A Mourinho ya le toca pensar en la jubilación

Nadie puede negar que José Mourinho fue un gran entrenador resultadista en la primera década del siglo XXI. Aquella Champions con el Oporto será recordada durante muchos años. Pero no por muchos de los que leerán estas líneas, que ni siquiera habían nacido. Ocurrió hace más de veinte años. Luego tuvo pasos exitosos por Chelsea e Inter de Milán, pero desde entonces su carrera dista de ser la de un técnico de máximo nivel.
En 2010 llegó al Madrid y para muchos rivalizaba con Pep Guardiola por la etiqueta de mejor entrenador del mundo. En tres temporadas consiguió una Liga, una Copa del Rey y una Supercopa, un pírrico bagaje para un club tan grande como el blanco, que optó por no renovarle. Y a partir de ahí, llegó su caída libre.
Volvió a Chelsea, de donde salió despedido. Fichó por el Manchester United, de donde salió despedido. Dirigió al Tottenham, de donde salió despedido. Firmó por la Roma, de donde salió despedido. El nivel de los clubes que le contrataban iba bajando, pero el final para él era el mismo, con un cese bajo el brazo. Su librillo ya no llegaba a los jugadores y este año no tuvo más remedio que aceptar la llamada del fútbol turco para firmar por el Fenerbahce. Una liga menor pese a que se ha gastado 50 millones en fichajes.
Allí, en pleno mes de agosto, ya se ha dado un batacazo. El conjunto de Estambul ha quedado eliminado en la segunda ronda previa de la Champions ante el Lille. En casa y ante el calor de su afición. Se pudo ver al portugués muy nervioso durante todo el encuentro, pero ni siquiera sus aspavientos sirvieron para algo. Un bajonazo con el que empieza su aventura en Turquía.
Está claro que el nombre de Mourinho ya no es atractivo para los grandes clubes del Viejo Continente. Los trasatlánticos del Viejo Continente no descuelgan el teléfono para preguntar por él. Eso ya no ocurre. En este tiempo, por volver a la comparación con Guardiola, injusta para el catalán, el de Santpedor lo ha ganado todo varias veces y por ahora continúa haciendo historia en la Premier League.
Dijo un día Mourinho, para menospreciar a Pellegrini, que si le echaban no entrenaría al Málaga, sino que iría a un equipo grande. Fue en 2011. Posiblemente ahora mismo un grande llamaría antes a Pellegrini, pero es que además supongo que ni el propio Málaga, recién ascendido a Segunda, se encomendaría al obsoleto librillo del portugués.Creo que para que no siga desgastando su imagen, lo mejor que puede hacer es ir pensando en su jubilación.