CHAMPIONS LEAGUE

Nápoles, el tapado no tan tapado del entrenador con insomnio

El equipo italiano visita Frankfurt sabiendo que ya es una realidad y que todos esperan ver cómo afrontarán el favoritismo.

Osimhen celebra el gol ante el Sassuolo. /EFE
Osimhen celebra el gol ante el Sassuolo. EFE
Marcos Durán

Marcos Durán

No hay equipo en las cinco grandes ligas que iguale lo que ha hecho el Nápoles de Spalletti hasta ahora.  62 puntos en 23 jornadas, 20 victorias, dos empates y una sola derrota. 56 goles a favor y 41 en contra.

Para ponerlo en contexto: en España, el Barcelona lleva 59 puntos en 22 jornadas (no podría igualar los números del Nápoles), en Inglaterra, el Arsenal de Arteta comanda la competición con 54 unidades, el Bayern 43 unidades en 21 partidos en Alemania y el PSG 57 puntos en 24 encuentros en Francia.

Más allá de los números, hoy no aparecen muchos equipos que tengan tan claros los conceptos como el de Spalletti, que cumplió 1.000 partidos en los banquillos en la victoria ante el Sassuolo   en Reggio Emilia.

Nápoles, el tapado no tan tapado del entrenador con insomnio

El exentrenador de Roma, Inter o Zenit, entre otros, habló sobre ello: "Fueron mil noches de insomnio, todas aquellas de antes de los partidos". Giuntoli, director deportivo del club, ya blindó al entrenador: "Estará con nosotros también en 2024, ya planificamos el futuro".

Pero antes del futuro, llega la Champions,  llega el Eintrach. Primero en Frankfurt, después en el Diego Armando Maradona. Y Spalletti no se fía:"Es un equipo muy fuerte, tiene jugadores rápidos, repliega bien con el 4-5-1, ataca los espacios con velocidad y es un grupo acostumbrado a jugar 'dentro-fuera'. Ganaron la Europa League y mantuvo casi toda la plantilla", dijo el entrenador.

¿Y por qué el Napoli es uno de los mejores equipos de Europa? Porque sabe a lo que juega y tiene a todos sus hombres en forma. Las lesiones llegaron en la primera parte de la temporada y el equipo se repuso. Pero, además, porque tiene figuras, jugadores que hoy destacarían en cualquier equipo gracias a su calidad, desborde y definición. Sí, estamos hablando de Osmihen y Kvaratskhelia.

Nápoles, el tapado no tan tapado del entrenador con insomnio

El nigeriano es el máximo goleador del equipo con 19 tantos en 23 partidos jugados en toda la temporada. Además, colaboró con cuatro asistencias. Pero más allá de su olfato goleador, el delantero le da mucho a su equipo: apoyos en corto, aguantar la pelota arriba y estirar al equipo siempre que lo necesita. Sus desmarques en caída a las bandas y su manera de bregarse con los centrales y laterales rivales le dan vida a su equipo.

El caso del georgiano, sin duda la gran sorpresa en Europa, es distinto.12 goles y 14 asistencias en todas las competiciones en 24 partidos, más goles generados que partidos jugados. Pero más allá de las cifras, la sensación es de que el exjugador del Dinamo Batumi crea peligro por su mera presencia. La verticalidad, la gambeta y el desparpajo del extremo es el factor diferencial del equipo, que siempre encuentra espacios, al compañero o el gol.

Pero aunque los focos se los lleven los dos goleadores del equipo, la gran fortaleza de los partenopeos es el grupo y su gran equilibrio en todas las líneas. Di Lorenzo, capitán tras la salida de Insigne, es el jugador de campo que más minutos ha disputado, descansando solo un encuentro. En el eje central el coreano Kim, llegado desde el fútbol turco, se ha adaptado a la Serie A como si llevase cinco años jugando en el fútbol italiano y es clave en la zona defensiva.

Si hay que dar otros nombres importantes en el funcionamiento del equipo, son los del centro del campo. El triángulo formado por Lobotka, Anguissa y Zielinski funciona como una acordeón, basculando de un lado a otro, cubriendo los huecos que dejan sus atacantes, ayudando a los laterales y ayudando a los delanteros de cara a puerta. Entre los tres llevan diez goles en todas las competiciones.

Por esto y mucho más: los goles de Raspadori y Simeone entrando desde el banquillo, la polivalencia de Lozano, la experiencia de Mario Rui, las rotaciones con Politano, Elmas y Olivera, el Nápoles no es tan tapado para la Champions como lo era en agosto.

Con el Scudetto en la recámara, +15 sobre el Inter de Milán, toda Nápoles sabe que soñar es gratis y la Champions League, jugando como está jugando su equipo en estos momentos, es posible. Pero primero hay que pasar por Frankfurt y superar al Eintrach.