OPORTO 2 - ATLÉTICO 1

El marrón se lo comió Saúl solo

Fue el único que aguantó hasta el final con la afición. "No os merecéis esta camiseta", cantaron los hinchas rojiblancos.

Saúl, una vez acabado el Oporto-Atlético, soportó las críticas y cánticos de los aficionados./GETTY
Saúl, una vez acabado el Oporto-Atlético, soportó las críticas y cánticos de los aficionados. GETTY
José Luis Guerrero

José Luis Guerrero

Fueron 1.400 valientes. Vinieron con ganas y con ganas de fiesta, a pesar de que el Atlético 'sólo' se estaba jugando el pase para la Europa League. A los cuatro minutos de partido, Taremi los enmudeció. Los sentó (muchos de ellos empezaron de pie el partido) y los sumergió en un estado catatónico. El Oporto pasó por encima del Atlético y de sus aficionados. "A ver si tenemos muchos hombres dentro del grupo para superar esta situación. No tengo duda de que los hay", decía Simeone en la conferencia de Prensa tras el 2-1.

La plantilla se dirigió hacia la grada Naciente, el sector de Do Dragao donde estaban alojados los aficionados rojiblancos. La mayoría de los jugadores parecían desolados, aunque otros como Felipe o Cunha se encontraban de risas con algunos brasileños del equipo rival.

El momento de pedir perdón fue efímero. "No os merecéis esta camiseta", cantó indignada la afición rojiblanca. En ese momento, el único hombre que aguantó el chaparrón fue Saúl Ñiguez, que fue sustituido en el partido en el minuto 60. Aguantó como una estatua la ira de todos aficionados que encadenan tres decepciones mayúsculas: Oporto, Cádiz y Leverkusen.

El canterano rojiblanco aguantó solo ante los aficionados desplazados. "Saúl, sácalos. Saúl, sácalos. Saúl, sácalos", le cantaban en referencia al resto de los jugadores que ya se habían metido en el túnel de vestuarios. No estaban pidiendo que hicieran como Raphina en el Leeds, que se cruzó el campo de rodillas, o el San Pablo Burgos, de baloncesto, al que su presidente obligó a pedir perdón por el descenso a ponerse de rodillas. No.

Muchos de esos aficionados afrontaban luego por la noche más de seis horas de carretera para volver a sus casas y levantarse por la mañana a trabajar. La afición estaba pidiendo respeto por la camiseta del Atlético y por todos aquellos que habían soportado el partido calamitoso que disputó su equipo en Do Dragao... El grupo ultra del Atlético de Madrid ya ha anunciado su intención de ausentarse en los primeros 45 minutos del Atlético-Espanyol del próximo domingo (14:00 horas). Ya no falta nadie.