Lamine Yamal y Raphinha instalan al Barça entre los favoritos a la Champions
Una actuación soberbia de los delanteros blaugrana sirvió para rematar la eliminatoria en la primera parte.

El Barça sigue creciendo en esta Champions League clamando a Europa que ya ha sentado las bases de un equipo que quiere aspirar a todo. Salió el Benfica sin guardarse nada, aun sabiendo que duelos al todo o nada noquear a los blaugrana es tremendamente difícil. En un panorama así, las luces posaron sobre Lamine Yamal y Raphinha. El catalán siguió coleccionando obras de arte, mientras que el segundo sigue construyendo partido a partido el camino hacia el Balón de Oro. El arrollador fútbol blaugrana fue el mejor homenaje posible al doctor Carles Miñarro.
Si ya en los duelos previos el Benfica se mostró como un equipo desvergonzado, su puesta en escena en el Lluís Companys no fue menos. Planteó guerras de guerrillas en el centro del campo, con la vuelta de Florentino Luis, y salió a buscar arriba al Barça, aunque con un punto de inocencia, como si quisieran obviar el talento ofensivo culer. Sin Álvaro Carreras, uno de los mejores defensores que se ha encontrado Lamine Yamal a lo largo de su carrera, Bruno Lage insistió a Dahl que martilleara su espalda para forzarle a no descuidarse de Koundé.
Aunque Lamine se acabó anticipando. En su primera carrera, con un recorte seco sentó a Florentino, dejando la fotografía que en su día Leo Messi inmortalizó con Boateng. Y como tiene el aura de los elegidos, un mal golpeo al balón acabó convirtiéndose en una asistencia para Raphinha. Aguantó el tipo el Benfica. Nada más sacar, en un córner que Lewandowski no pudo despejar en el primer palo, el balón le cayó a Otamendi y lo cabeceó dentro. El argentino remató completamente solo. No se había alcanzado el cuarto de hora y ambos equipos ya habían evidenciado que no les importaría convertir el encuentro en un espectáculo de goles.
Quien más suele divertirse en estos escenarios es Dani Olmo, que ve el terreno de juego como un parque de atracciones. Si ya de por sí es capaz de dibujar oasis donde solo hay líneas compactas, con el Benfica estirado veía llanuras que cabalgar. Todo es más fácil con Pedri por detrás, capaz de desplegarse físicamente como Yaya Touré y de serpentear con el balón como Iniesta. Su nivel es un lujo para el fútbol. No juega, da lecciones. No es casualidad que el mejor Barça sea una mezcla de grandes rendimientos individuales.
No mete goles, clava GOLAZOS.
— Fútbol en Movistar Plus+ (@MovistarFutbol) March 11, 2025
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Raphinha y Lamine sostienen a Lewandowski
También Lamine, después de dejar su primera foto, estaba con ganas de más. El de Rocafonda recogió un balón aparentemente inofensivo cerca del córner. Delante tenía a un Tomás Araujo necesitado de ayudas. No llegaron y a Lamine se le dibujó una sonrisa. Condujo hasta el pico del área y trazó un tiro no demasiado fuerte, pero lo suficientemente enroscado como para que la estirada Trubin solo optara a embellecer el gol, a relamerse la yema de sus dedos. En menos de media hora desmontó todos los argumentos de aquellos que, para tratar de empequeñecerle, remarcan que en Liga no marca. Lamine es inevitable.
Con el Benfica dispuesto a morir atacando, en un contragolpe lanzado por Balde, que recuperó el balón en la frontal de Szczesny, asistió a Raphinha en el balcón de la de Trubin. El brasileño va cogiendo tintes dorados a medida que avanza la temporada. Es ya un jugador de culto en Barcelona. Con once tantos, es el brasileño con más goles en una misma edición de la Champions. Y por delante podría haber todavía cinco partidos. A pesar de que sigue aumentado sus cifras, Lewandowski ha bajado un escalón su nivel. Pero con este Raphinha y este Lamine, los blaugrana pueden permitirse tal lujo.
Madurez para dormir el partido
La temperatura bajó en el segundo tiempo, con un Barcelona queriendo dormir el partido con la posesión y un Benfica con menos mordiente. Un tibio disparo de Pavlidis, con la llama apagada, fue de los pocos intentos de los portugueses. Lo celebró Montjuïc cantando "Szczesny fumador". A falta de 20 minutos, los culers ya coreaban oles en la grada. Tiene tantos argumentos ofensivos este Barça que el corazón le pide correr. Pero también tiene una cabeza cada vez más madura que le hace decidir mejor cuándo hacerlo y cuándo no.
La delicadeza con la que jugaron Pedri, De Jong y Olmo señaló por qué Flick ha diseñado este centro del campo. Para evitar síntomas de relajación, además, siempre está la carta de Gavi. El final fue tan plácido que Flick pudo regalarle una ovación a Lamine, que esta vez se marchó respondiendo a Montjuïc devolviendo el aplauso. También la recibió Iñigo Martínez, que completó los 90 minutos y otra actuación digna de selección. A las puertas de la primavera, este Barça es cada vez un equipo más redondo.
Ficha técnica:
- 3 - Barcelona: Szczesny; Kounde, Araujo, Iñigo Martínez (Eric Garcia, min.87), Balde; De Jong (Casadó, min.81), Pedri; Lamine Yamal (Fermín López, min.81), Dani Olmo (Gavi, min.70), Raphinha; y Lewandowski (Ferran Torres, min.70).
- 1 - Benfica: Trubin; Tomás Araújo (Joao Rego, min.84), Antonio Silva, Otamendi, Dahl; Aursnes, Florentino (Barreiro, min.70), Kokcu (Belotti, min.70); Akturkoglu (Amdouni, min.56), Pavlidis y Schjelderup (Renato Sanches, min.56).
- Goles : 1-0: Raphinha, min.11. 1-1: Otamendi, min.13. 2-1: Lamine Yamal, min.27. 3-1: Raphinha, min.42.
- Árbitro : François Letexier (FRA). Amonestó con tarjeta amarilla al visitante Antonio Silva (min.48).
- Incidencias : Partido de vuelta a los octavos de final de la Liga de Campeones disputado en el Estadio Olímpico Lluís Companys ante 47.111 espectadores. Antes del inicio, se guardó un minuto de silencio en memoria del médico del Barça Carles Miñarro, fallecido el pasado sábado.