LIGUE 1

En mitad de la crisis del calendario con el Barcelona - Osasuna, Francia da descanso al PSG entre la ida y la vuelta de Champions

La LFP ha decidido dar respiro al equipo de Luis Enrique para que esté fresco de cara a la disputa de los cuartos de final.

Dembélé, en un partido con el PSG./EP
Dembélé, en un partido con el PSG. EP
Jonás Pérez

Jonás Pérez

No pasará en España. Ni aunque quisiéramos, porque el calendario no lo permite. Pero sí en Francia. La LFP ha aplazado el partido entre Nantes y PSG del 13 de abril para dar descanso a los parisinos en mitad de los cuartos de final de la Champions que disputarán ante el Aston Villa. Esta medida ya se ha realizado con anterioridad en otras temporadas y no hace más que velar por el bienestar de los clubes para que sus futbolistas lleguen con las piernas frescas a las eliminatorias continentales. Un método que busca el bien común, que el prestigio internacional del fútbol francés vaya hacia arriba y que incluso (esta temporada ya no) podría contribuir a que la Ligue 1 gozara de una plaza extra.

El Nantes-PSG de Liga debía disputarse el fin de semana que separa la ida de los cuartos de final de la Champions y la vuelta, ahora en semanas consecutivas por indicación de UEFA. De hecho, también ocurrirá en las semifinales. Pero ese duelo de Ligue 1 no se jugará hasta el día 22 de abril, el martes de la siguiente semana, cuando no hay compromisos de competiciones continentales y está reservado como fecha en blanco en el campeonato francés.

No deja de resultar sorprendente que mientras una de las cinco grandes ligas europeas se permite aplazar un partido de forma deliberada y voluntaria para dar descanso a uno de sus equipos, la española esté sumida en una profunda crisis de calendario para programar el encuentro pasado entre Barcelona y Osasuna en Montjuic. El duelo no pudo disputarse por el fallecimiento de uno de los médicos del conjunto culé apenas unos minutos antes de su arranque y quedó pendiente de la petición de los clubes y la resolución del Juez de Competición.

El problema es que las alternativas eran mínimas debido a que el Barcelona se encuentra todavía presente en las tres competiciones y no sería de extrañar, viendo su nivel, que llegar a las finales de la Copa del Rey o la Champions League. Dicho lo cual, si eso ocurre, la única posibilidad para recuperar ese partido es jugarlo entre la Jornada 37 y la Jornada 38 de la competición, algo inverosímil porque se quiere respetar el espíritu del torneo con la disputa de las dos últimas citas de manera unificada. Sería de lo más extraño que, a falta de un único encuentro, uno de los aspirantes a LaLiga y otro que puede pelear por Europa o incluso el descenso, tengan aún tres puntos pendientes.

Ante esta compleja situación, el Juez de Competición ha apostado por programar el partido para el jueves 27 de marzo, justo tras la finalización del parón de selecciones. Ese movimiento será en cadena, ya que tendrán que aplazarse otros duelos ligueros. Y supone un grave problema para el Barcelona, que encadenaría jueves-domingo-miércoles, siendo el miércoles la vuelta de semifinales de la Copa del Rey ante el Atlético de Madrid. Y que, además, no podría contar ni con Raphinha ni con Araujo porque van con su selección a la disputa de las ventanas sudamericanas.

Pero como bien remarca el Juez de Competición, es imposible prever la fecha del partido en base a posibles eliminaciones del Barcelona porque no tienen por qué darse. ¿Entonces? Pues visto que está descartada su disputa entre la Jornada 37 y la Jornada 38, solo queda esta opción, que ya ha sido recurrida por ambos clubes. En un par de días, el Juez tomará la decisión final.

Mientras, un oasis en la Ligue 1. El PSG no jugará entre los cuartos de final de la Champions para que tenga todavía más posibilidades de avanzar a las semifinales. Ya pasó, por ejemplo, la pasada campaña antes del PSG-Barcelona. Un escenario insólito en España, castigada por un calendario atroz. Es cierto que allí juegan con el punto a favor de solo contar con 18 equipos en su tabla, solución que, por supuesto, no está sobre la mesa en el campeonato nacional.