y el detalle más claro es que si Luis Alberto, el mejor jugador del equipo italiano, no aparece, el equipo no funciona. El español no entró mucho en juego, tuvo que correr más detrás del balón que con él y, cuando le llegaba, no tenía compañeros por delante. A la Lazio le faltó creérselo, aún sabiendo que era un partido complicado en Alemania.

Segundo tiempo de baño y masaje

En la segunda parte, el técnico alemán le pidió a sus jugadores calma y no arriesgar. El Bayern controlaba el partido, movía el balón y se preocupaba porque el balón no llegue a su área más que buscar la contraria. Y lo conseguía, pero además con premio, porque los Musiala, Sané, Kimmich, Müller o Kane no se conformaban con el 2-0.

En una buena jugada del equipo muniqués llegó el tercero. Con un disparo de Sané que Provedel no pudo despejar bien, que le llegó a quién si no, a Harry Kane, que no se sabe cómo lo hace (bueno, sí, porque es muy bueno) pero siempre está en el sitio preciso. Su gol 34º llegaba y, como decía mi amigo Álvaro de Grado, si el Bayern se queda a cero será a pesar de él, que está en uno de los mejores años de su vida, y no por culpa de su llegada.

¿Es candidato el Bayern a ser campeón?

Ahora, desde cuartos de final, todo puede pasar. El Bayern está a cinco partidos de ser campeón de Europa y claro, nadie se animaría a descartarlo. Porque es el Bayern, porque es un grande y, a un grande herido, nadie lo puede descartar.

Futbolísticamente el Bayern está por detrás de Real Madrid o Manchester City, quizá también de PSG (que también estará en el bombo de cuartos), pero seguro que es un equipo al que nadie se quiere enfrentar. Porque enfrente estarían Kane, Muller, Sané, De Ligt, Neuer, etc, etc, etc..., que saben lo que es competir en noches grandes europeas y que saben lo que es ganar partidos complicados.

El Bayern necesitaba una alegría y, sobre todo, un partido que le recodase sus mejores noches europeas. La Lazio no fue rival, pero la alegría y la arenga de Müller tras la victoria demuestra que este partido era importante para un vestuario herido, que todavía es candidato a ser campeón de Europa.