MANCHESTER CITY 4 - REAL MADRID 0 (5-1)

Un Madrid irreconocible: 25 pases en 23 minutos, Vinicius enfadado y corrillo tras el gol de Bernardo Silva

El equipo blanco pasó sus peores momentos de la temporada contra el Manchester City y solo Courtois evitó un castigo mayor.

Ancelotti y Vinicius discuten en mitad del partido de esta noche. /EFE
Ancelotti y Vinicius discuten en mitad del partido de esta noche. EFE
Jorge C. Picón

Jorge C. Picón

Difícil presentarse peor a una vuelta de semifinales de la Champions. Las primeras dos o tres acciones en el Etihad hacían presagiar un partido valiente por parte del Real Madrid, saltando la presión y con Modric actuando más como mediapunta que como interior. Un espejismo. El Manchester City sometió a los blancos sin piedad alguna.

Ancelotti, sobre la actitud del equipo.

Solo un milagroso Courtois evitó un castigo mayor. El belga tapó dos cabezazos de Haaland que acabarían en gol para cualquier otro portero. Cuando le daban un respiro, pedía a su defensa que saliese de su área y tratase de tapar los centros y remates rivales. Pero sus compañeros se veían incapaces de llegar a la presión o de encadenar varios pases seguidos.

No pudo hacer nada con Bernardo Silva, que tras un recorte fusiló la portería visitante e hizo saltar la alegría de los locales. El propio Guardiola no pudo contener la emoción. Ancelotti, por el contrario, no encontraba reacción. Sintomático que varias veces se sentase en su banquillo para hablar con sus asistentes. Su equipo había dado 25 pases en 23 minutos. Ni siquiera Modric o Kroos le aportaron algo de control.

Kroos, Modric y Alaba no se creían lo que estaba pasando en el Etihad Stadium.  AFP
Kroos, Modric y Alaba no se creían lo que estaba pasando en el Etihad Stadium. AFP

El italiano se levantó para hablar con un enfadado Vinicius, que minutos antes se había desgañitado pidiendo a su equipo adelantar las líneas. De lo mismo se quejaba a su entrenador, que le daba pocas respuestas. El brasileño se dedicó a achicar aguas y apenas olió el balón cerca de la portería de Ederson.

Conscientes de que las cosas no funcionaban, los veteranos pidieron unión. La misma se vio representada antes del saque de centro postgol citizen. Los diez futbolistas, todos excepto Courtois, se reunieron en un corrillo para animarse y ajustar movimientos. Quedaba mucho partido. A partir de aquello, el equipo mejoró. Empezó a llevar peligro hasta el punto de que Kroos disparó con mucho peligro al larguero. Hasta que llegó el jarro de agua fría en forma de gol, el segundo de Bernardo Silva.

Otro dato ilustrativo, Ederson, el portero del City, tocó el balón más veces (13) que Vinicius (12), Valverde (11), Rodrygo (11), Benzema (10) y Alaba (9).