FINAL DE CHAMPIONS | MANCHESTER CITY - INTER

Así lidera Rubén Días desde la sombra al Manchester City hacia su segunda final de Champions League

El jugador portugués es uno de los mejores fichajes de Pep Guardiola y el mejor central de esta Champions League.

Rubén Días es el líder del Manchester City de Pep Guardiola. /GETTY
Rubén Días es el líder del Manchester City de Pep Guardiola. GETTY
Albert Blaya

Albert Blaya

Hay fichajes que esconden en su reverso un universo nuevo, un mundo de posibilidades que eleva el nivel del equipo, trasladándolo a una nueva dimensión. Rubén Días es uno de esos jugadores. A sus 26 años, el portugués es uno de los líderes del Manchester City pese a haber llegado al club en el curso 20/21. Desde su aterrizaje, dos finales de Champions League y una semifinal.

Hace poco, Pep Guardiola contaba que Días es uno de los mejores jugadores que ha entrenado a la hora de hablar del lenguaje corporal. El técnico de Santpedor incidió en un apartado muy concreto del portugués, refiriéndose a su lenguaje y a la forma en cómo se comunica con sus compañeros. "Nos hace mucho mejores", concluyó Guardiola. Y tiene razón. ¿Qué le hace especial?

En esta Champions League, Días todavía no ha sido regateado. Mientras el City es el equipo que acumula más pases de toda la competición, siendo un equipo que logró que el Real Madrid de Modric, Kroos y Benzema diese 13 pases en 15 minutos, es una máquina de comer terreno a sus rivales mientras tienen la posesión. Porque lo que marca la diferencia es cómo atacan defendiendo, en cada gesto, mirada y paso. Y defienden atacando. Y nadie como el portugués para enseñarnos cómo dominar la posesión de tu equipo sin tenerla.

En esta imagen ante el Real Madrid se aprecia a Días junto a Benzema, siendo su sombra y estando siempre cerca del posible receptor.
En esta imagen ante el Real Madrid se aprecia a Días junto a Benzema, siendo su sombra y estando siempre cerca del posible receptor.

Siendo un central muy corpulento y poco ágil, Días no tiene ningún miedo a la hora de hacer largos recorridos cuando el City ataca, y debido al posicionamiento tan agresivo de su equipo cuando tienen la pelota, el central portugués tiene que llegar muy lejos, casi sin red de seguridad detrás, sabiendo que medir mal un salto o quedarse en tierra de nadie puede terminar en una ocasión del rival.

Su impacto se ha trasladado al del resto de integrantes de la línea defensiva. Da calma, seguridad y confianza, y eso se ve reflejado en el rendimiento de los otros centrales: el mejor año de John Stones con su rol híbrido entre central y centrocampista; el primer gran curso de Aké en el City y el gran rendimiento de Akanji desde que llegó de Dortmund. Todo esto, bajo el paraguas de Días.

En el vértize superior de la imagen se aprecia a Días, completamente solo, vigilando a Karim Benzema.
En el vértize superior de la imagen se aprecia a Días, completamente solo, vigilando a Karim Benzema.

Ante el Real Madrid, el Manchester City logró los mejores 45 minutos de la era Guardiola en base a un dominio abrumador, como si solo jugase un equipo contra sí mismo, queriendo batir sus miedos y traumas. Y en medio de esa vorágine de pases, combinaciones y llegadas, un vigía lo controlaba todo desde la lejanía. Y dejó una de las jugadas del partido, no por su relevancia, sino por la convicción que transmitió. En Días no hay dudas. Nunca.

Con el 0-0, Courtois la pasa a Kroos, que puede girarse, y Benzema se encuentra solo, con la opción de recibir y poner a correr a Vinicius, que está abierto.
Con el 0-0, Courtois la pasa a Kroos, que puede girarse, y Benzema se encuentra solo, con la opción de recibir y poner a correr a Vinicius, que está abierto.

En una situación así, lo lógico es que el central no arriesgue y busque minimizar el posible descalabro de una recepción de Benzema en esa zona. Pero Días piensa distinto, en su ADN está anticipar y cortar el ataque antes de que tenga que hacer una acción heroica. La heroicidad reside precisamente en la negación de una acción mayor. En un riesgo invisible.

Cuando Benzema recibe, Días ya ha saltado a por él, impidiendo que se gire.
Cuando Benzema recibe, Días ya ha saltado a por él, impidiendo que se gire.

Una vez salta, es difícil que Días falle. Su nivel de obsesión en el detalle es enfermizo, es un jugador que suele tomar la decisión adecuada, lo que repercute en el resto de compañeros porque saben que si Rubén puede ir hasta esa zona, es que el equipo debe estar preparado para volver a atacar; porque la recuperará.

El City recupera la pelota.
El City recupera la pelota.

El Inter de Inzaghi presentará un reto distinto, con dos nueves como Lautaro y Dzeko que son maestros usando su cuerpo y regalando tiempo y espacio a los compañeros que llegan de segunda línea. Días ya anuló a Benzema dos veces en una semana y fue capaz de aguantar los arreones del Bayern en el punto de penalti, enseñando ese central de pura raza que lleva dentro.

En el equipo que más y mejor ataca de Europa, quien aguanta esas oleadas es un central que no descansa nunca de la jugada, aunque se tire dos minutos alejado, mirando la estampa como un guepardo. Cuando Guardiola acudió al mercado buscaba a un líder, y en Días se encontró con un mandón precoz, alguien que a los 23 años ya conocía todos los gajes del oficio. En Estambul tendrá la oportunidad de cerrar el círculo en su mejor temporada desde que aterrizó en Manchester y que su liderazgo sea, por fin, visible a ojos de todo el mundo.