CHAMPIONS LEAGUE

Cómo es el formato de octavos de la nueva Champions y por qué se parece al tenis

La revolución de la Liga de Campeones no termina en su fase de liga.

Curtis Jones y Mohamed Salah, del Liverpool, celebran un gol en Champions League./EFE
Curtis Jones y Mohamed Salah, del Liverpool, celebran un gol en Champions League. EFE
Javier Mercadal

Javier Mercadal

Las novedades en la Champions League 2024/25 no terminan con la nueva fase de liga, ni mucho menos. La máxima competición continental ha renovado su cara por completo, lo que incluye también a las eliminatorias por el título. El camino hacia la Orejona está repleto de innovaciones, siendo la más notable de todas la implantación de una ronda extra de play-offs que han de disputar los conjuntos que terminen entre las posiciones 9ª y 24ª de la clasificación. No obstante, no se queda ahí la cosa; también a partir de los octavos de final hay cambios.

A diferencia de lo que ocurría hasta ahora, el cuadro de eliminatorias de la Liga de Campeones queda completamente definido a partir de los octavos de final. Es decir, solo hay un sorteo, que se celebra el 21 de febrero, y a partir de ese momento los 16 equipos que continúan en liza podrán anticipar cuál es su ruta hacia la final de Múnich del 31 de mayo. La situación recuerda mucho a lo que sucede en un Grand Slam de tenis, donde desde el sorteo el aficionado puede anticipar los rivales que se encontrará Carlos Alcaraz hacia la final. Eso es así porque la nueva Champions League se ha basado claramente en el deporte de la raqueta para organizar sus eliminatorias.

Cómo es el nuevo formato de octavos de la Champions

Lo primero que hay que tener en cuenta es que en la Champions League actual hay ocho equipos que se clasifican directamente para los octavos de final. Estos conjuntos juegan el papel de cabezas de serie en el sorteo, lo que implican que ocupan una posición específica en el cuadro según su posición en la tabla. Bueno, en realidad se tratan de dos posiciones potenciales, pues el azar posee cierta relevancia.

El sistema es idéntico al que se utiliza en el sorteo de un cuadro de tenis. Los equipos se emparejan de dos en dos según su posición en la fase de liga: 1º y 2º forman una pareja, como también hacen 3º y 4º, 5º y 6º ó 7º y 8º. De esta manera, lo que se sortea es el lado del cuadro al que va cada miembro de la pareja. Es decir, si el 1º va al lado derecho del cuadro, el 2º va irremediablemente al lado izquierdo del mismo y solo se podrán encontrar en la final. Lo mismo ocurre con el resto de dúos. Se da así la paradoja de que, en la práctica, da igual finalizar campeón de la fase de liga o segundo clasificado.

En ese sentido, es lo mismo que ocurre en el tenis. Tomemos por ejemplo el caso del Open de Australia 2025. Jannik Sinner llegó a la cita como número 1 del mundo, mientras que el número 2 era Alexander Zverev. Una vez se hizo el sorteo, uno fue a un lado del cuadro y el otro al otro. Ahora bien, Alcaraz era el número 3, por lo que hizo pareja con Taylor Fritz (4º de la ATP). El sorteo hizo que el español fuese al lado del cuadro de Zverev, mientras que el estadounidense fue al lado de Sinner.

Este principio de los cabezas de serie se aplica también a los equipos que han de pasar por la ronda previa. En su caso, los emparejamientos de dos en dos y el sorteo se hace antes de disputar el play-off. Sin embargo, una vez que sus nombres son extraídos del bombo, son colocados en un sitio del cuadro, en el que después entrarán los equipos de octavos. Puede parecer lioso, aunque en el siguiente gráfico se entiende de manera sencilla.

Esquema de las eliminatorias de la Champions League 2024/25. UEFA
Esquema de las eliminatorias de la Champions League 2024/25. UEFA

Ventajas e inconvenientes

Este sistema pretende darle un mayor peso específico a la fase de liga, pues sus consecuencias se extienden a lo largo de todo el torneo. Sobre el papel, los equipos que terminan más arriba de la clasificación liguera poseen un camino más accesible hasta la final. Algo que en última estancia debería hacer que siempre haya algo en juego y elimine las jornadas de relleno que existían en la antigua fase de grupos de la Champions League.

Además, a nivel visual, el tener un cuadro definido desde los octavos de final permite a los equipos, y sobre todo a sus aficionados, anticipar cuál puede ser el camino que van a tener en el torneo. Una vez más, volviendo al ejemplo del tenis, desde que se sorteó el cuadro del Open de Australia 2025, uno de los principales puntos de conversación fue el potencial partido entre Alcaraz y Novak Djokovic en cuartos de final. Algo que se terminó dando con victoria para el serbio por 4-6, 6-4, 6-3, 6-4.

La principal contra a este sistema radica en que, como hemos comentado, no se premia al equipo que logra ser campeón de la fase de liga. A efectos prácticos, da igual ser primero que segundo, lo que hace de menos un hito como lo es finalizar en cabeza de una clasificación que incluye a 36 participantes nada menos.