MANCHESTER CITY - REAL MADRID

El restaurante de Juan Mata que el City de Guardiola convirtió en su segunda casa... Y unas lentejas de León para la madre de Solskjaer

La oferta gastronómica de Manchester que sirve de refugio a Pep.

Pep Guardiola fuma un puro tras ganar la Premier con el City en 2022./REUTERS
Pep Guardiola fuma un puro tras ganar la Premier con el City en 2022. REUTERS
Lu Martin

Lu Martin

"No hay mejor restaurante en Mánchester que la CFA", dijo un día Pablo Zabaleta. Tan pronto llegó al club Silvia Tremoleda como nutricionista, puso orden y cambió todos los menús. Puede que exagerara el argentino. O puede que haya llovido muchos desde que hace 20 años llegara al Wigan Roberto Martínez, seleccionador de Portugal, con Seba e Isidro.

La oferta era muy pobre: hindús en la Curry Lane... y escondido a la espalda de Oxford Street, El rincón de Rafa. Después de Martínez, pionero de los futbolistas españoles en Inglaterra, llegaron Jordi Cruyff y se hicieron íntimos, y gracias a la amistad de Rafa con Ferguson, llevó el catering de la zona VIP y por su restaurante pasaron muchos jugadores del United, compañeros de Jordi como Beckam, Neville o Cantona. Sigue abierto el local. Durante años también abrió La Tasca, un lugar infernal, y La Vinya.

A finales del 2015 aterrizó en Deans Gate, la arteria principal de la ciudad, el Lunya, un local original de Liverpool, con restaurante, barra y tienda de productos mediterráneos, en general, pero con género catalán, muy cerca de la primera casa de los Guardiola. Así que alguna mañana no era raro ver a la esposa de Pep desayunándose un bocata o comprando fuet. También visitaban el Salvis, donde Pep se reunió con Agüero para acercar posturas durante la primera temporada.

Actualmente, uno de los referentes de comida española en la ciudad es el San Juan, en el coqueto barrio de Chorlton, mientras sigue funcionando la irrelevante cadena Evurne, cocina española muy inglesa, el Tapas & Wine, no especialmente recomendable. Pero la oferta gastronómica es amplia y pluricultural y a eso se aferra el City. El referente en el club es Txiki, que suele salir con frecuencia con Mara en busca de cosas nuevas. "Acabo de mandar a unos amigos al Fenix, un griego nuevo que está muy bien. Pero, más alla del Tast, claro, el que más me gusta es High Ground, rollo danés, la barra es muy divertida", explica, aunque su favorito siga siendo el pequeño y afrancesado 63 degrees. Entre futbolistas, está muy de moda el Musu, un japonés buenísimo, carísimo -donde es fácil encontrarse a Guardiola y a futbolistas ... ¡Del Liverpool!-, el Maná –estrella Michelin- el Lucky Cat o el Dishom, un indio por donde suele pasar Haaland, al que también es fácil verle en el Tast, el restauante de Soriano, Txiki y los Guardiola.

Pep ya no sale mucho a cenar, porque los chicos han volado y su esposa vive con la pequeña en Barcelona. La familia no es que saliera mucho antes, pero cuando lo hacían, en los albores de su camino mancunian, solían ir al Wings, referente de la comida china o al Fazenda, un enorme rodizio con cómodos reservados que, en especial, le gustaba mucho a los críos. Pero el primer punto de inflexión culinaria lo encontró al lado de su casa, bajo los puentes de las vías abandonas que llevan a Victoria Station, el Ume Sushi, un selecto y minúsculo restaurante japonés que pasó al recuerdo.

Pero si un restaurante ha hecho grande al City en Manchester es el de Mata, Tapeo and Wine, inaugurado en mayo del 2006. "Juan quería un sitio donde comer bien y pensó que esta era una buena manera de juntar una inversión y asegurarse una buena cena", resume su mano derecha José Manuel Martínez, de León. Enseguida empezó a asomar la colonia española por esa esquina de Deans Gate, también la del City, que sabía que ese era el restaurante de Mata: Edu Mauri, Carles Planchar, Lorenzo Buenaventura y Arteta –"el primer año siempre venían juntos"–. Pronto llegó una noche Guardiola con su familia: "Les gustó la comida, estuvieron cómodos... Y volvieron con frecuencia", recuerda José Manuel, la mano derecha de Juan Mata padre y responsable del negocio –de ese y de otros- en Mánchester. Hasta que el 1 de diciembre de 2016 asomó Marc Boixasa, el team manager del City apareció por la puerta buscando local para la fiesta de Navidad. "Fue nuestra primera gran reserva" recuerda. Aquella fue la noche en la que Edu Mauri y Pep cantaron juntos a Serrat. El City le cogió el gusto al local y a su comida.

"Basamos mucho nuestra idea en el producto: buenos vinos, buena carne; todo lo que podíamos, lo traíamos de España". Incluidos los cocineros, como Fran Vázquez o Jesús Ara (que llegó del ABAC) o José María Martín Pagaza. La clientela mutó, pero en la esquina siempre tuvo su sitio Juan, el dueño, o Dave, un irlandés que pasaba cada tarde a tomarse unos vinos y cenar. El hecho de que el restaurante fuera "el de Mata" lo convirtió al tiempo en un lugar de peregrinación para los muchos tour operadores que actúan en el entorno del United. Muchos asiáticos, muchos nórdicos que pasaban con la esperanza de ver a algún jugador del United. Entre semana era fácil ver a De Gea con su esposa, o a Herrera, o a veces el staff de Mourinho. "No venían mucho, pero venían", recuerdan empleados del local. Lo curioso es que Pep y Mou nunca coincidieron.

Jose Mourinho, Juan Mata y Pep Guardiola.  REUTERS
Jose Mourinho, Juan Mata y Pep Guardiola. REUTERS

Sí lo hizo con su sustituto, Solskjaer que iba a menudo y una Nochevieja generó un gran problema. Tenía la costumbre de comer lentejas el último día del año y, a través de alguien del United, les pidieron lentejas, pero la cocina estaba a tope y a José Manuel solo se le ocurrió pedírselo a su madre. "Ella las hizo y yo se las llevé al hotel porque, además, en el restaurante no había una mesa libre. Así que aquella noche se comió lentejas de León hechas por mi madre".

A Pep y a su staff les gustaba todo: vino, jamón; si había lentejas, lentejas; huevos rotos... "A Txiki, paletilla de cordero". Allí se celebraban cumpleaños, se podían ver los partidos –"las mujeres del staff, cuando el City jugaba fuera los domingos venían aquí a ver los partidos mientras comían"- y en noches europeas se llenaba de aficionados directivos y exjugadores, tal y como ocurrió en partidos del Celta, Athletic, Atlético de Madrid, el Barça o el Sevilla en Old Trafford: "Hubo noches mágicas, con los Morancos contando chistes", admite Joseé Manuel, que recuerda veladas con Ziganda, Unzue, Valverde, los Salinas, Pablo Alfaro Vieri, Laudrup y cenas del Girona.

Allí trabajó como camarera Lara Vilchez, antes de que la fichara por el Tast –"un traspaso que dio que hablar", recuerda José Manuel."Pep siempre nos trataba muy bien a los camareros", recuerda hoy la vallecana, en su casa con vistas al Camp Nou, mientras acaba estudios de nutricionista en el FC Barcelona. "Al principio impresiona, claro, pero te hacen sentir muy cómoda". En el Tast, en su restaurante, era igual. "Pero no solo él y su familia. He tenido la suerte de servir a su staff y sus familias, incluso en cenas de fin de año, y era un placer trabajar para ellos".

"Se metía en la cocina y nos saludaba a todos, preguntaba 'qué tenemos hoy' y al final te decía siempre: 'Lo que tú quieras'", reconoce Juià Castelló, que fue chef del Tast del 2018 al 2013. Y hoy dirige la cocina del Insolent de Barcelona. En el Tast suele invitar a Soriano a cenar cuando tiene un compromiso importante y el City celebra las renovaciones y los fichajes. "Los jugadores vienen menos, será para no encontrarse con los jefes, pero a Haaland le gusta mucho el arroz que hacemos", admiten a día de hoy.

En Mánchester, la ciudad donde las mesas se hicieron para bailar, siempre hubo, hay y habrá alguien que te ponga un plato en la mesa y esté bueno. Pero el Tapeo de los Mata cerró, y ahora muchos comprenden, al fin, que aquel no fue un restaurante cualquiera, fue un centro de acogida, un referente futbolístico y en cierta manera, el lugar donde creció desde la barriga la leyenda del City de Guardiola.